¡Bafta ya!

Los amigos del té a las five -para evitar rimas incómodas-, los fish&chips y las puestas de sol sin sol alguno, han llegado a una conclusión que, confieso, comparto maravillado: Avatar es todo menos la mejor película del año. Es la más innovadora, la más impresionante, la más visual, la más técnica, la única religión que unifica a todas las razas, el motivo por el que el emperador Palpatine abandonaría el lado oscuro, la inspiración de Nelson Mandela para levantarse a correr, el desencadenante de la tolerancia cero al cambio climático y el punto de encuentro entre la peseta de Aznar y las cejas de Zapatero. Todo eso. Pero no, bajo ningún concepto, la mejor película del año.

Los premios de la Academia Británica del Cine y la Televisión han dicho ‘Bafta ya’ -me apasiona este chiste; sí, así soy yo- a la gloriosa carrera de los Na´vi. De las ocho nominaciones que contaba, sólo se llevó efectos especiales y diseño de producción. Ambos irreprochables. El resto de los gordos se los arrebató Kathryn Bigelow con ‘En tierra hostil’ a su ex pareja James Cameron. Este duelo a lo ‘Sr. y Sra. Smith’ terminará en la gala de los Oscar, donde, seguramente, los yankis sí que premien a cascoporro a los bichos azules del rey del mundo.

Pero los amigos de Mr. Bean han dejado demasiado abandonada la que, para mi gusto, es la mejor película de este año: ‘Up in the air’. Pero bueno, su director, Jason Reitman, es joven y ya les dará razones para que le den los premios que merece. Sí que me congratula fervientemente el galardón que ha recibido la película ‘Moon’, de Duncan Jones, un peliculón de ciencia ficción que quita el sentío -hablaremos de ella mañana- y que los seguidores del McPollo no han sabido apreciar.

Con la esperanza de que los de Hollywood concedan el honor a George Clooney (‘Up in the air’) y no a Colin Firth (‘Un hombre soltero’) como mejor actor, sólo tengo que reprochar un premio que aún no comprendo a los Bafta: ‘Premio Orange a la revelación del año para Kristen Stewart (‘Crepúsculo’)’. Ya el título me pone escrupuloso. Es que me suena a invento del maligno: “¿Qué os parece si premiamos a uno de los vampiros emos para que los jóvenes vean nuestra gala?” O eso, o lo mismo es que el nuevo presidente de la Academia del Cine Británico es fan de la saga. Que para algo es el Príncipe Guillermo. El año que viene para Daniel Radcliffe… ¡Bafta ya! -ains, me sigue haciendo gracia-.