300, no son más, pero sí más fuertes

Estoy francamente indignado con ‘300: El origen de un imperio’. Tantos años soportando traducciones poéticas y giros interpretativos tan fascinantes como ‘Soñando, soñando… triunfé patinando’, ‘Olvidate de mí’ o ‘La gran estafa americana’, y van ahora y traducen literalmente el título de ‘trescientos dos’. No, en serio. ¡Había tantas opciones! ‘302’, ‘300, no son más, pero sí más fuertes’, ‘300, el regreso de los 300’, ‘300: el retorno de la mujer barbuda’, ‘300: Xerxes ha venido a cenar al infierno’, ‘300, ahora en el mar’, ‘La importancia de la depilación corporal en los héroes de la Grecia clásica’… Podríamos estar hasta mañana.

Hay películas que sobrepasan la frontera de la pantalla y se convierten en experiencias comunes. ¿Quién no ha salido de farra alguna noche y, llegado el momento, para animar a los que amenazaban con retirarse antes de la penúltima, ha gritado «esta noche cenamos en el infierno»? O el típico «espartanos, ¿cuál es nuestro oficio?» Y, claro, lo de aullar en plan ejército de Leónidas: «¡aú, aú, aú!» Lo de Leónidas también tiene miga. Me refiero a los nombres. Mi amigo Manu siempre ha dicho que una gran parte del éxito de ‘300’ reside en los nombres de los héroes clásicos. Caramba, dice, ¿qué impone más Manuel Pérez o Leónidas Pérez?

En fin, que ‘300’ vale como metáfora socialmente aceptada (pese a que proporcionalmente casi nadie ha leído el cómic… Ustedes sabrán). Así que era cuestión de tiempo que apareciera otra intentona en el cine. Conste que yo disfruto mucho con la película de Zack Snyder, la de 2006 (sí, 2006, hace 8 años. ¿Cómo pasa el tiempo, verdad?), me parece un entretenimiento fantástico. Sin embargo, ella es la culpable de incontables bodrios de acción que abusan de la cámara lenta, los pectorales al aire y la sangre digital.

Y luego está lo del actor protagonista. Sullivan Stapleton (‘Brigada de élite’) no es, ni de cerca, Gerard Butler. Salvando todas las trágicas distancias, la sensación es similar a lo que pasó con Spartacus, ¿recuerdan? Por mucho que encuentren a un actor que parezca tan fuerte como el original, no deja de ser un quiero y no puedo. Su competencia directa con Butler (no le queda la barba igual a todo el mundo) es francamente incuestionable.

La pregunta: ¿Merece la pena ver ‘300: El origen de un imperio’? Según las críticas internacionales, que hablan de autoplagio descarado, no. Pero, qué quieren que les diga, yo esta noche ceno en el infierno. Aú, aú, aú. Y tal.

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Zack Snyder condensa 75 años de Superman en un corto

Zack Snyder prometió un corto animado para celebrar el 75 aniversario de Superman y por fin, el fin de semana pasado en la New York Comic Con, vio la luz. El corto es una preciosidad que conjuga muchos de los ‘hombres de acero’ que hemos conocido en cómics, cine y televisión. Fantástico trabajo de Snyder y de DC Cómics para celebrar el cumpleaños del héroe de Krypton.

“De las creativas mentes de Zack Snyder (‘El hombre de acero‘) y Bruce Timm (‘Superman: The Animated Series) y producido por Warner Bros, este corto sigue a Superman a través de los años, desde su primera aparición en la portada del Action Comics #1 hasta la versión de Henry Cavill en 2013… ¡todo en dos minutos!”

Creo que lo que más me gusta es la conjunción de la música. La magia de unir en dos minutos la memorable sonata de John Williams y la épica innata de Hans Zimmer funciona a la perfección. Ambos artistas han sabido convertir uno de los anhelos más primitivos del ser humano, volar, en una partitura que empuja el viento contra la cara.

La única pega que le pongo al corto de Snyder es la casi nula apariencia de Lex Luthor, el primer Walter White. La cosa es que está tan de moda lo de hacer series y películas inspiradas en el mundo del cómic que, por lo que más quieran, ya es hora de que alguien se escriba el guión del episodio piloto de ‘Luthor’. ¿Se imaginan? La historia de cómo un arrogante malversador, corrupto por naturaleza y presunto culpable de todo tipo de delitos, llega a lo más alto de la sociedad americana: es una estrella. Pero todo cambia el día en que un niñato malcriado, una sombra que se refleja en la ventana con una ‘S’ en el pecho, desafía su reinado…

¿Vemos el corto?

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El Hombre de Acero: la kriptonita

Superman vuela y el magnífico (des)orden y el acompasado ritmo de Zack Snyder en ‘El Hombre de Acero’ se descontrolan en una sobrecogedora sucesión de explosiones, rayos, puñetazos y trepidantes peleas que se acercan más a un capítulo de ‘Bola de Dragón’ que a un cómic de Superman. En cualquier caso, creo que es absurdo criticar la película por reinventar al héroe de DC Cómics. El problema es que pierde el norte, nos atosiga con efectos especiales y nos desliga de la bien construida empatía emocional: Snyder -Superman- abusa de su poder. (Sobre la primera mitad: el milagro)

La segunda mitad, casi por completo, estropea el fantástico rumbo con el que nos deleita ‘El hombre de acero’ en su primera hora. Cambia el tono y, por tanto, la actitud del espectador. Ya no somos testigos de un milagro, firmes creyentes de que un niño pueda querer ser algo más. Ahora miramos extrañados una pantalla intentando evaluar los daños de la brutal y exagerada batalla final que ocupa los últimos sesenta minutos. Es tan llamativa que el propio Washington Post ha publicado un reportaje en el que analizan las supuestas consecuencias: “129.000 muertos, 250.000 desaparecidos, un millón de heridos, dos billones de dólares de pérdidas. Comparable a la explosión nuclear de Nagasaki”. Y añaden: “Seis veces más que lo estimado en ‘Los Vengadores’”.

