El granadino que ‘forjó’ a Iron Man

Raúl Pérez trabaja en ‘Trixter’, una empresa alemana dedicada al mundo de los efectos especiales de película como ‘El Capitán América’, ‘Los Vengadores’ y ‘Cloud Atlas’. Su sueño, que no descarta, trabajar en la nueva saga de ‘La Guerra de las Galaxias’

Crecer soñando que pilotas el Halcón Milenario tiene sus consecuencias. La primera y más trágica, descubrir que nunca pilotarás el Halcón Milenario. La segunda, que el resto de tu vida estará marcada por un sincero amor a la ciencia-ficción. El granadino Raúl Pérez lleva años ligado al mundo del cine, primero en Kandor Graphics y ahora en ‘Trixter’, una empresa alemana dedicada al mundo de los efectos especiales. Probablemente hayan visto su trabajo y todavía no lo sepan: una de las películas más taquilleras del año -y de la historia-: ‘Iron Man 3’.

Vale, Raúl Pérez no terminará a los mandos de una nave interestelar acompañado por un wookie. Pero lo mismo -dentro de unos años hablamos- se da el gusto de explotar algún caza imperial en la nueva trilogía de ‘La Guerra de las Galaxias’.

Apunten su nombre para buscarlo en los títulos de crédito.

-Háblame un poco de ti, trayectoria personal, biografía, de dónde eres exactamente…

-Aunque yo nací en Barcelona, a los 12 años me mudé junto a mi familia a Granada, por lo que me considero granadino ya que aquí fue donde, por así decirlo, me desarrollé como persona. Desde muy pequeño siempre me había interesado la ciencia y el cine, especialmente la ciencia-ficción, afortunadamente encontré aquí a otro grupo de “locos” como yo, con los que juntarme y empezar a indagar en eso nuevo del 3d que acababa de aparecer. La cosa fue evolucionando hasta que al final decidí dedicarme a esto y encontré trabajo en una joven empresa de Granada que por aquel entonces hacia reconstrucciones de accidentes para juicios y contenido multimedia para la web de Puleva. Poco a poco la empresa fue creciendo, y yo con ella hasta llegar a la actual Kandor donde estuve trabajando los últimos 14 años hasta ahora que me he ido a Alemania.

-¿En dónde trabajas ahora mismo? Describe un poco la empresa y sus proyectos.

-En estos momentos estoy trabajando en Munich para Trixter Film, en el departamento de efectos especiales. Trixter es una empresa emergente, no muy grande (unas 50 personas), y siempre ha tenido fama por su buen hacer. Hace un par de meses que hemos estrenado sede, un edificio pensado para las necesidades de una empresa como la nuestra, lo cual facilita mucho el flujo de trabajo amén de la comodidad para toda la plantilla. Una plantilla compuesta por muy buenos profesionales de todas partes de Europa, incluida una fuerte presencia española. Ha realizado trabajos para películas como ‘Capitán America’, ‘Los Vengadores’ y ‘Cloud Atlas’, así como para series de la BBC (‘Wolfblood’) y películas de animación.

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-¿En qué consiste exactamente tu trabajo?

-Mi trabajo consiste en diseñar, crear y realizar, a petición del director del proyecto, toda clase de efectos visuales como simulaciones de fluidos, de telas, fuego, polvo, humo, rayos, disparos, etc… Lo que para mí es la parte más divertida de este tipo de películas.

-¿Qué hiciste en Iron Man 3?

-Pues en Iron Man me encargué de realizar todo tipo de explosiones, disparos de la armadura, así como el humo arrojado por las piezas de esta cuando vuelan separadas, más alguna que otra inclusión de elementos digitales sobre fondos reales.

-¿Qué sensación tienes al ver en el cine un trabajo tuyo? ¿Cómo es ser parte de algo tan grande?

-Me da la satisfacción de ver mi trabajo, que me ha supuesto un gran esfuerzo y horas de sueño, junto al trabajo realizado por otras compañías y personas que siempre han sido un referente para mí. Esto me hace pensar que voy por el buen camino. Pero como bien dices esto es un proyecto muy grande, con un volumen de trabajo y cifras increíbles, yo solo soy una pieza más en un engranaje inmenso.

-¿Seguirás trabajando con Disney? ¿Conociste a alguna estrella de Hollywood (actores, directores…)?

