Dragones y Mazmorras

Hace ya muchos años, pero recuerdo perfectamente cuando se estrenó ‘Dragones y Mazmorras’. Fue unos meses antes de que viera la luz ‘El Señor de los Anillos’ de Peter Jackson y pretendía subirse a la ola mediática que había generado el periplo de la Tierra Media. Leí cosas como estas –no es broma–: «Dragonez y Mazmorras será la versión divertida del nuevo intento de convertir un tostón de libro en una película de aventuras»; «las espadas brillarán mejor gracias al ejército de fieles amantes del juego de rol que pueblan todo el mundo»; «inteligente movimiento para adelantarse al efecto hobbit con el estreno un año antes de ‘Dragones y Mazmorras’…»

¿Qué nos dice la historia, siempre sabia y acertada, de aquella mañosa película del ínclito y nefasto director Courtney Solomon? Dice, exactamente, que ‘Dragones y Mazmorras’ es la más acertada y cortés definición de bazofia cinematográfica en este y en cualquier otro género. Incluida en cientos de listas con nombres tan rimbombantes como ‘las peores películas de la década’, ‘lo que nunca debimos ver’, ‘films que deberíamos denunciar’ y ‘si lo sé, veo ‘Brácula’ otra vez’.

Resulta que Warner Bros ha iniciado los trámites para relanzar la franquicia de ‘Dragones y Mazmorras’ una vez haya pasado el fenómeno de ‘El Hobbit’ (poco fenómeno, hasta la fecha). Su gran baza publicitaria es que David Leslie Johnson, el escritor de ‘Furia de Titanes’, será su guionista. Nada que añadir, señoría.

Y yo me pregunto: ¿con lo bonita, maja y entrañable que era la serie de televisión de los ochenta, por qué no intentan algo similar? Ya saben: «tú el bárbaro, yo el arquero, acróbatas, magos y el caballero». Además, Venger fue uno de los mejores malos de dibujos animados de la historia de mi infancia. ¡Podía volar sobre su caballo gracias a unas alas que le salían en su espalda (las de Venger, no la del caballo; misterios de la ciencia)!

¿Recuerdan? «Llegamos a un mundo fantástico, lleno de seres extraños, el amo del calabozo, nos dio poderes a todos…»