Cines. Sur. Lens.

¿Qué es hoy África? «África es un continente que, desafortunadamente, sigue siendo muy desconocido. Pero con un potencial de crecimiento brutal. África es el reto que los ciudadanos tenemos por delante. África es el paraíso, pero también puede ser el infierno. Pero África es, sobre todo, sus habitantes. Millones de personas que, como tú y como yo, se despiertan por la mañana y tratan de ganarse la vida para conseguir el sustento que les permita irse a dormir con la tripa llena. Solo que en África, aunque todo es más difícil, las personas sonríen mucho más».

¿Por qué nos afecta una tragedia en Bostón y no una en cualquier lugar de África? ¿Necesitamos más historias africanas? «Las historias son todo. Las pinturas rupestres que las personas del paleolítico pintaban en sus cuevas, hace miles y miles de años; son historias. Un bostoniano, además de serlo, es norteamericano. Y occidental. Un africano no es más que un africano. Y África no es un país. Lo dice uno de los protagonistas de ‘Amistad’, de Steven Spielberg: “¿Cuál es su historia? Usted ha demostrado saber lo que son ellos: africanos. Felicidades. Pero lo que no saben y ni siquiera se han molestado en absoluto en descubrir es quiénes son”. Ese es el desafío».

¿Cuál es el tema de África? «El de la historia de cada uno de sus habitantes. Y hay cientos de miles de historias por ser contadas. Películas como ‘Disparando a perros’ o ‘La pesadilla de Darwin’ muestran la cara más amarga del continente, pero ‘Under African skies’ muestra, por ejemplo, que la música puede ser una herramienta de unión más poderosa que miles de discursos bienintencionados. O, como cuenta ‘Invictus’, el deporte».

¿Qué espera el espectador del Norte del cine del Sur y qué se encuentra de verdad? «El cine del Sur, sencillamente, no llega. En España es imposible ver, de forma normalizada, películas del Sur. Por eso, festivales como Cines del Sur tan importantes. Después, la precariedad de medios hace que, muchas veces, nos cueste entrar en estructuras narrativas más lentas o discursivas a las que estamos acostumbrados con el cine de Hollywood. Pero el cine, al final, es una historia narrada. Y del equipo que la filma depende dar con el tono y el ritmo adecuados, dependiendo de los medios a su alcance».

¿Con qué ojos vemos África, cómo creemos que es, qué nos dice el cine que es y cómo es en realidad? «Cada vez más, las películas muestran la realidad, muchas veces contradictoria, de distintos países de África. ‘Hotel Rwanda’ o ‘Diamantes de sangre’, por ejemplo, meten el dedo en la llaga de algunas situaciones lacerantes que allí ocurrieron o siguen ocurriendo. Y, por fin, el cine español ha girado su mirada a lugares como el Sáhara o a la tragedia de la inmigración, a través de películas notables como ‘Wilaya’, ’14 kilómetros’ o ‘Retorno a Hansala'».

¿Qué nos perdemos del cine africano? «Un universo completo. Una cinematografía radicalmente distinta. Conocer lo que ocurre, desde dentro, en un continente muy, radicalmente distinto al nuestro».

Responde Jesús Lens, autor de ‘Cineasta Blanco, Corazón Negro‘ (Editorial Almed, 2013). Lea ‘Cineasta Blanco, Corazón Negro, Escritor Verde’.
Festival de Granada – Cines del Sur: Imágenes del Milenio. Del 9 al 15 de julio.

Festival de Bandas Sonoras de…

Mark Isham colaboró, durante los 70 y 80, con varios cantantes y grupos de renombre de la talla de Bruce Springsteen, The Rolling Stones, the Beach Boys o Van Morrison. Dentro del cine destacará su carrera al lado del director Robert Redford, para quien compondrá ‘El Río de la Vida’, y por la que recibió su única nominación a los Oscar. A este trabajo le siguieron otros, como ‘El Dilema’, el drama político ‘Leones por Corderos’ o ‘La Conspiración’, su última colaboración con Robert Redford.

Blake Neely es músico desde temprana edad, acaba llegando a la música de cine a través de su mentor y amigo, el fallecido Michael Kamen. Durante su periodo en Mediaventures colabora con Hans Zimmer componiendo música adicional para películas como ‘El Último Samurai’ o ‘El Rey Arturo’ o en labores de orquestador en trabajos como ‘Spanglish’ o ‘Los Simpsons’. Ha compuesto l amúsica de ‘El Mentalista’ o ‘The Pacific’.

También está, por supuesto, Ludovic Bource, nombre que puede no sonarles de nada pero que mereció el Oscar a mejor banda sonora este año. Sí, el es parte vital de ‘The Artist’. Y, por supuesto, mi admirado Trevor Morris, que ha cosechado múltiples nominaciones a los premios Emmy y Gemini por su trabajo en Los Borgia, Los Tudor y Los Pilares de la Tierra.

Pues tenemos la fortuna de poder disfrutar de todos ellos en el Festival de Bandas Sonoras de… ¿Cómo? Ah, sí, claro. Disculpen. Podríamos haber disfrutado de todos ellos en el Festival de Bandas Sonoras de Úbeda. Pero, lloremos, el evento ha pasado a una ciudad que ha sabido apostar por algo muy grande. Enhorabuena, Córdoba.

Exit Filmfest

Permitan que utilice esta columna de altavoz de una iniciativa universitaria que me ha gustado mucho. Y en la que, además, puede que quieran participar: «El próximo mes de mayo se celebra en Granada la primera edición de EXIT, Festival Internacional de Cine Universitario de Granada.

