Danza de Dragones

“El invierno se acerca”, para la inmensa mayoría, es una frase recurrente nacida de una excelente serie de televisión producida por la HBO: ‘Juego de Tronos’. Para otros, los menos, el lema es parte de ‘Canción de Hielo y Fuego’, la saga literaria de George R. R. Martin. Y hoy, por fin, después de varios años de espera, llega a las librerías españolas la quinta entrega: ‘Danza de Dragones’.

En días como estos, de fiesta y celebración para el mundillo de lectores de fantasía, es casi inevitable adoptar la repelente postura del sabelotodo y entonar, con algo de sorna y orgullo, un picajoso “os lo advertí”. Un año antes de que se estrenara la serie y de que se convirtiera, por tanto, en un fenómeno de masas, aquí un servidor escribió tal que así: “Dentro de unos meses todos hablarán de ella y se arrepentirán de no haber escuchado el consejo que tantas veces les repetí: lean el libro, les encantará”.

Recuerdo también, entre otras cosas, el 25 de julio de 2008, fecha en la que George R. R. Martin vino a Granada de visita y nos firmó, a medio centenar de lectores, sus libros. Imagino que si el bueno de Martin apareciera hoy por cualquier ciudad española, tendríamos una marea de fans agolpados en los escaparates, deseando tocar a su Kalehsi.

Estoy contento. Contento porque el lanzamiento de un libro se haya convertido en un hecho destacable, atractivo para la mayoría. De hecho, me consta que varias librerías por toda España abrirán a las 00:00 horas para iniciar la venta de ‘Danza de Dragones’. Y si a los seguidores de la serie les parece un abismo desolador esperar un año para ver una nueva temporada de ‘Juego de Tronos’, imaginen lo que ha sido imaginar el destino de Tyrion durante cuatro puñeteros años.

Lean, lean. Y nada de spoilers.