La entrañable vida de Chewie

En mi último cumpleaños me regalaron un peluche de Chewbacca. Es magnífico y estruchable. Cuando le aprietas la barriga se escuchan tres de sus clásicos gruñidos wookie. A mí me gusta charlar con él, interpretar que estamos de cervezas en la cantina de Moss Eisley, contando chistes y hablando de mujeres. Así soy yo. El caso es que el bueno de Chewie ha sido, durante toda mi vida, uno de mis fetiches ochenteros. Uno de esos personajes que incorporas a tu vida con un amor irracional y del que nunca te querrías separar.

Chewbacca es un secundario ejemplar. Su presencia no molesta y sus participaciones serán siempre recordadas. Además, de pequeño, cuando mis primos repartían muñecos para jugar los sábados por la tarde, siempre me daban el wookie. Desde entonces fuimos uña y carne. O uña y pelos. Bueno, ustedes ya me entienden. El caso es que los amigos de Hollywood han anunciado que van a realizar un documental sobre Peter Mayhew, el actor que interpretó al personaje y que tiene, por cierto, una vida alucinante.

El proyecto pretende recrear los años de rodaje de ‘Una Nueva Esperanza’, en 1977. Peter combinaba su trabajo como enfermero en un hospital con las sesiones infinitas de maquillaje y la propia grabación en el estudio. Kyle Newman, que realizó ‘Fanboys’ (la película sobre un grupo de frikis que viajan al rancho Skywalker), dirige un guion que está en la ‘lista negra’ de Hollywood. Una lista que contiene los mejores guiones nonatos de la industria norteamericana.

Yo me muero de ganas de verlo. Mientras, a estrujar peluches.