El festival, organizado por la asociación cultural My Car Is Mine, cuenta con la Facultad de Comunicación y Documentación de Granada, y con la Universidad de Granada (Vicerrectorado de Estudiantes y Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Cooperación al Desarrollo) como patrocinadores oficiales.

Los participantes pueden presentar su corto hasta el 8 de abril dentro de cualquiera de las tres categorías existentes: Ficción, Documental y Experimental. El mejor cortometraje de cada categoría se dotará con un premio de 1000 euros. Puedes encontrar las bases del concurso y más información en su página web: www.exitfilmfest.com.

Dos representantes de cada obra seleccionada serán invitados a Granada durante la celebración del Festival, para permitirles así entrar en contacto con la ciudad y con el mundo universitario granadino. La organización se hará cargo del alojamiento y de gestionar la estancia de los asistentes.

En esta primera edición, EXIT pretende convertirse en un punto de encuentro de jóvenes creadores de todo el mundo que, además de compartir sus obras, puedan compartir sus experiencias participando activamente en el festival y las actividades paralelas que se realizarán durante el mismo».

¿Cómo lo ven? No pinta nada mal, la verdad. A mí, personalmente, me encanta que la escasez de pasta no reduzca el enorme talento que pulula por las aulas universitarias. Si tienen algún corto, anímense. Si no, siempre podrán disfrutar de las historias que buscan salida.

El talento de Mr. Pío

El talento es un jersey de cuello vuelto que abriga en invierno y refresca en verano. El talento es una bendición. Su poderoso atractivo ha sido motivo de guerras. Sus cualidades, razón de paz. Es como ese pájaro que se posó en el balcón de una sala de conciertos. Y no una sala cualquiera, una enorme. Los mejores instrumentos del mundo se concentraban allí para demostrar, con orgullo, que sus melodías eran las armas que cambiarían el mundo.

Pianistas tailandeses, percusionistas americanos, flautistas franceses, violinistas iraquíes, chelistas españoles, trompetistas chinos… Un sinfín de genios que en solitario deslumbran y, en conjunto, crean una armonía universal. Los músicos de la sala se sabían privilegiados en un mundo que sólo abre sus puertas cuando se conjuga la suerte con el buen hacer.

Tan grandes y tan colosales eran los artistas, que los sonidos pequeños (el crujir de una rama, el soplar del viento, el goteo de la lluvia) se habían vuelto rumores a los que no se podían permitir prestar atención. Sin embargo, aquella mañana, quiso el destino que el director de la orquesta -por azahar, por casualidad o por belleza, qué se yo- reparara en un pequeño pájaro postrado en el balcón de la sala. Por un eterno segundo, del pianista al trombón, todos los artistas silenciaron su música para atender a eso que había frenado la batuta.

El pájaro, visiblemente halagado, respondió con prestancia a la oportunidad que los mejores instrumentos del planeta le acababan de brindar. Respiró hondo. Concentró el pico. Y, por fin, lanzó el guante del talento: “Pío, pío”.

Llámenlo sala de concierto o Festival de Cannes. A su gusto. Lo innegable es que, por muy diminutos que nos sintamos a la sombra de las primeras figuras del cine, el talento está donde tiene que estar. El granadino Pedro Pío se quedó sin el premio a mejor Corto Documental por ‘Maya’. Pero, ¿y la sensación de haber cantado tu apellido delante de las cámaras de todo el mundo? Talento, amigos. Talento.

Adán y Eva

Según indican los últimos estudios, Adán y Eva eran unos fanáticos del cine. De esas parejas que no perdonan, al menos una vez por semana, una buena película. Ya que ambos gustaban del gran espectáculo del celuloide, la discusión sólo llegaba cuando estaban frente a la taquilla del Cine Paraíso. Les costaba mucho ponerse de acuerdo a la hora de elegir la película: “Yo quiero ver ‘Juerga de Solteros’”. “Nada, déjate de tonterías, vamos a ver Crepúsculo”. Se pueden imaginar las broncas. Divinas. Al final, claro, uno ganaba y el otro volvía frustrado a casa –o la sombra del árbol del Maná, según se mire- .

Un día, la perversa serpiente les propuso un trato: Si tenéis distintos gustos, ¿por qué no hacemos un cine para Adán y otro para Eva? Así nunca os pelearíais. La pareja contorneó la mandíbula y, dubitativos, decidieron probar. Al salir de la proyección, la serpiente les preguntó, por separado, qué tal la experiencia. Curiosamente, ambos respondieron lo mismo: “Reír y llorar solo es como si nunca hubieras reído o llorado”.

La directora de cine Ana Díez, ganadora de un Goya a Mejor dirección novel por ‘Ander eta Yul’, ha participado estos días en el X Festival Mujeres del Cine de Granada. Hace unos días leí una entrevista en la que decía una frase que me encantó: “No creo que exista un cine para mujeres y otro para hombres”. Mi primera reflexión fue, entonces, ¿para qué un festival como éste? ¿Si queremos romper barreras no es un tanto absurdo separar películas por sexos? Pero entonces me di cuenta de que, en realidad, este festival lleva 10 años cargándose un muro de apariencias en un mundo dominado por hombres. Y, sino, ¿por qué tanto revuelo con el Oscar de Kathryn Bigelow? Supongo que la máxima aspiración de Mujeres del Cine es desaparecer. Que nadie vea la necesidad de subrayar que hay mujeres haciendo cine, y del bueno.

Ya sea como espectadores o como autores, la relevancia del arte no debe ridiculizarse a una cuestión de penes y vaginas. Una última pregunta: ¿Cuántos creen que Adán quería ver ‘Juerga de Solteros’ y Eva ‘Crepúsculo’? Porque, según los estudios referidos, parece que nunca se supo.