Un extraño lugar para morir

Un síntoma efectivo de que vivimos en una sociedad adoctrinada para la cultura de la imagen, es la literatura. O, más bien, la manera de venderla. Hay un fenómeno de reciente cuña que me tiene fascinado: tráilers para libros. Sí, como los de las películas, pero sobre algo cuyas imágenes están pendientes de la imaginación de lector.

El último que he visto es de la novela ‘Un extraño lugar para morir’ (Ediciones B, Grupo Zeta), del granadino Alejandro Pedregosa. Y la verdad es que es un ejercicio bastante interesante de creatividad porque tiene un reto añadido: lanzar imágenes que sugieran palabras, que animen a la lectura. ¿No es genial?

El libro del amigo Pedregosa, por ejemplo, se trata de una apasionante novela policíaca, de esas que se beben como un vaso de agua fresquito después de una larga caminata al sol del mediodía. El vídeo (pueden encontrarlo fácilmente en Youtube) es una especie de contraportada, en la que la editorial combina el resumen clásico con un intrigante ritmo visual y musical.

En fin, ya que estamos, les pego de qué va la pequeña joya de Alejandro Pedregosa, ‘Un extraño lugar para morir’: “En la madrugada del 6 de julio tiene lugar un asesinato muy mediático. El famoso escritor Lucio Maestre, excesivo y polémico, aparece muerto en la suite del un hotel, curiosamente en la misma habitación que utilizaba Hemingway en sus visitas a Pamplona. ¿No es una falta de respeto morirse en San Fermín? El autóctono comisario Uriza es nombrado encargado de la investigación. Acostumbrado a los tranquilos y pequeños placeres de la vida, el veterano policía deberá enfrentarse a situaciones nuevas para él en lo que se perfila como un caso peligroso”.

Un libro con mucho cine, sí señor.