El Capitán Trueno

Llevamos oyendo hablar de la película de ‘El Capitán Trueno’ desde que el hombre es hombre. O casi. Recuerdo perfectamente un Salón del Cómic de Granada, hace cosa de 10 años, en el que se anunció que el film iba por buen camino, que ya estaba en vereda, que iba a ser la bomba, que sin tal y Pascual… Pero mira tú por dónde, el buen héroe español sufre la fiebre de El Quijote de Terry Gilliam.

Y digo ‘sufre’ porque, una vez más, cuando todo estaba encarrilado, surgen problemas. Elsa Pataky abandonar el barco por otro proyecto que considera de mucha más enjundia: ‘A todo gas 5’. Por la nariz de Adrian Brody, ‘¡A todo gas 5!’Es comprensible que se hagan tonterías por dinero -¿quién no?-, pero hazlas cuando no tengas entre manos la que podría ser la gran película de aventuras española. O eso, o es que la actriz ha visto que, en realidad, se trata de un desastre de proporciones épicas y ha decidido huir a un lugar mejor. A saber.

La sustituta de Pataky será Natasha Yarovenko (la que se desnudaba tropecientas veces en la cinta de Meden, ‘Habitación en Roma’), que ya estaba implicada en el fin como la mala malísima del cómic. Sergio Peris Mencheta será el capitán, y el lanzador de peso Manuel Martínez, Goliath.

Y con una película que nos evoca un tiempo pasado, qué mejor actor que el archiconocido Ricardo Gómez para interpretar a Crispín. Sí hombre, sí. Ricardito es la versión española de ‘El Show de Truman’. Es el zagal de ‘Cuéntame cómo pasó’. En fin, hoy comienza el rodaje de ‘El Capitán Trueno’ y seguro que en pocas semanas tenemos las primeras imágenes, para hacernos una idea de lo que nos espera. Crucen los dedos para que no se parezca en nada a la que nos vendieron como la primera gran película épica española, ‘El capitán Alatriste’.

Una habitación en Roma

Si la sangre coagulada en lo que no es el cerebro después de ver el trailer de ‘Una habitación en Roma’ no engaña, este viernes tenemos otro de esos estrenos que ilustran a la perfección la idea que la inmensa mayoría tenemos del cine español: tetas, culo, pedo, pis. A falta de ver la última película de Julio Medem (‘Caótica Ana’), su publicidad no induce a engaños: Elena Anaya y Natasha Yarovenko hacen una orgía entre ellas y todos los elementos sobresalientes de la habitación del dichoso hotel en Roma.

Vaya por delante que ‘Lucía y el sexo’, aún no faltando a la semántica de su título, me pareció una película francamente interesante. Y no sólo por Paz Vega, que también. Detrás de los árboles se escondía una historia bien escrita e hilvanada por un romance atípico, sustentado por fuertes connotaciones sexuales.

Sin embargo, me gustaría pecar de ignorante y de listillo antes de ver ‘Una habitación en Roma’ y sacar unas conclusiones previas e incorrectas de la cinta. Los dos minutos del tráiler demuestran que el film será lo más cercano que una película porno esté de una sala convencional. Las dos zagalas, de buen ver, retozan en el baño, el dormitorio, el poyete, el balcón, la ducha y, también, en la cama. De eso no hay duda. ¿Del guión más allá del sexo? Ni olerlo.

Pero es que me he puesto a leer una entrevista en una revista especializada y me ha hecho mucha gracia porque, después de cuatro páginas no me he enterado, ni de cerca, de qué va la historia. Medem la describe así: “Es una película de entrañas, de disfrutar, de sentimientos, de llegar a casa y amar a tu parejas más que nunca”. Uséase, ¿para llegar a casa y transmutarse en bonobos? El director también asegura que “no quería despertar el típico morbo del espectador masculino de ver a dos chicas guapas besándose”. Pues lo siento, Medem, lo has conseguido.