Alien, el antiremake

Ridley Scott había aceptado la tentación: volver al mundo de la teniente Ripley para contar una nueva historia de una de las sagas de ciencia ficción más emblemáticas del género: Alien. La idea, puesto que las secuelas ya estaban reventadas, fue hacer la precuela de ‘El octavo pasajero’ (ya saben, los tres palos de Hollywood: secuela, precuela y remake). Sin embargo, Scott se asoció con uno de los talentos emergentes -quizás ya consagrados- más exitosos de la industria: Damon Lindelof (Star Trek, Lost). Y el resultado ha sido otro mucho más sorprendete: el ‘antiremake’.

¿Antiremake? Sí. Es un término innovador que describe la siguiente situación: “proceso creativo por el que directores y guionistas que se encuentran inmersos en la producción de una secuela/precuela/remake recuerdan que en un tiempo no tan lejano fueron capaces de escribir ‘palabras nuevas’ en un folio en blanco y deciden, en vez de malgastar su tiempo -y el nuestro- con ideas ya manidas, resucitar a las musas y crear algo nuevo”.

Eso es exactamente lo que le pasó a Ridley Scott después de que su colega, Lindelof, le dijera algo así: “Recuerdo entrar de pequeño al cine, a ver ‘Alien’, y salir extasiado por la inmensa cantidad de cosas originales que acababa de ver. Poder trabajar contigo es un honor y una maravilla para mí”. Acto seguido, el responsable de ‘Gladiador’, debió mirarse en el espejo para descubrir que se estaba pudriendo por dentro. Que ya no había aliens saliendo de su estómago. Así que alzó la vista y dijo: “Hagamos algo nuevo, hagamos ‘Prometheus’”.

‘Prometheus’ se estrenará en 2012 y es, oficialmente, la película que asesinó a la precuela de Alien. Personalmente, me alegro el cambio. Sé que hay muchos fieles que se morían de ganas de regresar a Nostromo. Pero, carajo, ¿se imaginan otra bazofia que manche el nombre de otra saga? Si ‘Prometheus’ le sale bien, todos la disfrutaremos. Si le sale mal, por lo menos no le culparemos de haber escupido en la tumba de Ripley (George, Steven, ésa va por vosotros).