La legión del águila

En el colegio, cuando íbamos de excursión, uno de mis juegos favoritos era ‘la bandera’. ¿Lo conocen? El terreno se divide en dos campos y se le encomienda a cada equipo una misión: proteger su bandera -que previamente habrán colocado en un lugar bien fortificado-. A su vez, ambos bandos formaban dos escuadrones, una para atacar y otra para defender. Sin duda, la miaja del asunto estaba en la avanzadilla. Más que nada porque era francamente difícil hacerse con la bandera del enemigo y cruzar de nuevo a tu campo, condición última para ganar. Y qué momento, qué subidón de adrenalina para el que entraba gritando con el estandarte, vitoreado por todos sus compañeros… Qué tiempos.

‘La legión del águila’, de Kevin Macdonald (‘El último rey de Escocia’, ‘La sombra del poder’), es la versión en gran pantalla de aquellas partidas a ‘la bandera’ con el grupo de clase. Marcus Aquila (Channing Tatum; ‘Querido John’) es uno de los centuriones más jóvenes de su hornada. Pese a su carrera meteórica, vive bajo la humillación de ser el hijo del soldado que perdió el águila dorada, el mayor símbolo de Roma, en la oscura Britania. Tras una accidentada batalla, Aquila partirá con Esca (Jamie Bell; ‘Billy Elliot’, ‘King Kong’), un esclavo que le infiltrará en territorio enemigo para recuperar el tesoro que lleva perdido durante tantos años y, de camino, el honor de su familia.

No esperaba gran cosa de la cinta, la verdad. Y supongo que eso ayudó a la película, que no me pareció tan mala como cabría esperar -por los pronósticos y críticas internacionales, que no habían sido muy generosas-. ‘La legión del águila’ es una poco ambiciosa pero divertida aventura que les proporcionará un par de horas de entretenimiento.

Con respecto a su protagonista, se confirma mi teoría: Channing Tatum no sabe actuar, solo sabe apretar la mandíbula una y otra vez. Es horrible, el muchacho. El otro, Bell, sin embargo, sí que me cae en gracia. Apunten al chaval, que no suele desmerecer.