Recordarán a Frank Darabont por su trabajo como guionista en ‘Las aventuras del joven Indiana Jones’ o por sus talentosas películas como director: ‘Cadena Perpetua’, ‘La Milla Verde’ o ‘La Niebla’. El tipo, que se ve que es un enamorado de la cultura friki y la serie b, se ha agenciado una firma que asegura un marchamo de calidad en los proyectos en los que se implica. Y, además, parece que es listo. Me explico:
No desvelo ninguna verdad escondida al decir que la creatividad audiovisual está perdiendo fuelle en el cine y ganado peso en la pequeña pantalla. La dictadura de la televisión es tan cruel como eficaz. Si una serie no gusta o no cuenta con la audiencia necesaria, muere. Lo que evita gastos innecesarios que el celuloide no puede prever. Claro está, también supone dejar historias -muy buenas, en muchas ocasiones; ‘Firefly’, por ejemplo- en un limbo de impotencia del que nunca saldrán.
Pues bien, el amigo Darabont ha decidido apostar por la televisión con ‘The Walking Dead’ (dirige, escribe y produce), una serie que versiona el cómic homónimo y que, les aseguro, es impecable. He tenido la oportunidad de ver el primer capítulo y su excelencia en todos los ámbitos es indiscutible. Es, en realidad, cine en capítulos.
La serie recupera el espíritu de ’28 días después’ para hablar de los supervivientes de un holocausto zombie. Sí, tiene casquería y vísceras. Pero incluso las escenas más dantescas tienen un cuidado y una intención narrativa maravillosas. Protagonizada por Andrew Lincoln (‘Love Actually’, ‘Los Seductores’), nos devuelve a escena a dos actores que ya echaba de menos: Sarah Wayne Callies, la ‘Sara’ de Prison Break, y Lennie James, Hawkings en ‘Jericho’. Y parece que el goteo de grandes actores será continuo. No se la pierdan.