Se han hecho de rogar, porque mira que era evidente: Zack Snyder dirigirá la película de ‘La Liga de la Justicia’ o, lo que es lo mismo, la reunión de superhéroes de DC Cómics o, lo que es lo mismo, la excusa para juntar a Batman y Superman en más películas o, lo que es lo mismo, el intento de Warner por reclamar parte de la tarta a ‘Los Vengadores’ de Marvel o, lo que es lo mismo, Joss Whedon. Total: Snyder contra Whedon.
En este combate de «yo más», «no yo más», «no yo mucho más»… creo que Zack lleva las de perder. Lo de llegar segundo no le ayuda. Ni su menor capacidad para enganchar con el público. Su particular estilo le aporta tantos defensores como detractores y nunca deja a nadie indiferente. Reacciones de lo más variopintas que, en mi caso, van de la gloria más absoluta con ‘Watchmen’ y ‘El amanecer de los muertos’, al rechazo absoluto de ‘Sucker Punch’, pasando por cintas que aún no consigo clasificar como ‘El hombre de acero’.
Whedon, por el contrario, es fiel a unos principios narrativos que han marcado todos sus trabajos. Ya sea en cómic, en televisión o en cine. Es un maestro del entretenimiento que pasa por el mejor momento de su carrera y que cuenta con un estilo más amigable, más cercano y menos radical. Además de un gusto por lo friki que siempre es de agradecer.
Y ya que mencionamos el tema friki, una cuestión que siempre me hará ‘Los Vengadores’ más atractivos que ‘La Liga de la Justicia’: un equipo de héroes que cuente en sus filas con un tipo que lo puede hacer todo sin sufrir un rasguño me parece una chorrada, ¿para qué quiere Superman ayuda? Me resulta más creíble que hicieran piña en sus identidades secretas, en plan Bruce Wayne enseñando a ligar a Clark Kent y cosas así. En fin.