‘El día más largo de Maggie’, Los Simpson van de Oscar

El día más largo de Maggie‘ es el corto protagonizado por la pequeña zagala de Los Simpson y que representará a la familia más famosa -y amarilla- de Springfield en Los Oscars, dentro de dos semanas. La película de David Silverman, que compite con ‘Paperman‘, relata la aventura de Maggie en una guardería y su pugna con otro bebé que le complicará su estancia. Entrañable pieza musical cuyo gran potencial es la propia mitología que acompaña a Los Simpson.

Pueden ver ‘El día más largo de Maggie‘ haciendo click a continuación. Yo tengo clara mi elección, pero podemos debatir: ¿qué corto creen que se llevará el premio en la gala de los Oscar?

Paperman, el romance de Youtube

Paperman‘ es el corto de Disney que precedía a la simpática ‘¡Rompe Ralph!’ Ya nos gustó entonces pero, ahora, meses más tarde y gracias a Youtube, se ha convertido, sin pretenderlo, en un extraordinario vídeo viral. Si revisan sus muros de Facebook o sus contactos de Twitter descubrirán que son innumerables los amigos que comparten el corto con un emoticono de asombro o unas palabras admiradas. Y me alegro. Es justo reconocer el bello trabajo, reconocer el arte, y ser capaz de ver más allá de lo que se supone que es. ¿Vemos ‘Paperman’ en Youtube? (Gracias, Disney)

El futuro del cine de animación es deslumbrante. Y una muestra más de que estamos en constante cambio, en constante adaptación, en constante consagración al futuro y a la tradición. ‘Paperman’ utiliza una técnica que combina la animación por ordenador más innovadora con el dibujo a mano de toda la vida. Una unión que significa mucho más que un simple “nuevo estilo”. Significa que nosotros, el público -la Historia-, necesitamos la espectacularidad del ordenador que luce en ‘Up’, ‘Toy Story’, ‘Wall-E’, ‘Ratatoullie’, ‘Los Increíbles’… Pero también la paciencia, la artesanía y la magia de ‘Aladdín’, ‘La Bella y la Bestia’, ‘El Rey León’ o ‘Blancanieves’.

Somos seres repletos de contradicciones y, por tanto, fascinantes: queremos sentir el papel deslizándose por la punta de los dedos y conservar cientos de libros en nuestros ebooks; queremos un sillón y una taza de café para hojear el periódico y una tableta digital para compartir nuestros artículos favoritos; queremos una caja de cartón que proteja nuestros secretos y un pendrive donde depositar miles de años de memoria; queremos escuchar la voz en vinilo de Bob Dylan y montamos listas de reproducción con toda su discografía en Spotify; queremos ir al estreno de la última película de aventuras y, en casa, disfrutamos del catálogo online del video-on-demand. Queremos el lápiz y la pantalla. Todo en una misma linea temporal.

Sé que a muchos les cuesta ver un dibujo animado -en cualquiera de sus formatos- como un posible producto cultural que trascienda más allá de la infancia. Pero, tal vez, ‘Paperman’ y el enorme elenco de artistas que se esconde detrás de cada fotograma de cada película de animación, debería hacerles pensar en el equilibrio que guardan con la sociedad que disfruta su trabajo. ¿Ven la evolución del cine, de nosotros, detrás de su intento por unificar lo viejo y lo nuevo? Piensen en ‘The Artist’ o en la ‘Blancanieves’ de Berger, películas que buscan lo de antes con formas de ver de ahora. Pues, en la animación, es lo mismo.

Y me tranquiliza saber que en España no estamos alejados de la importancia que está adquiriendo la animación como herramienta narrativa sin complejos ni tabúes. Hay grandes trabajos ya realizados y, en agosto de 2013, tendremos uno espada más de la que sentirnos orgullosos: Justin, de Kandor. ¿O qué pensaban? ¿Que todos los aviones de papel vienen de fuera?

Veinticuatro

Sigamos hablando de jóvenes. No tengo claro en qué momento de la vida se decide cuál será tu vocación. De pequeño quería ser arqueólogo para parecerme a Indiana Jones, pero más tarde me di cuenta de que eso no era lo mío -lo de la arqueología, lo otro sí-. Creo que el proceso de descubrir lo que vas a ser y cómo lo vas a conseguir es uno de los guiones más bonitos que el ser humano puede experimentar.

Mi amigo Álex, pese a que tiene mucho que buscar todavía, es una de esas personas que en los últimos años de su vida se ha descubierto. Pese a que su pasión por la fotografía estaba escrita en sus genes -se apellida ‘Cámara’-, no siempre supo que iba a ser bueno en su trabajo. Primero fue una inquietud, “creo que gusta el mundillo, ¿qué te parece”; luego una certeza, “me encanta la cámara”; y, por fin, una profesión.

La semana pasada Álex formó parte de una escuadrilla sin miedo que se plantó en el ‘Festival 36 horas de Supervivencia de Marbella’. ¿Qué es? Pues una chalaura fílmica que propone a sus participantes rodar un corto en, claro, 36 horas. Y, créanme, eso es un trabajazo espeluznante. Pues los muy bribones no sólo consiguieron un más que honroso segundo puesto, sino que han realizado un cortometraje precioso: ‘Veinticuatro’ (http://vimeo.com/16021265).

Julio García Escames y Jesús Rabasco dirigen una historia sobre cómo el tiempo no puede pasar en balde. Sobre la importancia de tomar las riendas de la vida, de emplear nuestras energías en vivir nuestra vida, en salirse de la rutina, en ser, a fin de cuentas, lo que siempre quisimos ser.

Los Rebeldes de Recio

Venga, que son pocos y cobardes. Durante las últimas semanas hemos escuchado demasiadas veces la palabra ‘imposible’. Hemos decidido encumbrar el éxito a una candidatura, nos conformamos complacientes. Y eso no es justo. La columna rebelde liderada por Javier Recio tiene un plan. Ellos son el pequeño X-Wing que, sólo con el poder de ‘La fuerza’ –de creer como si la vida nos fuera en ello- se han colado en un colosal imperio, una Estrella de la Muerte con un punto débil que ellos mismos desconocen.

Los rebeldes de Recio llevan más de una semana en tierras del Imperio galáctico, Los Ángeles, estudiando sus puntos débiles. Coordinando empeño, energía y voluntad en llevar ‘La dama y la muerte’ hasta el extinto planeta de Coruscan. La insignia de Kandor Moon ya suena en la Academia del Cine yanqui. El objetivo es ponerle la tilde cada vez más presente a la palabra que lo engloba todo: Óscar.

Muchos son los que comparan. Los que miran a las otras candidatas y, como el padre que sabe que su hijo no será un médico de prestigio, se compadecen de la ilusión del creyente. ‘Wallace and Gromit’ puede ser la favorita. Esos muñecos de plastilina son como tremendos Robots de guerra que campan a sus anchas por un bosque que sólo hace cosquillas. Sí, son grandes y fuertes. Por eso, cuando alcemos nuestras lanzas como Ewoks del bosque, la victoria será aún más gloriosa.

Esta noche, cuando enfoquen a los candidatos al Mejor Corto de Animación en la Gala de los Oscar y veamos a Javier Recio, director de ‘La dama y la muerte’, concentrarse y pensar en el enorme equipo que lleva a sus espaldas, nosotros no podemos fallar. Somos el espíritu, el Obi-Wan Kenobi que inspirará a Recio a lanzar los torpedos que destruirán la Estrella de la Muerte.

Crean. Crean con todas sus fuerzas. Aunque sólo sea por escuchar la fanfarria final.