Agárralo como Puedas…ahora con Ed Helms

Uno lee que ‘47 Ronin’, la película navideña (si conocen la ‘Leyenda de los cinco anillos’ deben estar mordiéndose las uñas) protagonizada por Keanu Reeves, se va a llamar en España ‘La leyenda del samurái’ y piensa que hay un reto entre distribuidoras nacionales por ver quién hace los títulos más simples. Y tontos. Pero todo queda en una simple anécdota cuando echas la vista atrás y repasas grandezas como ‘La Jungla de Cristal’ (‘Die Hard’) o, mi favorita, ‘Agárralo como puedas’ (‘The Naked Gun’).

La trilogía de ‘La pistola desnuda’ se cerró en 1994, hace ya veinte años. Tiempo más que suficiente para que algún listillo se haya sentado en un cómodo sillón en busca de nuevas ideas y se haya percatado, con indescriptible audacia, que ya era la hora de hacer el remake de ‘Agárralo como puedas’. Bueno, el remake o el reboot o lo que sea que vayan a hacer. Porque algo van a hacer: confirmado.

¿Quién sustituirá al genial y tristemente fallecido Leslie Nielsen? ¿Quién osará usurpar la piel del Detective Frank Drebin? Ed Helms, amigos. Uno de los cómicos de moda en Estados Unidos, protagonista en ‘Resacón en Las Vegas’ (otra de esas traducciones memorables), secundario en ‘Somos Los Miller’ y uno de los personajes clásicos en ‘The Office’, donde inició su salto a la fama mundial.

Helms me parece gracioso. Uno de esos rostros diseñados para la comedia que encaja a la perfección en el típico torpe, entrañable y desastroso inspector Cluseau. Pero. No sé. ¿Tan difícil es escribir una nueva comedia que simplemente quiera honrar el humor, estilo e impronta de la original? Quiero decir. Que no hay necesidad de llamar ‘Agárralo como puedas’ o ‘La pistola desnuda’ o ‘The Naked Gun’, por el simple artificio de buscar la promoción barata. En fin, lo de siempre.

R3sacón (Resacón en Las Vegas 3)

El otro día conté un chiste buenísimo a mis compañeros. Probablemente, el mejor chiste que han escuchado en lo que va de año. Vaya, nada más que de pensarlo me parto de risa. En serio, es la monda. ¡Una fruta! Ains, una fruta… Qué gracia. El problema es que uno de mis colegas no lo entendió. Y nos cortó el rollo al resto. Así que como era un chiste fácil de interpretar, lo repetí. Efectivamente, en cuanto llegué a la palabra clave, lo de la fruta, volvimos a romper en carcajadas. Allí estábamos, moqueando y llorando con agujetas en la barriga, venga a reír. Hasta que nos fijamos en que el colega en cuestión estaba serio. Pensativo. Vaya, que no lo pillaba el muy mendrugo. Nos sentamos y, poco a poco, con mucha paciencia, explicamos el chiste y el juego de palabras que debía provocar una hilaridad solo comparable al famoso gag de los Monty Python. Sin embargo, de tanto darle vueltas a lo mismo, perdió la gracia. No hay nada peor que explicar un chiste. Lo matas.

Eso es ‘R3sacón’ (también conocida como ‘Resacón en Las Vegas 3’).

Lo de Todd Phillips es incomprensible. El director de la saga asegura que ha escrito una trilogía bien cerrada, lógica y estructurada. A ver. ‘Resacón en Las Vegas’ es una comedia fabulosa, no me canso de verla. El Resacón en Tailandia es básicamente la misma película, con la misma estructura y los mismos golpes de efecto. Le perdonamos la simpleza porque nos hizo reír otra vez. Ahora bien. ‘R3sacón’ es que no tiene gracia. Y lo que es más grave, no tiene gracia porque intenta ser algo que no es: original.

La película que todos esperábamos ver empieza tras los títulos de crédito. Y eso no tiene sentido. De hecho, hubiera sido infinitamente mejor haber caído en los mismos errores y aciertos de las anteriores entregas, porque por lo menos nos habría hecho reír. Bradley Cooper, Ed Helms y Zach Galifianakis repiten como ‘la manada’, intentado buscar una trascendencia mística innecesaria. Esperemos que Phillips deje descansar a sus personajes y sea él el que salga de tan dramática, pesada, reiterativa y espesa resaca.

Los chistes no se explican.

Convención en Cedar Rapids

Parecía que todos los estrenos que llegasen con la impronta ‘indie’, por un carril alternativo, fuera de los cánones de los comercial, tenían que ser buenas películas. ‘Win win’, por ejemplo, fue una grata sorpresa. Sin embargo, el intento de Miguel Arteta (‘The Office’) de convertir la aburrida vida de Tim Lippe (Ed Helms) en una experiencia mística para el espectador se queda en un quiero y no puedo repleto de buenas ideas que se estrellan en el rompeolas.

Pues eso: El jefe de Tim Lippe quiere que sustituya a su mejor vendedor de seguros, que acaba de morir, en una ‘Convención en Cedar Rapids’. Le da una misión y una advertencia: ganar el título ‘doble diamante’ -el Oscar de los vendedores de seguros- y evitar todo contacto con Dean Ziegler (John C. Reily), un chalado que juega sucio. Por supuesto, terminará haciendo todo lo contrario.

Pese a que tiene algunos destellos, las risas están, en todo el metraje, demasiado forzadas. De hecho, si no pone de su parte, lo más probable es que no se ría ni una miaja. La película parece una intento de Arteta por conseguir sacar a Ed Helms del papel de secundario. Conocido por sus papeles en ‘The Office’ y, sobre todo, como el dentista con oscuras pasiones de ‘Resacón en Las Vegas’, el tipo quiere las mismas oportunidades que están disfrutando otros miembros del reparto de la serie como Craig Robinson (‘Jacuzzi al pasado’), John Krasinski (‘Un lugar donde quedarse’) o el propio Steve Carell (‘Noche loca’, ‘Superagente 86’, ‘Virgen a los 40’).

‘Convención en Cedar Rapids’ no es una buena recomendación para el público general. Sospecho que para nadie en particular. Pero puede que los fans de Helms y de Reily se diviertan viendo a los dos fenómenos haciendo el canelo delante de la cámara. Otra razón, no se me ocurre.