Robocop (no apta para mayores de 30 años)

En 1987, un hombre con cuerpo de máquina era una revolución imposible. Casi treinta años más tarde, lo imposible es pensar en un hombre que no dependa de una máquina para funcionar diariamente. La saga de ‘Robocop’ es un clásico de las películas de acción de los ochenta: el color de la imagen, el humor de gallitos, la violencia brutal. En este lapso de tiempo, Hollywood ha aprendido a suavizar el disparo en la cabeza y la sangre fácil en un claro impulso por abrir las salas a los niños que guardaban sus pesetas por culpa del terrible ‘para mayores de 18 años’.

Pero nosotros, los espectadores, también hemos aprendido a saborear más las cintas originales, lo que genera una difícil empatía con la corriente vírica de los remakes: ‘Desafío Total’, ‘Conan’, ‘Karate Kid’ y ‘Furia de Titanes’, entre otras, solo insultan al recuerdo de toda una generación. Luego la pregunta es mucho más importante de lo que parece: ¿desmerece el ‘Robocop’ de 2014 al de 1987? Sí. Lo que no quita que sea una cinta mucho más digna de lo que aparenta.

La discusión sobre el ‘Robocop’ de José Padilha (‘Tropa de Elite’), en cualquier caso, se cierra rápidamente: es muy entretenida. Así que toda reflexión sobre la débil imaginación de Hollywood queda en un segundo plano. Sí, es divertida y ofrece dos horas muy palomiteras. Lo curioso del asunto es que Joel Kinnaman (‘The Killing’), que interpreta al agente Murphy (aka Robocop), es –casi– un secundario de Gary Oldman, el Doctor Dennet Norton y padre de la criatura. Oldman es el motor de la película y el encargado de marcar los tiempos en un guión que goza de un prólogo sensacional (el papel de Samuel L. Jackson funciona muy bien) y un desarrollo poco convencional.

No hay duda de que ‘Robocop’ bebe de la misma fuente que el mundo del videojuego, aunque, irónicamente, sólo haya tres grandes escenas de acción, una por acto.

Tengo la sensación de que Padilha podría haber hecho una película mucho más imponente si no hubiera dependido de la soga del ‘remake’. Se agradece el esfuerzo por dignificar el film que, insisto, no aburre. El problema es que, por más máquinas que empleen, por más efectos especiales, por más que se empeñen en volver una y otra vez a lo mismo, un ‘remake’ nunca suplantará al original. Resulta lamentable que vivamos rodeados de tanta tecnología y que no nos demos cuenta de una vez: los ochenta molan porque siguen pareciendo algo nuevo.

Robocop, no apta para mayores de 30 años.

Joel Kinnaman

Robocop contra la codeína

Teníamos un profesor en la facultad al que le poníamos banda sonora cada vez que le veíamos aparecer. Era fantástico. Andaba con la vista perdida en el infinito, los hombros erguidos y los codos flexionados; igualito que Robocop. Se pueden imaginar las risas que nos echábamos. Además, el runrún melódico servía como alarma si te pillaba desprevenido antes de empezar la clase.

Este chascarrillo fue lo primero que recordé al leer que se estaba preparando un remake de Robocop. Lo segundo fue “ya estaban tardando”. Hace unos meses supimos que su protagonista sería Joel Kinnaman, de la serie televisiva ‘The Killing’, acompañado por Samuel L. Jackson y Gary Oldman. Sólo nos faltaba un malo. Un enemigo que se las viera con el héroe metálico, con el agente Alex Murphy, con el policía estirado de los 80. ¿Quién podría ser? ¿Quién en su sano juicio hubiera dicho que, al final, el malo sería el Dr. House?

Efectivamente, Hugh Laurie deja la bata blanca que le hizo mundialmente famoso por vete tú a saber qué maleficio terrorista contra el que luchará Robocop. Supongo que estamos ante el clásico intento de los actores encasillados de romper con su pasado. Pero, macho, más le vale que cumpla con un mínimo de decencia, porque si no, menudo guarrazo fílmico.

La nueva Robocop, que se estrena el 9 de agosto de 2013, está dirigida por el brasileño Jose Padilha, cuyo trabajo más conocido es Tropa de Élite. Ni idea. Aunque, por hacer honor a la verdad, el tipo gusta mucho por Hollywood y, dicen, apunta maneras a ser uno de los nuevos talentos de la taquilla. El tiempo dirá.

Yo, mientras tanto, me quedo con mi recuerdo de Robocop por los pasillos de clase, que es, probablemente, el mejor remake que se podía hacer de la película.

De Superman a Robocop

¡Señora! Hoy gastamos noticias frescas de las nuevas heroínas del mundo del cómic -o sucedáneos- en la gran pantalla. La bella Julia Ormond (cuyo contorneo de cabello hemos visto desde ‘Sabrina (y sus amores)’ hasta ‘El curioso caso de Benjamin Button’ pasando por ‘Leyendas de Pasión’), acaba de abortar el nacimiento de Superman. O, al menos, el suyo. La actriz ha anunciado que no será Lara, la kriptoniana que da a luz al intrépido Clark Kent. El papel lo retoma Ayelet Zurer (la protagonista de ‘Ángeles y Demonios’), que hará pareja con Russel Crowe.

Si Green Lantern no provoca una concatenación de vómitos incontrolables es por la presencia -que no actuación; no confundir- de Blake Lively. La moza que ganó fama con Gossip Girl suena para protagonizar la versión fílmica de ‘Orgullo, Prejuicio y Zombies’. Un papel que terminaría de consagrarla como nuevo mito entre adolescentes gracias a sus trabajos: sexo juvenil, héroes de cómic y devoradores de cuerpos. Qué mezcla.

Hablando de simpatía: Anne Hathaway. La princesa por sorpresa que inspiró a Belén Esteban se ha hecho un hueco en la franquicia de Cristopher Nolan. Siguiendo la estela de Michelle Pfeifer en Batman Returns (esperemos que ignore los consejos de Halle Berry), nos llegan las primeras imágenes de Hathaway en la piel de Catwoman, en ‘The Dark Knight Rises’. Es pronto para juzgar su presencia en la trilogía, pero tiene toda la pinta de que jugará un papel destacado.

Y por aquello de la paridad, una de actores. El director José Padilha ha pedido a un actor muy concreto para interpretar a Robocop: Michael Fassbender. El actor sigue su meteórica carrera hacia la fama gracias a su memorable Magneto de ‘X-Men: Primera Generación’ y al fabuloso -dicen- trabajo que hace en ‘Shame’. Yo compro.