Parker

Dicen que Jason Statham es un tipo magnético. Como el compañero malo de clase que todos mirábamos de reojo, para ver si hacía un chiste o una gracieta cruel, cada vez que el profesor se equivocaba. Nosotros éramos buenos y nos quedábamos calladitos. Pero nos gustaba confirmar que había un capullo dispuesto a avergonzar al maestro. Ése es Statham. El maldito bastardo, el crank dopado, el conductor imprudente, el asesino mecánico… Y, ahora, ‘Parker’. O, lo que es igual, el mismo personaje una y otra vez, en distintas películas y con distintos directores.

Taylor Hackford (‘Oficial y Caballero’) dirige ‘Parker’ guiado por los preceptos de la escuela ‘Control C, Control V’.  A saber: copias lo que hay y lo pegas en otro documento. Parker (Statham) es un ladrón de duras convicciones, generoso con los buenos e implacable con los malos. Sin embargo, su banda no sigue sus mismos ideales y, al terminar un golpe, le matan. O eso creen ellos porque Parker sobrevive y, claro, busca venganza.

Entre medias, y todavía no tengo muy claro el porqué, aparece Jennifer López como una sugerente vendedora de casas y Nick Nolte como el padre de la novia.
‘Parker’ no goza de grandes efectos especiales ni de acción imponente ni de un guion intrigante. ‘Parker’ solo goza de Statham. Que es, desde luego, lo que debe buscar aquel que esté dispuesto a pagar una entrada. Es fácil: ¿te gusta lo que hace el protagonista de ‘The Mechanic’ en sus películas? Pues eso es lo que hay, ni más ni menos.

Aunque, por hacer honor a la verdad, dentro del género Statham, ‘Parker’ es de las más flojitas. Da la sensación de que los productores se arrepintieron de hacer la película a medio camino y, como ya no tenían escapatoria, la terminaron a lo loco. El film de Hackford no tiene ninguna trascendencia más allá de engrosar el vitaminado currículo de la estrella.

Los Mercenarios 2

‘Los Mercenarios 2’ tiene un grave problema de empatía. Si las películas de acción de los 80 y 90 nunca le dijeron nada; si Stallone, Schwarzenegger, Van-Dame, Willis, Lundgren y Norris son apellidos que ni le motivan ni le agradan; o si nació en una época en la que el término ‘héroe de acción’ se emplea para describir a Colin Farrel, Chaning Tatum, Sam Wothington o Taylor Lautner y, por tanto, ‘Desafío Total’, ‘Soldado Universal’, ‘Rambo’, ‘Terminator’ o ‘La Jungla de Cristal’ son sinónimos de “versiones y secuelas molonas de películas antiguas”, ‘Los Mercenarios 2’ no le emocionará nada en absoluto. De hecho, le irritará ver a tanta vieja gloria corriendo por campos de batalla, una barbaridad arcaica repleta de palabrotas, chistes malos, buenos en dos dimensiones y escenas poco espectaculares. Por tanto, podemos concluir que si usted se incluye en uno de los parámetros ya mencionados, ‘Los Mercenarios 2’ le parecerá una completa, soberana y magnánima bazofia.

Ahora bien, si se encuentra al otro lado de la línea, si ver a estos malditos bastardos en un mismo plano le eriza el vello, si creció en una época de maquetas, explosiones desmesuradas y músculos imposibles, amigo, usted va a alucinar.

‘Los Mercenarios 2’ supera a su predecesora en todo por una sencilla razón: sabe encontrar su sitio. La película de Simon West (‘The Mechanic’) reúne a los actores fetiche de la acción noventera con un claro objetivo: “vamos a pasárnoslo bien”. Y entonces sucede la magia y la autoparodia consentida por sus protagonistas, las constantes referencias a la vida real de los actores y a sus papeles fetiche, funciona también como la mejor y más maravillosa oda a su trabajo.

¿El guion? ¡No importa! De verdad, créanme, no importa nada en absoluto. La historia no es más que una excusa para crear las situaciones idóneas para que las estrellas hagan su trabajo. Además de contar con el cameo más memorable de la era moderna -Chuck Norris, impagable-, cumple el sueño del aficionado sin pretensiones que un día soñó con tener a Terminator, Rambo y McClane disparando en una misma escena.

Puede que estos actores debieran estar ya en un museo, pero la verdad es que su leyenda les sobrepasa. Insisto: es el único estreno del verano que supera mis expectativas. Yo no dejé de reír.

