El espejismo del Oscar

En las últimas semanas he presenciado varias conversaciones que terminaban con la misma idea: este año no hay grandes candidatas al Oscar. Es curioso que en el curso en el que más españoles se han animado a ir al cine, sea tan fácil escuchar eso de «no se merece tantos premios». Si hacemos un estudio pormenorizado de las ‘mejores’ películas del año (o, al menos, las más nominadas), es cierto que no hay ni un solo título que unifique la grandeza en todos sus aspectos.

Ayer, por ejemplo, hablando de las candidatas, percibí que la que más gustaba era ‘The Imitation Game’. Excelente película pero que no es, ni de cerca, la favorita. Sí lo son ‘Birdman’ y ‘Boyhood’, ejercicios muy originales que distan de ser ‘ese’ film que unifica a público y crítica. Tampoco lo son ‘Whiplash’ o ‘La teoría del todo’, ambas preciosas. Hay, sin duda, un importante vacío de pasión.

¿Cómo lo ven ustedes? ¿Creen que hay alguna nominada que encandile a todos por igual, que despierte pasiones cinéfilas, que haya generado una expectación perdurable en el tiempo? Aún me quedan unos días para cerrar mi particular porra para los Oscar pero, si fuera por mí, que gane ‘El Gran Hotel Budapest’. Su derroche de imaginación sigue siendo de lo que más me ha divertido este año.

Al otro lado, más allá de los premios, lo cierto es que de 2014 creo que la película que más me ha llegado es ‘Interstellar’. De hecho, si tuviera que anotar en una lista las cintas que dentro de unos años seguirán generando interés, la de Nolan estaría la primera. Es lo que tiene la ciencia-ficción, mejora con el tiempo.

Les devuelvo la pelota, ¿cuál es la película que no olvidarán de 2014?

7 lecciones de los Globos de Oro

Las nominaciones a la 72 edición de los Globos de Oro dejan una serie de certezas, quizás curiosidades, que bien merecen un subrayado. A saber:

1.- Hay dos nombres inesperados: Jennifer Aniston y Steve Carell, dos intérpretes que han forjado sus carreras al amparo de la comedia televisiva (‘Friends’ y ‘The Office’) que entran, con dos dramas, en la lista de lo mejor del año.

2.- Boyhood escribe una línea más en su mito cronológico. El que es, probablemente, el viaje en el tiempo más realista de la historia del Cine, consolida su estatus de ‘meta-película’. Es difícil que termine la temporada sin alguna que otra estatuilla en su vitrina.

3.- Sin embargo, mis apuestas para los grandes premios se centran en otra película que, sin haber visto, me genera un interés supremo: ‘Birdman’, de Iñárritu. Es una lástima que tengamos un atención mediática global pero un sistema de distribución de cine aislado de toda actualidad. Debería prohibirse tanta dilación entre el estreno en Estados Unidos y en el resto de países.

4.- Casi había olvidado lo magnífica que es ‘El Gran Hotel Budapest’. Le deseo lo mejor a Wes Anderson.

5.- Bill Murray es mucho más que un actor carismático que cae bien. Es un actor mayúsculo que, cada cierto tiempo, se reinventa como el ave fénix para darle un bofetón a prejuicios y estereotipos. No sólo está nominado por ‘St. Vincent’ en cine, también en televisión con ‘Olive Kitteridge’.

6.- Otro nombre: Uzo Aduba. La actriz da vida a Crazy Eyes en ‘Orange is the New Black. Un papel tan único y fascinante como el hecho de que la hayan nominado. Me alegro.

7.- Y por último, el lamento tópico y típico que, parece, no tiene remedio: ‘Interstellar’ sólo cuenta con una nominación, la banda sonora de Hans Zimmer. La ciencia-ficción es un género maldito.

