Las nueve frases Del Revés

Llevo pensando en la frase desde que Bing Bong cerró los ojos. La repito una y otra vez, todos los días, para no olvidar nunca; para convertir sus palabras en la particular melodía –«triple dental, triple dental…»– que brota inesperada cuando el silencio quiere pensar. ‘Del Revés’ es una película preciosa e indispensable en la que es imposible no embeberse hasta sentirla propia. Al igual que el espejo, el film de Pete Docter (‘Up’, ‘Monstruos S.A.’) se acopla a los ojos del que mira, interpretando cada guiño en función de lo que sucede, ha sucedido y sucederá al terminar el metraje: en función de la vida.

Pero hay una frase. Una frase que sigue taladrando mi alegría, mi tristeza, mi miedo y mi ira. Una frase que sigo viendo caer, a la que sigo intentado atrapar con una mano imposible para que no se olvide; una frase que pellizca el estómago y que eriza el vello siempre; una frase, una jodida frase, que significa un mundo.

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Bing Bong es el amigo invisible que Riley creó cuando era pequeña. Un elefante rosa con toques de ratón, vestido con una raída gabardina marrón y un pequeño bombín con el que saludar elegantemente a los invitados a tomar el té. Bing Bong es fruto de la imaginación de Riley. Bing Bong es la imaginación de Riley. Ella le creó, ella escribió cómo sería. Y puesto que nosotros, los espectadores, entendemos nuestras emociones a través de las de Riley, él, Bing Bong, representa también nuestra imaginación más radical; más innata; más profunda. Más original.

Volvamos a la película. ¿La recuerdan?

(Qué pregunta más tonta, ¿verdad? Si la vieron, ya será un recuerdo fundamental. Si no, ¿qué hacen aquí?)

Bien. Intentamos llegar a la sala de control de las emociones, cerrando el segundo acto. Pero estamos atrapados en el subconsciente.

(Como el que está atrapado en su rutina, como el que se queja todos los días del mismo problema y convierte su angustia en una enorme montaña insuperable sin ser consciente de que él porta, desde el principio, los medios paras volar y surcar los cielos y las estrellas y descubrir que la montaña, desde lo más alto de lo más alto, es un pequeño punto azul pálido)

Bing Bong tiene una idea. ¡Hay que cantar! Y todos asentimos, como si la irracional lógica del elefante rosa tuviera todo el sentido del mundo. Y cantamos fuerte, con los puños apretados como cuando buscábamos un recuerdo bonito para volar al país de Nunca Jamás. Cantamos fuerte, con la sonrisa por bandera y cien cañones por banda, mientras superábamos la cima que nos bloqueaba.

Entonces miramos atrás y vimos a Bing Bong caer.

Bing Bong: «Llévala a la Luna…»

'Llévala a la Luna', ilustración de LelPel en Devianart
‘Llévala a la Luna’, ilustración de LelPel en Devianart

Llévala a la Luna, literalmente, que no exista ser sobre la faz de la Tierra que te hable de lo imposible en imperativo. Si quieres llegar a la Luna, llegas a la Luna. Surca el espacio, navega por sus recónditos destellos y descubre, al final, que quizás estés en el principio… como en Gravity.

Llévala a la Luna, al lugar donde pervive la pandilla. Rodéate de buenos amigos con los que contar siempre (“Nunca encontré amigos como los que tuve cuando tenía doce años. Dios mío, ¿los tuvo alguien?”) y persigue el imborrable misterio de la vez que rodasteis una película de extraterrestres… como en Super 8.

Llévala a la Luna, a la aventura, al poderoso afán de querer llegar al otro lado del océano, de navegar hasta que entiendas el mundo, navegar hasta que puedas tocarte la espalda… como en Kon Tiki.

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Llévala a la Luna y sigue tu vocación. Si naciste para ser dibujante, ¿por qué te empeñas en estudiar Derecho? Si los días en la oficina son una tortura, ¿por qué no miras hacia arriba? Mira sin miedo, con perspectiva, con el latigazo de George Clooney a las espaldas: «¿Cuánto le pagaron en este trabajo para que olvidara su sueño? ¿Cuánto costó su alma?»como en ‘Up in the Air’.

Llévala a la Luna y sé el mejor. No uno más, el mejor, el único capaz de pisar la Luna porque tu ambición es parte del talento. Quieres crecer, ascender y caer hasta dejar una huella en el mundo que marque a los que aún están por venir… como en ‘Whiplash’.

