Orgullo, Prejuicio y Zombies

Esto confirma que la mente del ser humano es poderosa. No voy a hablar del libro porque, para qué negarlo, nunca lo leí. Ni ‘Jane Austen’ ni ‘Orgullo y Prejuicio’ fueron santas de mi devoción. Ni de cerca. Sin embargo, hace un par de años piqué y me fui al cine a ver a Keira Knightley -semper fidelis, madam- interpretar a Elizabeth Bennet en una película que había tenido una acogida muy positiva entre la crítica.

Error. Y no porque la cinta sea mala. No lo es. Al menos objetivamente. Gran dirección, montaje, fotografía, música, actores, bla, bla, bla. Todo estupendo. Pero, amigos, menudo aburrimiento. Así que, como les decía, salí de la sala y pensé: “Lo buena que sería la película si, de repente, la nave de depredador se estrellara en mitad de la mansión de los pijos esos. O el octavo pasajero. O, quizás, se extendiera un virus zombie…”

Pedid y se os dará: Si han pasado últimamente por su librería favorita habrán visto una novela que seguro les habrá llamado la atención: ‘Orgullo, Prejuicio y Zombies’ (escrito por Seth Grahame-Smith y la original Jane Austen). La historia combina el romanticismo y la ‘pastelosidad’ de la obra original de Austen, con la barbarie, la sangre y el humor de serie ‘b’ que siempre acompaña a los no muertos.

La idea, como poco original, no se iba a hacer esperar en el mundo del cine. Así que cambiamos a la bella Knightley por la no menos bella Natalie Portman, que protagonizará la versión en gran pantalla de la historia de Elizabeth Bennet, una mujer que tiene que decidir entre su amor verdadero, Mr. Darcy,  y la erradicación de la amenaza zombie. Estoy entusiasmado.