Lo más parecido a ver un monstruo gigante me sucedió hace un par de años. Estaba sentado en el salón de casa, charlando con un amigo, cuando vimos por la ventana una cabeza gigantesca que se movía con cadencia. Por un segundo, la imaginación me la jugó y creí estar presenciando el nacimiento de una leyenda a la japonesa, ¡un kaiju! Pero no, claro, era un paso de semana santa. Recordé esta anécdota inerte mientras leía las críticas de la nueva versión de ‘Godzilla’, que llega a nuestras pantallas el próximo jueves 15 de mayo.
Gareth Edwards, su director, me ganó con su segundo trabajo: ‘Monsters’ (2010). Película que, como bien indica su nombre, trata sobre monstruos. Monstruos gigantes, en concreto. Monstruos con aires de Godzilla pero enmarcados en un trasfondo social muy acertado (la brecha entre países ricos y países pobres). El film contaba con una estética fantástica que apostaba más por el falso documental que por la acción desmedida. No creo que sea el caso del nuevo ‘Godzilla’, que contara con toneladas de destrucción, pero estoy convencido de que sí gastará mucha más elegancia que su predecesora en Hollywood, ¿la recuerdan?
En 1998, Roland Emmerich (‘Independence Day’), uno de los cineastas más enamorados de las catástrofes mundiales, dio a luz una película sobre Godzilla que, por resumir, era un desastre. Nada que ver con el carisma que derrocha la criatura japonesa original. De ahí que Hollywood haya tardado dieciséis años en intentar de nuevo la jugada. Lo curioso es que hace poco menos de un año estábamos hablando del estreno de ‘Pacific Rim’, el asalto de Guillermo del Toro al mundo del monstruo gigante y la cinta que estaba llamada a rellenar ese hueco.
¿Superará el ‘Godzilla’ de Gareth al ‘Pacific Rim’ de Guillermo? Según las primeras críticas publicadas por la prensa estadounidense, gana ‘Godzilla’. Pero todo queda en entredicho hasta el próximo jueves, cuando decidamos quién es el mejor destructor de ciudades. Por mi parte, tengo ganas de ver qué es capaz de hacer Edwards con un gran presupuesto detrás.