Joker

Pudo ser la escandalosa risa del tipo que contaba chistes en la barra del bar. O su indiscriminado afán por gastar bromas elaboradas, de consecuencias impensables. Tal vez, simplemente, se lo encontró de golpe en la baraja de cartas, mientras hacía trampas jugando al póquer. Lo maravilloso de crear es que nunca sabremos a ciencia cierta de dónde llega la inspiración. A no ser, claro, que se lo preguntemos directamente a su autor. No sé si alguien lo hizo alguna vez con Jerry Robinson. Si no, será demasiado tarde.

El viernes falleció el que muchos -casi todos- consideran el padre de ‘Joker’, el archienemigo de Batman e irracional contrapunto a la sobriedad, oscuridad y raciocinio del héroe de Gotham. Curiosamente, el único que nunca le concedió ese título fue Bob Kane, el padre del Caballero Oscuro. Una idea tan curiosa como sugerente: ¿No imaginan a estos dos artistas cruzando sus miradas y urdiendo planes maquiavélicos para vencerse el uno al otro? ¿No ven el romanticismo entre ambos, inspiradores en vida y hechos de sus personajes? A mí me parece fascinante. Veo una historia genial.

El Joker, el enorme legado de Robinson, es uno de los grandes vencedores en el mundo del cine y la televisión. Probablemente sea el único personaje de cómic que no ha salido mal parado nunca en la pantalla. Desde la interpretación más ‘humana’ de César Romero en la serie de los años 60, hasta el oscurantismo absoluto de Heath Ledger en la saga de Christopher Nolan, pasando por la brillantez de Jack Nicholson con Tim Burton y la genialidad interpretativa de Mark Hamill (sí, Luke Skywalker) poniéndole voz en la maravillosa serie animada de los 90.

Hay cientos de razones para afirmar que el Joker es el villano mejor escrito de la historia del cómic: es despiadado, retorcido y no tiene un tonto objetivo de dominación; sólo quiere divertirse. Es la imagen caótica e irreverente del mal por el mal. De saberse parte importante de una historia y descubrir que, sin él, no existiría la mitología de Batman.

¿Has bailado con el demonio bajo la luz de la luna? ¿Por qué estás tan serio? ¿Es eso que veo una risa, Batman? Ríe en paz, Jerry.