Asesinos de élite

¿Quién podrá decir, al final de los tiempos, que creó un estilo propio fácilmente reconocible? Ya se lo digo yo, muy pocos. Podemos discutir las veces que quieran sobre la calidad de las películas que protagoniza el bueno de Jason Statham -el clon moderno de Bruce Willis-, pero es que el tío ha conseguido forjar un cine tan evidente como el de Jackie Chan. A saber: habrá mala leche contenida, su personaje será irónico, estará enamorado de una preciosa chica que le hará volver al buen camino; las persecuciones en coche son obligatorias, con un mínimo de dos y sin máximo determinado; al menos, por película, un malo muere de un disparo en la cabeza; a Jason le gusta correr, así que lo hará por todo tipo de escenarios: desde grandes avenidas hasta tejados orientales (no olvidar romper grandes ventanales en salto); siempre tendrá un colega que hará las veces de maestro y mentor; y, lo más importante, olviden cualquier mensaje final con moralina: debe quedar claro y meridiano que su cuerpo es un arma perfectamente diseñada para la violencia más estilosa y desgarradora del cine moderno, es un killer. Jason Stathan es el mensaje.

Dicho lo cual, hablemos de ‘Asesinos de élite’. Pues eso. ‘Asesinos de élite’ es una película de Jason Statham, con todo lo que ello implica. ¿Te lo pasaste pipa viendo ‘Blitz’, ‘Transporter’, ‘The Mechanic’ y ‘Crank’? Si la respuesta es que no, ya hemos terminado. Si, por el contrario, se confiesan miembros del club de fan del calvo de las tortas y la mirada incisiva, ¡enhorabuena! Van a disfrutar más que los sobrinos del Pato Donald viendo al Último Superviviente en un estanque poblado por cocodrilos y velociraptores.

Danny (Statham) es un asesino profesional retirado que se ve en la obligación de cumplir con una última misión: rescatar a Hunter (Robert de Niro), su colega y maestro, secuestrado por un rico y poderoso Jeque de Omán. Para hacerlo tendrá que matar a tres militares británicos y hacer que parezca un accidente. Spike (Clive Owen), un ex agente del Servicio de Inteligencia Británico, se interpondrá en su camino con persecuciones en coche y carreras por los tejados de Londres.

Por si los actores ya mencionados no les parecen cantidad suficiente de adrenalina, aquí los secundarios: Dominic Purcell (el hermano preso de ‘Prison Break’) y Adewale Akinnuoye-Agbaje (el insigne Mr. Eko de ‘Perdidos’).

Así que si van al cine esperando una obra sobre la que reflexionar, que deje un poso filosófico en su recién renovado espíritu humanista, ‘Asesinos de élite’ no es su película. Sea como sea, dudo que alguien entre en la sala sin saber lo que se va a encontrar. El título no engaña.

The Mechanic

Lo malo de encasillarse en un papel es que nadie te va a creer en otro rol. Quiero decir, si normalmente eres el payaso de la oficina, muy pocos te harán caso si un día te pones serio. Y viceversa. Lo bueno es que cuando alguien necesite reír, tú serás la primera opción. Algo así le sucede a Jason Statham. No le veo haciendo un drama shakespiriano, un musical en Broadway ni una comedia independiente con Jason Reitman. Ahora bien, si hablamos de acción, es nuestro hombre.

‘The Mechanic’ es un guante pensando por y para Statham. La película de Simon West (‘Con Air’, ‘Tomb Raider’) es una más que decente obra de género. Del género del gatillo fácil, matones a sueldo, escenas de sexo, escapadas espectaculares y planes ocultos. Arthur Bishop (Jason Statham) es un ‘mecánico’, un mercenario que trabaja para el Gobierno de los Estados Unidos eliminando ‘personas molestas’: traficantes, sectarios, políticos corruptos, etcétera. Tras una desagradable misión, Bishop iniciará la formación del hijo de un amigo, Steve Mckenna (Ben Foster; ‘El tren de las 3:10’, ‘X-Men: la decisión final’), al que tendrá que enseñar las claves para ser un asesino en la sombra.

Sucede algo parecido a lo que nos pasa con Jackie Chan: o te gusta lo que hace o no te gusta lo que hace. No hay término medio. Hagan memoria y sabrán si quieren ver ‘The Mechanic’: ¿Les gustó ‘Transporter’, la cinta que le dio el salto a la fama mundial? ¿Se acuerdan de sus papeles en ‘Lock & Stock’ y ‘Snatch: cerdos y diamantes’? Y, sobre todo, ¿disfrutaron con la magnánima obra de arte ‘Crank’ -lo que me he podido reír viendo esta película, por favor, qué grande-?

Si no les dice nada ninguno de esos títulos o les da la sensación de que es “la misma basura”, ahórrense la pasta. Para todos los demás, Jason Statham no les defraudará.