Las mejores peores

Los premios más divertidos del cine son, sin duda, los Razzies. Las estatuillas a las peores cintas del año nos permiten señalar con el dedo y reír con crueldad ante producciones que nos han robado el tiempo y el dinero. Aunque, para qué nos vamos a engañar, lo mejor es que, todos los que pusimos a caldo a ciertos títulos crepusculares, podremos decir frases tan placenteras como “os lo advertí”.

Las candidatas son las siguientes: ‘Ex-posados’, ‘Airbender. El Último Guerrero’, ‘Sexo en Nueva York 2’ y -mis favoritas- ‘Eclipse’ e ‘Híncame el Diente’, dos títulos que destacan por ser una parodia y una parodia de una parodia. Pensaba dedicarle a las pendencieras aventuras de los emo-vampiros un par de párrafos hirientes e insultantes. Pero, justo cuando empezaba a repartir verdades, he recordado un email que me mandaron después de publicar la rajada monumental de ‘Crepúsculo: Eclipe’.

Verán. La chica en cuestión me criticaba, con toda razón, que podía gustarme o no, pero que no tenía derecho a insultar a los que sí disfrutan viendo una historia tan aburrida e insulsa. Y, oigan, es verdad. Por ejemplo, yo me confieso amante de las películas (también conocidas como obras maestras del arte contemporáneo) de Jackie Chan. Una declaración que me ha valido las risas de los oyentes. Sin embargo, cuando algún descerebrado se atreve a decir que “las pelis del chino son una basura de patadas y puñetazos”, me doy el gusto de responder la bofetada con la sabiduría popular: “Qué atrevida es la ignorancia”.

Por eso, para todos aquellos que se sientan insultados e incomprendidos por su infinito amor hacia Crepúsculo -o cualquier otra chorrada con actores de moda-, no se enfaden por eso. Hay cosas más graves. Y gustos como colores. Así que defiendan lo que les dé la gana.

El avatar de Shyamalan

El verano para M. Night Shyamalan se presenta muy mal. Al menos por su tierra. Resulta que su última película ha levantado tantas ampollas que le acusan de no haber dirigido ninguna de sus anteriores cintas. El film en cuestión es ‘The Last Airbender’. Título que ya empezó con mal pie, en su momento, porque compartía ‘palabro’ modernista con la mastodóntica ‘Avatar’ (‘Avatar: The Last Airbender’, era).

Por lo pronto, el Airbender se ha dado un testarazo importante en la taquilla -¿a quién se le ocurrió estrenarla en la misma semana que la todopoderosa ‘Eclipse’?-. Y sólo hay una cosa peor que no conseguir un buen arranque económico con tu película. Que la crítica se cebe contigo. Eso es precisamente lo que le ha pasado al amigo Shyamalan, al que le deben pitar los oídos una barbaridad: “bazofia”, “indignante”, “insultante”, “racista”, “clasista”, “lamentable”, “sin sentido”… son algunos de los piropos que le lanzan al director de ‘El Sexto Sentido’.

Si se dan un paseo virtual por la web ‘Rotten Tomatoes’ (una de las principales páginas donde se puntúan las películas en Internet) descubrirán un escandaloso 8 sobre 100. Una nota que ni la película de las ‘Spice Girls’ en su momento, oigan. Pero es que en ‘Metacritic’ (otra web) no pasa del 20 sobre 100. Tampoco sale bien parada en Imbd (International Movie Data Base). Un desastre, vamos.

Al parecer, lo que más ha dolido ha sido que el guión, basado en una serie de dibujos animados, es casi inexistente con unos tintes raciales excesivamente radicales. A falta de verla, habrá que esperar a que llegue a nuestro continente, donde las últimas cintas de Shyamalan han caído mejor que en Estados Unidos (‘La Joven del Agua’, ‘El Incidente’).

Yo, por lo pronto, le doy el beneficio de la duda. Alguien que hace ‘El Protegido’ tiene que pasarse muchísimo para perder mi respeto. Tiempo al tiempo.