Aspirar a la meca del cine es un camino tortuoso. Lamentable. Cuando Alejandro Amenábar deslumbraba en España con ‘Abre los ojos’, la crítica internacional se desataba en piropos y alabanzas para el director chileno. Su película tenía un algo especial, alma, que se transmitía con facilidad de unos a otros. Entonces la vio Hollywood. Y culo veo, culo quiero. Tom Cruise protagonizó una película cuyo gran pecado era querer usurpar el sitio a una historia ya contada. ‘Vanilla Sky’ fue decepcionante.
Pero, las cosas como son, la película con nombre de helado de Frigo abrió la solemne puerta del imperio americano al creador de Mar Adentro. Un paso que marcó el ritmo de los éxitos que vendrían.
Juan Antonio Bayona bebe mucho de Amenábar. Su película, El Orfanato, fue un éxito de audiencia y crítica. Una revelación. El triunfo de Bayona llamó tanto la atención en Hollywood como el anillo único a la Torre de Mordor y no pudieron evitar hincar el colmillo. Ayer supimos que el remake al ‘american way of life’ lo dirigirá Mark Pellington, autor de The Mothman Prophecies y -la más correcta- Arlington Road, con guión de Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno).
Pese al criterio que pone Guillermo del Toro en el proyecto, no auguro un gran futuro a esta versión. Será, como ya hemos visto en otras ocasiones, una historia desalmada. Sin embargo, bendito sea el fracaso si eso permite a Bayona abrir nuevas miras en el horizonte y unirse a la expedición de conquistadores de Hollywood.