Nuestro Guarnido

Pongamos las cosas en su sitio: yo soy tan culpable como el que más. No supe valorar su trabajo desde el primer minuto que lo vi. No fui capaz de abrir una hoja de texto y escribir: «Juanjo Guarnido, qué puto genio». ¿Por qué no? Porque era de la tierra. De aquí, de donde somos nosotros, del lugar en el que jamás reconoceríamos el éxito del vecino por el mero hecho de serlo. Y, tal vez, no se trate de envidia. Sino de un estúpido y repetitivo complejo de inferioridad. De Norte y Sur.

Juanjo Guarnido es un granadino al que han honrado con el Premio Nacional de Cómic, el mayor galardón español al que un profesional del cómic puede aspirar. Es cierto que un Premio Nacional de Cómic no suele estar entre los términos más combinados con ‘cultura de masas’, pero, amigos, el cómic es tan cultura como lo es el cine, la literatura, el teatro o la poesía. Puro arte.

Hace cosa de cuatro años hubo una gran exposición en Granada con la obra de Guarnido. Los enormes paneles de ‘Blacksad’, su obra cumbre, eran una atractiva manzana en un edén prometido. Recuerdo que me enzarcé en una rocambolesca discusión con uno de los encargados de la sala. Mientras yo le decía que ‘Blacksad’ era muy conocido en España, un éxito de ventas y tal y pascual, él me rebatía que sí, que muy bien, que todas las ventas que yo quisiera, pero que ni punto de comparación con lo que había conseguido en Francia. Y yo nada, erre que erre, que aquí los lectores de cómics le cuidan mucho, bla, bla, bla.

Pues tenía él razón. No hay comparación entre Francia y España. Bueno, sí la hay, pero salimos mal parados. Quiero decir, granadinos, andaluces y españoles míos, salgan de casa y vayan a la tienda de cómics más cercana. Compren ‘Blacksad’ y no dejen que los gabachos nos arrebaten un orgullo que debería ser tan nuestro. El Premio Nacional de Cómic, nada más y nada menos.

…Vale, he hecho trampa. Este artículo es calcado a uno que publiqué en julio de 2011. Tan solo he cambiado el premio:el ‘Eisner’ por el ‘Premio Nacional de Cómic’. Pero es que, demonios, no hemos aprendido nada. Les propongo una solución:el 14 de noviembre sale a la venta un tomo recopilatorio con todo lo publicado de ‘Blacksad’. ¿Nos vemos en la tienda?

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La música del silencio

Hace unos meses les recomendé encarecidamente la lectura de la saga de Kvothe, escrita por Patrick Rothfuss. Hasta ayer, había dos libros en el mercado de lo que será la trilogía final: ‘El nombre del viento’ y ‘El temor de un hombre sabio’. Ambos forman parte del relato que Cronista escribe a lo largo de tres jornadas. Pero, como les decía, ayer llegó a las librerías de todo el mundo ‘La música del silencio’, un ‘spin-off’ del libro protagonizado por Auri, uno de los personajes más queridos del original universo de Rothfuss.

Por más que quisiera, no puedo dar mejor y más completa información de la que maneja ‘La espada en la tinta’ (una de mis webs de referencia sobre literatura fantástica y cómics, www.laespadaenlatinta.com). Lo que sí puedo hacer es sumarme a su entusiasmo por esta saga y por invitarles, una vez más, a que abran sus páginas y lean. Leer siempre es una buena idea.

Creo que se está haciendo un buen trabajo con la nueva forma de promocionar novelas y, en este caso, especialmente. Tres aciertos: tratar al autor con la misma distinción con la que se trataría a un director de cine; realizar un tráiler atractivo y entrevistas audiovisuales que se comparten ágilmente por redes sociales; y, por supuesto, estrenar la novela el mismo día en todo el mundo.

El estreno. Es algo fundamental. El mundo cultural ya no entiende de fronteras, lo hemos visto en infinidad de ocasiones: películas que se estrenan en España seis meses después y que no alcanzan el éxito esperado por la piratería. Es francamente esperanzador que un libro de estas características aparezca en todas las librerías del planeta el mismo día. Claro que así no se decapita a la piratería pero les aseguro que una buena estocada se lleva.

En fin, lo importante: leer. Espero comentar pronto ‘La música del silencio’. Aunque antes debo terminar ‘La primera ley’ de Joe Abercrombie y ‘El mapa del caos’ de Félix J. Palma (ambos recomendadísimos, por cierto.Habrá que hacerles justicia).

 

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Los Caballeros Bastardos

Dejen que les hable de las mentiras de Locke Lamora. Leer es una de las grandes recompensas del verano. Un placer, a veces ignorado, que completa las vacaciones y enriquece las horas. Personalmente, el verano me pide libros de aventuras, de héroes carismáticos y hazañas épicas; libros con los que viajar a lugares a los que, de otra manera, sería imposible llegar. Todo eso –y mucho más– lo he encontrado en la primera entrega de la saga ‘Los Caballeros Bastardos’, escrita por Scott Lynch.

El título de la novela es ‘Las mentiras de Locke Lamora’. Y se bebe. Hacía tiempo que no leía algo tan divertido, desde la primera palabra. Gracias a una estructura formidable, conoceremos los entresijos de Camor, una suerte de Venecia en la que reina una entente cordial entre nobles y ladrones. En esta ciudad crecen un grupo de huérfanos al amparo del Padre Cadenas, los caballeros bastardos: Locke, Jean, los hermanos Sanza y Bicho.