-Mi intención es seguir donde estoy subiendo peldaños poco a poco. La única estrella de Hollywood que he conocido ha sido Antonio Banderas en Granada ya que siempre ha estado muy ligado a Kandor y cuando estaba en España solía pasar a visitarnos.

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-¿Cuáles son tus futuros proyectos?

-Bueno, no puedo asegurar nada, pero se avecinan interesantes proyectos del mundo Marvel como las secuelas de ‘El capitán américa’ y ‘Los vengadores’ en las que espero estar involucrado en breve. También acabamos de hacer algunos efectos para la última película de Roland Emmerich, así que espero seguir avanzando también por esa senda.

-¿Mantienes contacto con Kandor? ¿Tienes ganas de ver ‘Justin y la espada del valor’?

-El haber trabajado tantos años en Kandor desde sus inicios, hace que me sienta muy ligado a ella y mantengo un contacto fluido con todos mis antiguos colegas. Respecto a la película, tengo muchas ganas de verla ya que ha llevado unos años de intenso trabajo y esfuerzo el realizarla.

-¿Qué querías ser de mayor?

-De mayor siempre había querido ser piloto, pero mi vista y mi tamaño se encargaron de ello. Por suerte mi abanico de posibilidades siempre había sido muy amplio.

-¿Qué formación es necesaria para dedicarse a esto?

-Yo soy un ejemplo atípico de esta profesión ya que cuando empecé esta estaba en pañales, no existían opciones formativas a excepción de costosos y escasos cursos fuera de España. Por ello tuve que ser completamente autodidacta ya que somos una mezcla entre informáticos y artistas. Hoy en día ya empieza a haber clases en las universidades y hay muy buenas escuelas en España para todo aquel que quiera dedicarse a esto.

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-Si pudieras realizar los efectos especiales/animación de cualquier película en el mundo, ¿cuál sería?

-Soy un grandísimo fan de la ciencia ficción, así que os podéis imaginar que me encantaría participar en los nuevos proyectos que están por venir…

-Por si no lo has pensado, ¿qué tal te suena un granadino trabajando en la nueva trilogía de Star Wars?

-A mí me suena genial y para eso estamos trabajando en ello.

-¿Película que verías mil veces?

-Cualquiera de las trilogías de ‘Star Wars’ o ‘Indiana Jones’. Me devuelven a mi ochentera adolescencia.

-¿Hay buena cantera en el cine español en tu campo?

-Hay muy buenos profesionales de España en mi campo, no somos muchos pero estamos bien valorados, y digo de España, porque la mayoría están fuera de España. Es una lástima que sea así pero en estos momentos carecemos de oportunidades en nuestra tierra.

-Ni siquiera Iron Man 3 se libra de la piratería… ¿Cómo solventamos el problema? ¿Crees que la gente es consciente?

-La piratería siempre va a estar ahí, no podemos erradicarla, pero podemos hacerla menos atractiva usando las nuevas tecnologías. Pero para ello las grandes distribuidoras necesitan cambiar de mentalidad y desarrollar nuevas vías de distribución. Por ejemplo, yo prefiero ver una película en streaming a buena calidad pagando un precio justo, que una copia pirata de dudosa calidad.

-¿Echas de menos vivir en Granada? ¿Haces patria por Alemania?

-Echo mucho de menos Granada. Allí tengo mi familia, mi casa y mi gente, pero son los tiempos que nos han tocado vivir y ahora toca emigrar. Espero volver, pero por ahora el futuro es incierto. Por suerte en mi actual empresa hay unos cuantos españoles con los que hacer piña, y además, he podido descubrir que los húngaros, rumanos y búlgaros son muy parecidos a nosotros en cuanto a carácter y forma de ver la vida.

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Iron Man 3, la gota de Fairy y los tailandeses

Me encanta la expresión «es como una gota de Fairy». Tiene el poder de generar rápidamente una imagen certera en la cabeza del público: una sartén repleta de grasa que cae fulminada, como fichas de dominó, ante el atómico poder de una pequeña gota verde. Veamos algunos ejemplos: «olía tan mal, que cuando Fulanito entró en la discoteca fue como una gota de Fairy»; «dijo que no le gustaba Gran Hermano y fue como una gota de Fairy»; «confesó su odio al helado de natachoc y fue como una gota de Fairy»; o, mi favorita, «admitió que él terminaría con el paro en España y fue como una gota de Fairy». En fin, ya ven.

