Informe Robinson

Se lo tengo dicho: contar historias es algo importante. Y, saber hacerlo, un don. Nadie les podrá decir que yo fui uno de esos impertérritos amantes del deporte, difíciles de despegar del televisor cuando hay partido. Tampoco todo lo contrario. Pero creo que, en esta ocasión, la cosa va mucho más allá de ser o no forofo de unos colores, de una bandera o de un juego. Algo parecido a lo que Clint Eastwood consiguió con ‘Invictus’: transformar los 90 minutos de un partido en una narración épica gracias a los matices que rodean al balón: el ser humano.

El ‘Informe Robinson’ del Mundial de España bebe de la misma genialidad que tuvo Eastwood con la biografía de Mandela y Pienaar: un gol puede ser el epílogo, la metáfora y la última línea de un guión mucho más complejo, repleto de errores y virtudes. Los chicos del Plus se han marcado un ejercicio narrativo excepcional e inspirador. Un trabajo a caballo entre el periodismo y el cine documental que presume, desde el minuto uno, de una sensibilidad apasionante.

Los jugadores y el cuerpo técnico pasan de ser “sólo futbolistas” -como les dice el mismo Vicente del Bosque- a personajes de un cuento. Representaciones de ideas tales como el honor, la gloria, el trabajo, la amistad, la derrota y la superación. Iniesta se convierte en el protagonista que vive la mayor transformación, del miedo al valor, con una redención que clama justicia divina: “Dani Jarque siempre con nosotros”.

Las imágenes sabiamente escogidas invitan a una reflexión humana. A un envite personal a las fobias y a los sueños deshilachados por un narrador carismático, Reina, que reparte voces entre sus compañeros. Aquellos que las cámaras convirtieron en dioses sobre la Tierra y que ahora, con un fondo negro, íntimo, recuerdan, con lágrimas en los ojos, que sólo son personas.

Este ‘Informe Robinson’ (disponible en la web de canal +) ha conseguido ordenar el recuerdo. Imprescindible.