The Town

El problema de Ben Affleck es empeñarse en ser actor. Como director lo borda: ‘The Town, Ciudad de ladrones’ es un peliculón. El muy cenutrio lleva años haciéndonos creer que lo suyo no es el cine, que estaba de más y que el éxito en su trabajo era una mera casualidad. Pura fortuna física de fama efímera. Y, si le juzgamos por sus trabajos como intérprete (‘Daredevil’, ‘Una chica de Jersey’), es normal que dé un poco de grima pensar que la estrellita americana sea, en realidad, un artista. Subrayen: ar-tis-ta.

El guión, que también firma Affleck, se centra en Charlestown, ciudad americana que destaca por ser la principal cantera de ladrones de los Estados Unidos. Allí, el FBI sigue la pista de una banda de asaltadores profesionales cuyas identidades peligran por culpa de un error durante el atraco a un banco. Pero la magia de la historia reside en la maestría de Affleck para navegar por el barrio, hacernos sentir parte de un gueto marginado que protege, como el mayor de los tesoros, el respeto a sus iguales. El código de honor. Algo parecido al rollo de barrio que ya utilizó con Matt Damon en ‘El indomable Will Hunting’.

El mensaje moral, como suele pasar con este tipo de películas, no es la excusa. Los ladrones roban con amenazas, violencia, disparan sus pistolas y, si es necesario, matan. Es su trabajo y tienen aceptadas las consecuencias.

Pero donde brilla de verdad es en ‘el cine’: el juego de cámaras, de encabalgamientos, de sonidos y silencios, de imágenes poderosas con textos impactantes… ‘The Town’ es puro cine. Puro thriller policíaco con tres secuencias de robos excelentes y un ritmo con fuertes inspiraciones de la televisiva ‘The Wire’.

El único pero es el propio Ben Affleck, en su faceta como protagonista. Si tan solo hubiera usado el mismo talento que tiene detrás de la cámara para elegir a un actor más apropiado que él mismo, estaríamos ante una de las favoritas del año para los Oscar. Menos mal que Jeremy Renner (‘The hurt locker’) y Rebeca Hall (‘Vicky, Cristina, Barcelona’), le ponen el contrapunto y suben la media interpretativa.

Amigos, ‘The Town’, imprescindible.