El estreno de ‘Iron Man 3’ es, a todas luces, una gota de Fairy para el resto de películas de la cartelera. Nada, la cinta de Shane Black ha sido –y está siendo– intratable, destapando la más que evidente estrategia de las distribuidoras de no estrenar en estas semanas prácticamente nada llamativo para el gran público. Hagan un repaso, visiten su cine de referencia y busquen alternativas a Disney… Complicado, ¿verdad?

No quiero quitar mérito al resto de películas, pero es un mes de mayo bastante anodino para lo que suele suponer en la taquilla total del año: ‘La gran boda’, ‘Combustión’, ‘Scary Movie 5’, ‘Ayer no termina nunca’, ‘Tierra Prometida’, ‘Un lugar donde refugiarse’, ‘Tomboy’, ‘Stoker’, ‘La Mula’, ‘Objetivo: La Casa Blanca’… Claro que ‘Iron Man 3’ ha sacado dinero para justificar la invención de las palomitas de aquí hasta el año 2098. La segunda película más taquillera de la historia, ahí es nada.

¿Y a qué viene todo este llanto, todo este pataleo sin sentido por la cartelera española? A que, una vez más, los fans más absolutos, los que estamos dispuestos a gastarnos el dinero sin rechistar, tenemos que esperar tres meses para ver ‘Star Trek: En la oscuridad’, cuando en EEUU se estrena el próximo 14 de mayo. Hala, ya lo he dicho. Malditos roedores.

Si se quieren echar unas risas a costa de Iron Man 3, pasen y vean este tráiler ‘suecado’ hecho por tailandeses. La leche:

Iron Man 3

Amigos del cómic, de las personas con grandes responsabilidades, del hype mañanero y del ansia viva por una escena que llevas años anhelando: ‘Iron Man 3’ es lo que esperáis. Altas dosis de entretenimiento visual, chistes oportunos de Robert ‘Tony Stark’ Downey Jr., guiños a otros marvelitas por doquier, una acertada y adrenalítica hora final y un hermoso teatrico tras los títulos de crédito. Partiendo de este mínimo básico que debería ser suficiente para establecer la línea divisoria entre el ‘me gusta’ y el ‘¿otra de superhéroes?’, hablemos de la película de Shane Black (‘Arma Letal’), sus problemas y sus aciertos.

‘Iron Man 3’ arranca inesperada. Musical y narrativamente hablando (sobre todo musical). Tony Stark no ha dejado de trabajar en su armadura desde la invasión alienígena de Nueva York (’Los Vengadores’). Mientras él se encierra en su laboratorio, el ejército de los Estados Unidos, liderados por el Comandante Rhodes (Don Cheadle), se enfrenta a un tirano con tintes de Bin Laden, ‘El Mandarín’ (Ben Kingsley), que ha detonado varias bombas en las principales capitales del país. Entre medias están Aldrich Killian (Guy Pearce) y Maya Hansen (Rebeca Hall), dos científicos con una idea revolucionaria. Y la siempre dispuesta Pepper Potts (Gwyneth Paltrow)… ¿Quién será el primero caer?

Recurrente. Supongo que ésa es la mejor palabra para definir el lastre de ‘Iron Man 3’: volver a una historia que suena terriblemente conocida, repleta de lugares comunes y abusos de fórmula. No, no llega a ser aburrida ni decepcionante. Es ‘nerdgásmica’, sin duda. Pero da la sensación de que en vez de avanzar en la narración, retrocedemos otra vez a un punto de partida muy trillado. Obviando el guión, hay una sombra que maneja los hilos de manera estelar: Shane Black.

El director de ‘Kiss Kiss, Bang Bang’ se lo pasa en grande jugando con los héroes del cómic, desplegando un arsenal de virtudes adquiridas en su carrera que convierten a ‘Iron Man 3’ en un conglomerado de genialidades y gamberradas. Ya sea por el tono pop, el talentoso uso de la acción (la huida de la mazmorra con una armadura que no llega, magnífica), el poderoso imaginario del perdedor sobre la nieve o el ingenioso contrapunto del niño pueblerino; Black acierta, reinventa y aporta una huella sensacional.

El legado sigue ahí: Robert es Tony y Tony es Iron Man.

Muy disfrutable. Sin 3D, por favor.

Iron Man 3: lo que dijimos de Tony Stark

En los últimos años hemos hablado en varias ocasiones del bueno de Tony Stark. Permitan que recupere mis cuatro párrafos favoritos, de cuatro momentos distintos.

