El solista

Los periodistas son esas personas que ansían poder titular un susurro. Un rumor. Convertir en ‘la’ historia algo que, a ojos de cualquier otra persona en el mundo, no es más que una anécdota sin importancia. Al igual que –como dijo cierto genio- “las personas miran y el fotógrafo ve”, el redactor cuenta donde otros sólo intuyen. Ser apasionados de la comunicación nos empuja a teclear sin tregua y a superar penurias horarias y laborales que van más allá de la oficina. La historia lo es todo.

‘El solista’ (Joe Wright) tiene un título enormemente apropiado. Steve Lopez (Robert Downey Jr.) es un periodista del L.A. Times. Escribe a diario una columna sobre su ciudad y sus gentes. Una mañana, en un parque, bajo una escultura de Beethoven, conoce a Nathaniel Ayers (Jamie Foxx), un esquizofrénico que es, además, un genio musical; un virtuoso. Lopez comienza así el que será uno de los mayores reportajes de su vida.

El guión está basado en una historia real. De hecho, ambos protagonistas siguen vivos en Los Ángeles. Un guión que ha sido duramente criticado por los entendidos del celuloide, aseverando que “Wright se dedica a observar y no a adentrarse en la pasión de Ayers”. Pero que no les confunda el término musical, el motor de la película no es otro que el personaje de Robert Downey Jr., el auténtico solista. El periodista.

El cine ha rodado muchísimas películas sobre periodistas que desvelan una colosal trama de corrupción política o económica. Pero, si son capaces de meterse en la piel de Lopez –quien, por cierto, escribió el libro en el que se basa la cinta-, vivirán, durante dos horas, ese trajín diario de protagonistas, detalles, empatía y fechas de entrega que obliga al periodista a convertirse en un ronin que blande el bolígrafo en soledad. Con la consiguiente carga emocional que adhiere a su propia existencia.

Música para mis oídos.