Hay ladrones, teatros, espadas, peleas, insultos –los propios de un grupo que se hace llamar los caballeros bastardos–, magos asesinos, piratas con ansias de venganza y un reino corrupto hasta la médula. Insisto: es una gozada. Les aseguro, además, que les dejará marcado (no olvido el capítulo 11, señor Lynch). Muy recomendable para los que hayan disfrutado con ‘Juego de Tronos’ y ‘El nombre del viento’.

Ahora bien. Tengo una mala noticia y una buena noticia. La mala es que la editorial ha decidido no seguir publicando la saga en español por falta de ventas (se quedó en el segundo libro… Lo mismo, si se animan, le ponemos remedio). La buena noticia es que los amigos de Warner Bros han visto el éxito cosechado en Estados Unidos y han tardado muy poco en comprar los derechos del libro para desarrollar una producción audiovisual. Todavía está en el aire si será una película o una serie de televisión, pero sí sabemos que los hermanos Kevin y Dan Hageman (responsables del texto de ‘La Lego Película’) ya están embarrados con el guión.

Un último regalo. Buceando por la web he encontrado a un animador, Miles Aijala, que ha creado un supuesto ‘opening’ para una serie sobre ‘Los caballeros bastardos’. Una preciosidad:

The Gentlemen Bastards Title Sequence from Miles Aijala on Vimeo.

Los preparativos

Ir a la librería siempre es un ritual estimulante. Hay algo en el olor a libro, a páginas y cubiertas, que tiene el poder de abstraerte de lo que sucede más allá del cartel de ‘bienvenidos’. El ronroneo de las páginas fisgonas, de las estanterías que van y vienen, del simpático marcapáginas que la dependienta coloca entre la 230 y la 231. Las librerías tienen algo de lugar común porque todos tenemos recuerdos en ellas que evocan a la infancia. Entonces entrábamos con cierta obligatoriedad, ahora, libres y conscientes, disfrutamos de la palabra escrita.

No sé si a ustedes les pasaba igual, pero cuando llegaba el verano, una semana antes de irnos de viaje, íbamos a la librería a comprar los cuadernillos Santillana. Ahora sé que aquello era una trampa. Te estropeaban los dibujos animados de la mañana con los deberes voluntarios para que, un día, años más tarde, cuando prepararas tus vacaciones, sintieras la obligación de visitar la librería y llevarte algo contigo. Bendita trampa.

Ayer estuve en los pasillos de mi librería favorita, husmeando entre lomos y portadas, en busca de la compañía perfecta para las vacaciones. Porque las vacaciones son tiempo de desconexión y, para los amantes de las historias, también son una oportunidad. Leemos los libros que no pudimos leer durante el año y vemos las películas y series que nunca entraron en parrilla. Así, la preparación de las vacaciones se convierte en un magnífico trailer de las aventuras, romances, intrigas, revueltas y terrores que acompañarán a las fresquitas noches de verano.

Ya tengo mi lista. Voy a empezar leyendo ‘Capital’ (John Lanchester), veré la primera temporada de ‘Boardwalk Empire’ y algo de ‘Dr. Who’, y ya he seleccionado ‘Spring Breakers’, ‘Tesis sobre un homicidio’ y, una vez más, a ‘Willow’ -en flamante edición Blu-Ray-. Eso sin contar las visitas al cine, claro, que también hay citas más que señaladas. ¿Por ejemplo? ‘Pacific Rim’.

¿Cómo llevan sus preparativos para el viaje? ¿Visitaron ya su librería favorita?

 

 

 

 

Cineasta blanco, Corazón negro, Escritor verde

Para los que tienden a patearse el mundo, el cine es un espejo que equilibra la realidad y la ficción. Cada vez que me subo a un avión recuerdo las palabras que solía repetir una profesora de Redacción:  «viajar y escribir, ¿qué mas?» En eso pensé, precisamente, el día que pisé África. Asistí a un encuentro de teatro intercultural en Assilah, Marruecos, con los alumnos de un instituto granadino. Fue una experiencia preciosa. Y es cierto lo que dicen, África siempre está por descubrir.

Las obras de teatro, escritas e interpretadas por los adolescentes, trataban en su mayoría sobre la inmigración ilegal, el drama de las pateras y el sueño que viste el viaje: la tierra prometida. Es curioso, porque mientras para nosotros, a este lado del charco, África es el paraíso original, para ellos, es nuestro suelo el que guarda la fuente de la vida eterna.

Viajar, las historias, el cine y África se conjugan en ‘Cine blanco, corazón negro’, el nuevo libro del escritor granadino Jesús Lens, que sigue emperrado en hacernos recorrer todo el mundo a lomos del celuloide (‘Café Bar Cinema‘, ‘Hasta donde el cine nos lleve‘). A lo largo de sus quinientas páginas, Lens rescata los mejores films relacionados con el continente africano, invitando constantemente al lector a descubrir ‘algo más’. ‘Invictus’, ‘Hotel Rwanda’, ‘Diamante de Sangre’, ‘Grita Libertad’, ‘Adiós Bafana’ o, incluso, ‘El Rey León’. El análisis cinematográfico se convierte en un apasionado relato, el cine contado e interpretado minuciosamente, como el maestro que desgrana a sus alumnos el arte de la química.

La lectura del libro de Lens ha producido el mismo efecto que aquel viaje a Assilah. El ver más allá de la pantalla, más allá de lo evidente, es una alquimia muy recomendable. Así, página a página, el cine se convierte en relato, el relato en introspección, la introspección en reflejo y el reflejo en una maleta más para el camino. Jesús Lens es esa clase de escritor nómada que brota entre la hierba, siempre esperanzado en un mundo mejor. Esperanza que viste de verde.

Disfruten la lectura.

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