Jacuzzi al pasado

Trata de un grupo de personas que ha fracasado en la vida. Náufragos que buscan redención por sus diversos y variados pecados: fallarle a su vocación, no amar como dijeron que lo harían, familias desestabilizadas, músicos que rompieron con su carrera en la cima del éxito, timadores consagrados, tahúres de la muerte… Después de un viaje accidentado, el destino les coloca una sorpresa en el camino: una especie de lago que desprende una luz misteriosa capaz de hacerles viajar en el tiempo hasta el lugar donde una vez todo tuvo sentido. Jacob, eternamente joven, les guiará en su periplo para que consigan alcanzar la última y más importante meta…

¡Bazinga, les he pillado! No, no se trata de ‘Perdidos’, esa historia de personajes cuyo final nos gustó tanto. Se trata de una película que, pese a que no explica de dónde proviene esa luz mística con poderes milagrosos y ultraterrenales, es honesta con su propósito: hacernos reír. ‘Jacuzzi al pasado’ está llamada a ocupar el –insuperable- hueco de ‘Resacón en las Vegas’, la comedia gamberra del verano.

La cinta es un homenaje a todas las historias que nos hicieron pensar en cómo sería cambiar nuestro pasado o apostar sobre un futuro que ya vivimos. Esas teorías que conocemos como si las hubiéramos estudiado en los libros de texto: “si ves a tu yo en el pasado podría alterarse el continuo espacio-tiempo”, “matar una mariposa podría convertir a Hitler en presidente del mundo”, “si tiene que pasar, pasará de una manera u otra”. Ya saben. El guiño más importante lo protagoniza Crispin Glover, el que fuera George McFly, el padre de Michael J. Fox en la saga ‘Regreso al Futuro’ (¿a quién no le gusta esta película?).

El cuarteto protagonista, con John Cusack (2012) como cara más reconocible –aunque el artista, para mí, es Craig Robinson, de ‘The Office’-, funcionan a la perfección como panda desgarbada y con gancho para hacerles llorar de risa durante las dos horas de metraje. Chistes que van de lo más convencional a límites políticamente incorrectos, que funcionan como un resorte.

Su farmacéutico recomienda verla por dos razones: si tienen ganas de reír por reír, sin más guión ni misterios. Y, porque al igual que en las películas que se inspira ‘Jacuzzi al pasado’, al salir podrán hablar con sus amigos de qué harían si viajaran al pasado y cuál sería su estrategia para hacerse absurdamente ricos. O felices. Friki, pero divertidísimo.