J. J. Abrams y Michael Arndt también son Star Wars

En algún momento indeterminado, entre 1977 y 1999, convertimos ‘Star Wars’ en un culto. La saga de la familia Skywalker trascendió más allá del cine para conformar un estilo de vida. Rebeldes de edades variopintas conformando una única generación, la generación de los que desecharon la vergüenza, rompieron los cánones y defendieron a capa y espada -láser- el talento, la imaginación y la fantasía como algo más que un mero entretenimiento infantil. Aprendimos de la redención de Darth Vader, el carisma de Han Solo, la vocación de Luke, la pasión de Leia y la fidelidad de Chewbacca. Fuimos los niños que dejamos de parpadear en el primer ataque a la Estrella de la Muerte, los que temblamos al sentir la frialdad de la carbonita y los que entendimos el lúcido sacrificio que se escondía tras la máscara de ojos negros.

Desde que Disney anunciara la compra de Lucasfilms y su intención de estrenar el Episodio VII en 2015, se han alzado infinidad de voces que ponían en duda el futuro de la saga. Voces incrédulas que arremetían contra la decisión, maldecían a Lucas y auspiciaban una trilogía malograda, en la línea que inició ‘La amenaza fantasma’. Permitan que rompa una lanza en favor de los amigos de Mickey: creo en J.J. Abrams y en Michael Arndt. Por varias razones.

Arndt es un prometedor guionista que, con pocos trabajos, se ha granjeado las odas del gremio. Dos títulos bastan: ‘Pequeña Miss Sunshine’ y ‘Toy Story 3’. Abrams, por el contrario, se ha hecho un nombre poco a poco, escalando desde el frágil guion de ‘Armageddon’ a las películas y series que han definido su propio estilo: ‘Perdidos’, ‘Fringe’, ‘Super 8’ y ‘Star Trek’. Pero, ante todo, Abrams y Arndt son parte de esa generación que creció al amparo de ‘La Guerra de las Galaxias’.

Basta leer alguna entrevista con ellos para entender que son fans absolutos de la saga, fieles y respetuosos de su mitología. Son niños alucinando con el juguete que acaban de recibir, deseosos de escribir una nueva aventura en el universo que, probablemente, les empujó a hacer películas. Oh, vamos, es un círculo precioso, ¿no creen?

¿Miedo a otra trilogía falta de todo encanto como la amenaza fantasma, los clones y la venganza de los Sith? Haríamos bien en temer si fueran los mismos los que se esconden detrás de la cámara. Pero estamos presenciando un acto de valentía por parte de George Lucas, algo que no fue capaz de hacer diez años atrás: ceder la batuta a otro niño. Sí, creo en Abrams y Arndt porque son dos niños de esa generación atemporal. Porque les envidio. Porque ellos, todavía, son como usted y como yo.

Y para los que critican a Abrams, he aquí la razón por la que mantengo mi fe en él: su amor por las historias y su innata capacidad para despertar el interés (si tienen tiempo, no se pierdan los extras de ‘Super 8’, en el que cuenta cómo él y sus amigos empezaron a hacer películas; fascinante):

«I can just say what I want to do: I want to do the fans proud. I want to make sure the story is something that touches people. And we’re just getting started. I’m very excited.» (J.J. Abrams, tras hacerse público que dirigirá Star Wars VII)

Safety not Guaranteed

En los círculos cinéfilos hay un corrillo que no se disuelve desde hace casi un mes: Star Wars Episodio VII, VIII y IX. Los nombres que acompañan a la compra de Lucasfilm por parte de Disney siguen sonando como ecos de un incomprensible discurso de Yoda. El primero y, a priori, confirmadísimo, es Michael Arndt, encargado de escribir el arco argumental que abarcará la nueva trilogía. Vale que la unión de Disney y Star Wars ha revuelto los midiclorianos de millones de fans, pero Arndt es la primera razón para creer en un producto digno.

Arndt tiene el honor de firmar dos guiones de Oscar: ‘Pequeña Miss Sunshine’ (que lo ganó) y ‘Toy Story 3’ (que debió ganarlo). Su genio creativo y su frikismo confeso, le granjean mi más sincera admiración. Es puro talento.

Pero había que buscar dos nombres que apoyaran la labor creativa de George Lucas desde una óptica continuista. Aquí entra Lawrence Kasdan, que, en calidad de productor, estará presente en toda la labor creativa. Kasdan trabajó en ‘El Imperio Contraataca’, ‘El Retorno del Jedi’ y, atención amantes de los clásicos del PC, el videojuego ‘Shadows of the Empire’. Le acompañara en esta labor Simon Kinberg, escritor de ‘Señor y Señora Smith’, ‘Jumper’, ‘Sherlock Holmes’ y de la prometedora ‘X-men: días del futuro pasado’, secuela de ‘First Class’.

¿Quién será, pues, el director de tan intrigante proyecto? No hay nada confirmado, pero el rumor es cada vez más caudaloso: Colin Trevorrow. ¿Quién? Colin Trevorrow, un completo desconocido cuyo último trabajo se estrenó hace meses en Estados Unidos y aquí, en España, sigue la senda de la genial ‘La Cabaña en el bosque’. Hablamos de ‘Safety Not Guaranteed’, fantástica película de bajo presupuesto en la que una becaria sigue un anuncio de su periódico en la que un hombre busca acompañante para viajar en el tiempo.

La fuerza está en la calle.