Pero lo que en ‘Los Vengadores’ parecía equilibrado, incluso justificado, aquí se convierte en un patio de juego excesivo. Snyder no ha sabido regular sus esfuerzos y saca toda su artillería, dejando el campo de batalla y, de paso, la sala de cine, desoladas. Henry Cavill encaja perfectamente en este nuevo ‘Superman’ y Michael Shannon borda al general Zod. El resto de secundarios de lujo (Amy Adams, Diane Lane, Russell Crowe, Kevin Costner, Laurence Fishburne), brillantes al principio, se pierden ahora en la bruma y los escombros.

No es que aburra, dispersa. Incluso los efectos especiales empiezan a parecer un tanto burdos y forzados. Pero curiosamente, cuando la acción frena, en los últimos minutos, Snyder recupera el aliento y nos regala una escena fantástica en el Daily Planet con un regusto que ya echábamos de menos. ‘El hombre de acero’ pudo ser sobresaliente y, también, insuficiente.

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¡Extra! Datos frikis para los que buscaban a la Liga de la Justicia (no lean sin ver la película, posibles spoilers):

1.- Durante la batalla final se ve el edificio de la ‘Lex Corporation’ y varios camiones de la compañía.

2.- El satélite con el que chocan al final de la película pertenece a ‘Industrias Wayne’.

3.- Una de las cápsulas que encuentran en la nave enterrada bajo la nieve contiene un cadáver. La otra está vacía. Hay un cómic de la precuela de ‘El Hombre de Acero’ en el que vemos a una chica joven en esa cápsula. ¿Supergirl?

4.- Esa escena final, la única en la que hay un chiste con una soldado. Según los créditos ella es Carol Ferris, la novia del primer Green Lantern, Hal Jordan. La misma Carol Ferris que interpretó Blake Lively en esa joyita cinematográfica que todos intentamos olvidar…

5.- ¿Planea o no planea DC una saga de la Liga de la Justicia? Parece que sí, ¿no?

El Hombre de Acero: el milagro

¿Y si un niño soñara con ser algo más? La pregunta, formulada casi como versículo bíblico, guía la poderosa visión de un Dios que se hizo hombre, que abandona los cielos para sacrificarse por nosotros y al que, llegado el momento, se deberá a un acto de fe para superar la traición de un Judas disfrazado de humanidad. ‘El hombre de acero’ es una constante referencia al cristianismo, al hijo inesperado que se cría entre hombres para obrar milagros en el anonimato, hasta que el resto estemos preparados para creer en ellos.

No se trata de una lectura disimulada, Zack Snyder subraya constantemente los paralelismos entre el portal de Belén y Kansas, entre la cruz y la posición en la que Superman (Henry Cavill) cae del espacio, entre la Virgen y San José, entre Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner); entre el omnipresente -e inexplicable- Espíritu Santo y Jor-El (Russel Crowe).

‘El hombre de acero’ sorprende en su arranque y te obliga a decir “no es la película que esperaba”. Y eso es una buena noticia. El interesante trasfondo y la simbología bien interpretada consiguen una primera mitad sobresaliente. No solo es entretenida, tanto como la mejor película de acción, sino que goza de un montaje acertadísimo repleto de imágenes arrebatadoras con el que Snyder nos enamora al son de la maravillosa melodía de Hans Zimmer.

Con el ambiente idóneo, tras sesenta minutos embriagadores de heroísmo invisible y recuerdos infantes, el espectador compartirá el mismo éxtasis que lleva a Clark Kent a colgarse la capa roja. Y volará. Volaremos todos. Podemos volar sentados en la butaca. Podemos entender el milagro, la importancia de que haya niños capaces de soñar con ser algo más. Ese algo más que la periodista Lois Lane (Amy Adams) fotografía, en busca de esa verdad que nos hará libres…

Preciosa primera mitad de ‘El hombre de acero’. Luego, llega el resto: la kriptonita.

(continuará)

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‘300: el origen de un imperio’, el trailer del nuevo ¡aú, aú!

300: el origen de un imperio‘ (‘300: Rise of an Empire’) estrena trailer. La precuela de la película de Zack Snyder, basada en la novela gráfica de Frank Miller, llega con una estética similar y una épica marítima (Kratos, seguimos esperando) para recuperar la adrenalina musculada de un ejército hormonado por la sed de guerra y el orgullo patrio.

Esta segunda parte se basa en otra novela gráfica del mismo Miller, ‘Xerxes’. ‘300: el origen de un imperio’, contará cómo el general Themistokles intenta unir a los pueblos griegos para luchar contra la invasión del ejército persa, liderados por el ‘mortal-convertido-dios’ Xerxes (Rodrigo Santoro, que repite papel), y Artemisa (Eva Green), la comandante de su flota.

Y permitan que les añada un dato al que el trailer no dedica ni un solo fotograma: su director es Noam Munro, relativo desconocido que vive a la sombra de Snyder. El tiempo dirá si es un refugio para el nuevo héroe o un escondite impuesto por la productora.

‘300: el origen de un imperio’ se estrena en 2D y en glorioso 3D el próximo siete de marzo de 2014. Aú, aú.

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