Somos unos monstruos. Los españoles, digo. Unos fenómenos del marketing. Está claro que aquella época de mirar a nuestro ombligo y negar que USA era un destino más que interesante para promocionar nuestras películas y conseguir un prestigio internacional, ha pasado a mejor vida. Ahora pensamos con perspectiva. Queremos que nuestras estrellas vuelen alto. Y, por eso, mandamos como preseleccionadas a ‘Mejor Película de Habla no Inglesa’ bazofias aburridas y somnolientas como ‘Lope’.
¿Y eso por qué nos convierte en unos genios del marketing, señor Cabrero? Muy fácil, amigos. Las tres películas preseleccionadas para los Oscar, desde la tierra del gazpacho y las habas con jamón, son: ‘También la lluvia’, ‘Celda 211’ y la ya rimada ‘Lope’. Si lo han hecho bien, los de la academia habrán colocado unas pegatinas a las cintas que se mandan a Hollywood con un orden de visionado. Además, habrán añadido una carta del tipo: “Estimados magnates del celuloide, tres obras maestras os mandamos. Les proponemos que vean ‘Lope’, después ‘También la lluvia’ y, por último, ‘Celda 211’”.
¿Qué ocurrirá? Los chicos Oscar verán ‘Lope’ y, al decimonoveno bostezo, afirmarán con rotundidad: “Boy, what a big pussy” (traducción libre: “niño, qué latazo”). Como están obligados, pondrán ‘También la lluvia’, y con un gesto sorpresivo, dirán: “Boy, not bad” (“Ojú, mucho mejor”). Cuatro horas después, darán al play de ‘Celda 211’: “Man, this film is the cock! To the Oscars!” (“Amigos, ¡esta película es sensacional! ¡Para los Oscar!”).
Dentro del plan trazado, los productores de Hollywood dirán: “¿Quién es el calvo que sale en todas las películas españolas? Ahá, Luis Tosar… Le seguiremos la pista”.
No sé en que concupisciente cabeza de proporciones anómalas e intenciones malignas y cochambrosas cabe la inigualable inteligencia de suponer que ‘Lope’ podría merecer un Oscar. Qué genios los de la Academia. Ojú.