Dragones y Mazmorras

Hace ya muchos años, pero recuerdo perfectamente cuando se estrenó ‘Dragones y Mazmorras’. Fue unos meses antes de que viera la luz ‘El Señor de los Anillos’ de Peter Jackson y pretendía subirse a la ola mediática que había generado el periplo de la Tierra Media. Leí cosas como estas –no es broma–: «Dragonez y Mazmorras será la versión divertida del nuevo intento de convertir un tostón de libro en una película de aventuras»; «las espadas brillarán mejor gracias al ejército de fieles amantes del juego de rol que pueblan todo el mundo»; «inteligente movimiento para adelantarse al efecto hobbit con el estreno un año antes de ‘Dragones y Mazmorras’…»

¿Qué nos dice la historia, siempre sabia y acertada, de aquella mañosa película del ínclito y nefasto director Courtney Solomon? Dice, exactamente, que ‘Dragones y Mazmorras’ es la más acertada y cortés definición de bazofia cinematográfica en este y en cualquier otro género. Incluida en cientos de listas con nombres tan rimbombantes como ‘las peores películas de la década’, ‘lo que nunca debimos ver’, ‘films que deberíamos denunciar’ y ‘si lo sé, veo ‘Brácula’ otra vez’.

Resulta que Warner Bros ha iniciado los trámites para relanzar la franquicia de ‘Dragones y Mazmorras’ una vez haya pasado el fenómeno de ‘El Hobbit’ (poco fenómeno, hasta la fecha). Su gran baza publicitaria es que David Leslie Johnson, el escritor de ‘Furia de Titanes’, será su guionista. Nada que añadir, señoría.

Y yo me pregunto: ¿con lo bonita, maja y entrañable que era la serie de televisión de los ochenta, por qué no intentan algo similar? Ya saben: «tú el bárbaro, yo el arquero, acróbatas, magos y el caballero». Además, Venger fue uno de los mejores malos de dibujos animados de la historia de mi infancia. ¡Podía volar sobre su caballo gracias a unas alas que le salían en su espalda (las de Venger, no la del caballo; misterios de la ciencia)!

¿Recuerdan? «Llegamos a un mundo fantástico, lleno de seres extraños, el amo del calabozo, nos dio poderes a todos…»

Furia de Titanes

La mitología es ése cofre en el que guardamos el germen de las historias. Un impecable lugar común al que siempre da gusto volver para reencontrarse con viejos conocidos. ‘Furia de titanes’, la original de 1981, consiguió que muchos niños viajáramos a las bibliotecas en busca de información. Necesitábamos saber más de Perseo, Andrómeda, Zeus y Hades. Y, lo más fascinante, fue descubrir que llevaban allí desde el principio de los tiempos. La mitología se trata más como Historia que como Literatura, un compendio de aventuras y milagros a los que les otorgamos fe y verdad porque, en el fondo de sus palabras, portan un aprendizaje siempre válido. Siglo tras siglo.

Cualquier película que trate la mitología clásica tiene un alto porcentaje de encantar –en su expresión más mágica-. Pero, sepan, que un insulto a los primeros héroes es una bofetada que no se olvida. ‘Furia de Titanes’, la nueva, es lamentable. Un ‘remake’ innecesario porque consigue hacer de un guión que apasionaba, un tostón sin ritmo ni clase. Unos héroes aburridos, liderados por un siempre plano Sam Worthington, del que aún me pregunto qué trato habrá firmado con Satanás para estar en todos los taquillazos de los últimos meses (‘Avatar’, ‘Terminator Salvation’), porque mira que es malo el chaval. Carisma cero.

Además, en las historias de aventuras –clásicas o no- hacen falta unos secundarios que nos duela desprendernos de ellos. Personajes repletos de luces y sombras, que viven su propia película. Y no peleles esclavizados por bichos generados por ordenador. Porque, amigos, el gran timo de esta película está ahí. Justo en lo que más han utilizado para vender y hacer daño en la cartera: las tres dimensiones.

Si el guión es malo, es peor aún con las gafas 3D calzadas sobre la nariz. La cinta no tiene ni una sola imagen por la que merezca pagar un euro más. Nada de nada. De hecho, durante el 90% de la película me pasé con las gafas bajadas porque lo único que conseguían era oscurecer la imagen y estropear lo poco que da gusto ver: Gemma Arterton, guapísima actriz a la que habrá que seguir la pista.

Ningún fénix cultural resucitará en ningún niño con ganas de aprender gracias a la cinta de Louis Leterrier (‘El increíble Hulk’) ¿Un consejo? Disfruten del trailer con música de Muse. Es, sin duda, lo mejor de la película.