The Artist

El cine que es arte es una brecha en el tiempo y el espacio. Es como la pintura que decora el techo de la capilla, el relato del valiente mosquetero, la portada del cómic arácnido, la animación del japonés eterno y el beso en el puente de París. Obras que pudieron crearse mucho antes de que naciéramos, pero que, por un sexto sentido irracional y pasional, somos capaces de ubicar en un momento, de darles sentido y de hacer que sus historias sean eternas, sin importar el formato. Consagrando, por una maravillosa suerte del destino, un nombre a la alquimia de la inmortalidad. Un nombre y un apellido que resumimos con el título que les hizo brillar: El artista.

‘The Artist’ es una enorme película que lanza miles de ideas sin pronunciar palabra. Un tondo doni del celuloide que unifica lo nuevo y lo viejo, el clásico y elegante mundo del blanco y negro, del silencio expresivo y la música parlanchina, con el futuro que siempre está por llegar, al que hay que adaptarse, del que hay que aprender. Pero, por encima de todo, es un canto al Cine. Al poderoso hechizo que recorre estudios y salas de proyección, actores y espectadores, cámaras y directores. A ese Cine que nos enseña la vida con secuencias, la belleza con primeros planos y el amor con un detalle de dos manos que se entrelazan tras los títulos de crédito.

Sería imposible alcanzar el grado de preciosismo y profundidad de sensaciones si ‘The Artist’ no bailará por todos los géneros: tiene comedia, drama, aventura, acción y romance. Jean Dujardin y Bérénice Bejo son el corazón de la película, coloridos protagonistas de los que es difícil no caer enamorados. Pero es él, Michel Hazanavicius, el director, la razón del éxito, por filmar con tanto mimo una maravillosa historia de emociones mudas que, en los últimos minutos, les quitará el aliento con un escalofrío que recorrerá su cuerpo; uno de esos escalofríos que sólo los artistas saben captar.

Mientras que el tiempo no diga la contrario, su única opción para ver la película es en ‘Multicines Centro’ de Granada, no ya el único cine de Andalucía Oriental donde podrá ver la fantástica obra favorita a los Globos de Oro y, probablemente, a los Oscar, sino una de las pocas salas de toda España que la proyectan. Una vez más, mi sincero agradecimiento a tan magnífica y comprometida sala. Por nuestro bien, llenen la sala.