Llévala a la Luna, por el Arte, por el símbolo, por la poesía que esconden las palabras y que te convierten en autor de una obra que necesita creerse a sí misma. Un libro, una pintura, una película, un videojuego. Una máquina con la que las generaciones venideras viajarán en el tiempo… como ‘El atlas de las nubes’ o ‘La Invención de Hugo’.

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Llévala a la Luna, donde existe quien te completa, la persona que otorga sentido a la química y por la que merezca la pena volar, pese a Ícaro. Un romance de verdad, sin rosas edulcoradas ni emociones maniqueas, un romance que va desde el principio hasta el final… desde ‘Moonrise Kingdom’ hasta ‘Amor’.

Llévala a la Luna, pese a no tener fuerzas, pese a no tener ojos, pese a no tener oídos, pese a no tener piernas, pese a no tener estómago, pese a no tener pulmones, pese a no tener lo que un día llamamos, equivocadamente, normalidad. Viaja. Viaja hasta la Luna y hasta donde quieras, que nada ni nadie te frene… como en ‘Intocable’.

Llévala a la Luna. A los Cielos. A la Tierra Prometida. Al lugar donde confluyen las creencias, al final de un mar angosto y cruzado que nos pide paciencia, constancia y fe. El viaje más interior de todos y, quizás, también, el más lejano… como en ‘La vida de Pi’.

Graba la frase y, por lo que más quieras, llévala(te) a la Luna.

Del Revés, el ‘Érase una vez la vida’ de Pixar

Este fin de semana se estrena en Estados Unidos una de las grandes películas del año. Muy pocas veces se puede aseverar con tanta rotundidad algo desde la más pura ignorancia. Porque no, no hemos visto ‘Del revés’, el último trabajo de Pixar. Y, sin embargo, como diría el perro de ‘Up’ al gruñón de Carl Fredricksen, «te acabo de conocer y ya te quiero».

Supongo que es la magia, la imaginación que desprenden sus imágenes. Desde que vi el primer avance de ‘Inside Out’ (título inglés, mucho más acertado) estoy enamorado del proyecto. ¿No les parece una propuesta absolutamente original? La idea –la convivencia de las emociones que llevamos dentro– conectó con aquellas mañanas de televisión aprendiendo de ‘Érase una vez la vida’, ¿la recuerdan? Qué dibujos tan fantásticos.

‘Del revés’ se estrena en España el próximo 17 de julio, casi dentro de un mes. No quiero ponerme pesado con lo de la distribución ‘en diferido’, pero me van a perdonar: esto se tiene que terminar. No tiene sentido generar una campaña de comunicación mundial y, luego, a la hora de la verdad, establecer meses de diferencia entre unas fechas de estreno y otras. En la televisión, por ejemplo, se han dado cuenta del daño que eso causa. Miren ‘Juego de Tronos’ o ‘Orange is the new black’, series que llegan prácticamente al mismo tiempo a todos los rincones del globo.

Supongo que habrá algún genio de las finanzas y el marketing que tendrá un sesudo estudio sobre la mesa que justifica el retraso de los estrenos en pos de un mayor beneficio económico. Supongo, digo, porque si no, no me lo explico. Desde mi más ingenua experiencia, estas cosas, lo único que fomentan, es la piratería.

More Than a Feeling

El cerebro o lo que hay dentro del cerebro o las cosas que haya dentro de lo que hay dentro del cerebro, funciona de una manera muy curiosa. Estás tarareando una canción y, zas, de repente hueles a pan recién hecho en la calle donde vivían tus abuelos. Y lo peor es que, a poco que lo medites, ¡tiene sentido! O al menos lo tiene para ti.

Ayer me pasó. Lo de conectar momentos. Estaba viendo el tráiler de ‘Inside Out’, la nueva cinta de Pixar y recordé una tarde que fui a El Corte Inglés y jugué por primera vez al ‘Guitar Hero’. Pasé una hora allí, yo solo, como si fuera mi dormitorio, tocando una y otra vez la misma canción: ‘More than a feeling’, de Boston. Canción que no había escuchado nunca pero que, desde entonces, suelo añadir a la lista de reproducción cuando necesito un impulso energético. Me chifla esa canción.

El caso es que terminó el tráiler y mi cerebro –o lo que hay dentro del cerebro o las cosas que haya dentro de lo que hay dentro del cerebro– se había empapado de emociones: me apetecía ver la película, quería jugar al ‘Guitar Hero’ y necesitaba escuchar una vez más a los Boston a pleno pulmón. Y, por encima de todo, fui consciente de algo. Escuché, nítida, una vocecita interior que me decía: «’Inside Out va a ser muy grande».