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Temporada 5: Season Finale (Boyhood)

Mi elipsis es un pato encerrado en el jardín de un hotel del centro de Granada. Un pato de piedra o de mármol o de algún material resistente a la lluvia, al calor y a los años. La primera vez que lo vi era, claro, un niño. El pato nunca hubiera sido mi elipsis de no ser por mis padres, que, una tarde, a la vuelta del colegio, decidieron asomarme por encima del muro de ladrillo que aísla el hotel para que viera al animal encerrado. Todavía no sé por qué, pero el puñetero pato me fascinó desde el principio. Si pudiera parpadear hacia atrás, toda mi historia se construiría desde la óptica de ese pato. El pato me ha visto crecer, dejarme el pelo largo, perderlo, ir al cine cada sábado, volver borracho a casa, viajar al extranjero y pasear de la mano. Cada parpadeo, una escena; cada escena, un cambio.

Miren que la vida es larga. Incluso las vidas cortas son largas, repletas de minutos que se acumulan con gula. Y, curiosamente, si intentan recomponer su vida en un puñado de escenas, se sorprenderán proyectando de manera fulminante una sucesión de momentos clave con otros que, tal vez, no tengan la menor importancia. Pero son los que aparecen: el guión. Errores y aciertos que le han llevado, Dios sabrá por qué, a este momento. A leer esta columna. A pasar la última página del periódico y a seguir amontonando horas sin saber si, dentro de unos años, cuando vuelva a proyectar las escenas de su vida, aparecerá aquél día sin importancia en el que leyó algo en IDEAL.

Estoy profundamente intrigado con la película de Richard Linklater, ‘Boyhood’. Un film rodado a lo largo de doce años, encendiendo y apagando la cámara como parpadeos de la memoria, asumiendo los cambios literarios y físicos de un protagonista –un niño, un adolescente y, por fin, un hombre– real.

‘Boyhood’ se estrena el 12 de septiembre de 2014. Ese día no estaremos para comentar la película, como viene siendo habitual. Hoy cerramos la quinta temporada de Salto de Eje y nos despedimos hasta la vuelta de unas ansiadas vacaciones. Espero que disfruten del film de Linklater tanto como espero hacerlo yo. Aunque, no sé si lo haré el 12 de septiembre. Ya saben. Partes del guión. A veces hay días que pasan cosas sin importancia y, otras, hitos inolvidables. Los dichosos parpadeos del pato.

Cuídense.

Nos leemos después de la elipsis.

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Boyhood, crecer en una película

Richard Linklater ha sabido aprovechar el tiempo como si fuera el viento del que el capitán tira para llegar a puerto. La trilogía protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy (’Antes del Amanecer’, ‘Antes del Atardecer’ y ‘Antes del Anochecer’) es un romance situado en tres épocas distintas y reales en las que los años y la experiencia cambian el punto de partida, el destino y la perspectiva de los personajes. Linklater, sin embargo, da un paso más allá: ¿Y si incorporásemos al tiempo como un intérprete más, no como una excusa? Así nació ‘Boyhood’.

En el año 2002, el director decidió rodar una historia que contara el paso del niño al hombre de una manera única. ¿Cómo? Respetando el tiempo real. Cada segundo. Seleccionando a un equipo de actores que sufrieran en sus carnes el paso de los años y que aceptaran participar en un rodaje que iba a durar, atención, doce años. Doce.

Esta semana se ha publicado el tráiler de la película y, la verdad, es emocionante. Es llevar al extremo la ideal del time-lapse, de la elipsis, para contar una vida real desde la ficción. Linklater contrató a un niño, Ellar Coltrane, para que interpretara a su protagonista. Catorce años después, nos lo presenta hecho un adulto, capaz de entender el proceso por el que ha pasado. Una suerte de ‘El Show de Truman’ (Peter Weir, 1998) en la que estoy deseando profundizar.

La crítica estadounidense la ha encumbrado, a falta de unas semanas para su estreno. A este lado del océano tendremos que esperar un poco más, hasta finales del próximo mes de septiembre, pero si ellos, el equipo de rodaje, ha aguantado catorce años de rodaje para ver terminada su película, ¿cómo no vamos a hacerlo nosotros? Por cierto, Ethan Hawke también encarna al padre del protagonista, lo que le convierte, probablemente, en uno de los grandes viajeros del tiempo –sin serlo– del cine.

Disfruten del tráiler de Boyhood