(I) Tony Stark es un rico y poderoso imbécil. Un mimado prepotente que nació con los panes de otros bajo el brazo. Malcriado con una fortuna heredada, niño de papá y dependiente absoluto de Pepper Pots, mezcla de secretaria, asistente y ama de llaves de una vida desordenada y jerarquizada por la innovación armamentística. Hijo de la doble moral americana que dicta que la mejor forma de evitar una guerra es matando a los malos. Mujeriego, pendenciero y adicto a la superioridad. Entonces, ¿por qué nos gusta tanto Tony Stark? Porque, en realidad, es un perdedor. Con clase, pero un perdedor. Y las historias de perdedores son las únicas que merecen ser llamadas ‘heroicas’.

(II) Cuando se estrenó la primera parte, coincidía que Marvel acababa de publicar el cómic en el que Spiderman hacía pública su identidad secreta. Esa sinceridad y esa culpa –heredera de Watchmen- son una auténtica revolución en el mundo del héroe. La máscara, el antifaz, la capa, el traje… La era de Internet cambia los términos y el superhéroe no es sólo el que tiene superpoderes, también el que no se esconde (curioso, por cierto, esta vena de autenticidad en la época del Messenger, Facebook, Twitter, Tuenti…)

(III) Iron Man 2 es una honesta película de héroes de acción que esconde sus enormes carencias de guión detrás de dos horas de puro divertimento, espectacularidad visual y momentos épicos que harán que disfruten como enanos. No se acerca, en absoluto, a la profundidad, capacidad narrativa y excelencia de ‘El Caballero Oscuro’. Pero tampoco a bazofias tipo ‘Cuatro Fantásticos’, ‘El Motorista Fantasma’ o la ínclita y paupérrima ‘Catwoman’. La última de Jon Favreau es una correcta continuación de la saga que crece por momentos hasta unos minutos finales absolutamente espectaculares.

(IV, sobre Los Vengadores) Las viñetas que leí y las viñetas que dibujé en mi mente confluyeron delante de mis ojos. Por fin el cine ha creado una escena como las que soñé siendo un niño. Como las que aún viven en mi cofre de cartón. Llego tarde para escribir una crítica que encienda su curiosidad sobre la película. De hecho, no quiero hacerlo. No hoy. Hoy quiero dar las gracias: Gracias, Joss Whedon.

Cine en viñetas, de Iron Man 3 a Thor

El truco está en que apela a algo mucho más grande. Quiero decir. Los que vamos –ilusionados– a ver una película de superhéroes no esperamos una obra maestra del cine contemporáneo. No, al menos, en la mayoría de los casos. Es verdad que de vez en cuando nos dan las neuras artísticas y exigimos un film trascendente que marque un antes y un después en la historia de la humanidad. Pero no siempre. Como digo, la mayoría de las veces nos conformamos con ver en movimiento a los protagonistas de nuestros cómics.

Hay ciertas verdades no escritas en el ‘cómic-cine’. A saber. Su público es fiel. Paga sus entradas con devoción religiosa, a poder ser, el día del estreno. Sí, incluso si se trata de ‘Los Cuatro Fantásticos’ o ‘El Motorista Fantasma’, el paradigma moderno de la visualización fecal en 24 fotogramas por segundo. Además, el fiel entra rápidamente en el juego del ‘hype’: la excitación. Devora tráilers, lee previas en todos los idiomas disponibles, analiza el guión y sus giros, especula con la escena que habrá tras los créditos… En fin. Que se divierte antes incluso de que empiece la sesión.

Por otro lado, el ‘cómic-cine’ ha encontrado el filón en las sagas. No se entiende una historia aislada de un personaje cualquiera sin estar encuadrada en algo mayor. Los de Marvel (‘Capitán América’, ‘Thor’, ‘Hulk’…) ya tienen en marcha sus ‘Vengadores’ y es cuestión de meses que DC anuncie su ‘Liga de la Justicia’ (‘Superman’, ‘Batman’…).

Ayer se estrenó el tráiler de ‘Thor: El mundo oscuro’ y esta semana llega ‘Iron Man 3’ a nuestras salas (¡antes que a EE.UU!). Dos películas diseñadas para mentes débiles que caen hipnotizadas por la mitología de la viñeta, el ‘hype’ del fan y el irresistible erotismo de la escena secreta al final de la película. Mentes débiles del mundo, nos vemos en el cine.

Iron Man 3

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Thor: El mundo Oscuro

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