En la historia de Pixar hay títulos que serán recordados por arriesgar más allá del mercado. Cómo olvidar al viejo que quería salvar su casa o al robot que no hablaba. Dos obras maestras de la animación que merecen compartir la cima con las obras mayúsculas del Cine. ‘Inside Out’, después de muchos años, me transmite algo de ese arrojo que hizo grande a Pixar y que estábamos olvidando. Puede que sea una simple sensación, una vocecita. O puede que sea algo más.

 

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Lava, un adelanto del nuevo corto de Pixar

Lava‘ es el nuevo corto de Pixar, que acompañará al estreno de ‘Divertida-mente’ (‘Inside Out’, ya hablaremos de esta libre traducción). Los amigos de Disney han decidido compartir con nosotros un pequeño avance musical de lo que podremos encontrar en las salas el próximo junio de 2015.

James Ford Murphy, jefe de animación de Pixar, explicó en Yahoo cómo ha sido trabajar con su personaje principal, un enorme volcán llamado Uku. «Al principio no sabíamos qué hacer exactamente, pero luego nos dimos cuenta de que no había límites y que estaba lleno de posibilidades. Eso es lo que amo de la animación: puedes hacer que las montañas cobren vida. No puedes hacer eso en otros medios».

La cara del volcán Uku está inspirada en el rostro de Kuana Torres Kahele, el cantante que le pone voz a la montaña; en el actor Jackie Gleeson; y en el bulldog de los dibujos animados clásicos de Chuck Jones.

Y, por cierto, Murphy ha confesado que la idea del corto llegó escuchando una versión de ‘Somewhere Over The Rainbow’ con ukelele… Seguro que les suena.

¡Dentro Lava!

Entre Pixar y Japón

“El arte pone a prueba la tecnología y la tecnología inspira el arte”. La frase, de John Lasseter, nos da la bienvenida a la exposición ‘Pixar, 25 años de animación’, que estará hasta el 22 de junio en el Museo Caixa Forum de Madrid. El otro día nos dimos un salto -de eje- y aparecimos allí, sin pensarlo mucho. La muestra, para los amantes del cine, es una preciosidad: bocetos, modelados alternativos, storyboards, cronologías, dibujos inspirados en las películas… Es imposible salir de la sala y no desear colgar alguna de las obras en tu salón.

Hay una cosa, zoótropo creo que se llama, que es alucinante. No importa los vídeos o las fotos o el detalle con el que se lo cuenten. Eso hay que verlo. Se trata de una enorme vitrina repleta de juguetes en distintas posiciones que, al moverse a toda velocidad y gracias a los golpes de luz, da la sensación de animación. Es pura magia.

 

Nunca había visto un zoótropo y, precisamente esta semana, he visto dos. Bueno, más o menos. Esta semana se celebraron las jornadas ‘Japón en Granada‘, un maravilloso evento cultural que se ha extendido durante toda la semana y que culminó ayer sábado en un Matsuri, un gran mercado japonés que congregó a toda la familia. Les aseguro que fue espléndido.

El caso es que asistí a una de las muchas conferencias de ‘Japón en Granada’, organizadas por la Asociación Crossover. Era una ‘visita virtual’ a los museos dedicados al manga y el ánime que hay en Japón. Además de las inenarrables ganas que me dejó de ir allí, nos mostraron un vídeo de un zoótropo realizado con personajes de Ghibli (no me digan que no saben qué es Ghibli. Venga. Por favor. ¿Totoro? ¿La Princesa Mononoke? ¿Hola?). Igualmente precioso.

Y allí estaba, en una charla organizada en Granada sobre Japón, recordando el Pixar de Madrid y las palabras de Lasseter: todo está conectado. El arte, la tecnología, las ideas, la cultura, Caixa Fórum y Crossover, oriente y occidente. Hay lazos que van y vienen por todas partes, que nos unen. Claro que, no todos tienen el espíritu necesario para atreverse a unir los cabos. Bravo por ellos.

Una pequeña posdata que me resultó entrañable. Al final de la charla, una adolescente le preguntó al ponente que por qué había tan poca gente como ella en España, personas de su edad que apreciaran como ella lo hace el mundo del cómic, del anime, del manga, etcétera. La respuesta fue: “Eres muy joven, es cuestión de tiempo. Hay muchos como tú ahí fuera”. No puedo resistirme a comparar sus palabras con las del mismísimo Wil Wheaton (‘Star Trek’, ‘Cuenta conmigo’, ‘The Big Bang Theory’ y doblador en decenas de series de animación, como ‘Naruto’, por ejemplo). Disfruten sus rarezas: