¿Qué diablos ha pasado en las cabezas pensantes de Holywood para poner de presentador al maleducado, inefable, brusco, absurdo, ácido, corrosivo, sádico, terrible, destructivo, corrupto, sith, bárbaro, destapado y absolutamente genial Seth MacFarlane? No lo sé, la verdad. Pero me encanta. El creador de ‘Padre de Familia’ -esa descripción debería ser más que suficiente para saber a qué atenernos- tomará los mandos de uno de los espectáculos más mediáticos del mundo, con un seguimiento universal y una trascendencia más allá de los cinematográfico. De hecho, teniendo en cuenta lo puritanos que son los americanos, estoy deseando ver los titulares del día después.
Porque, aceptémoslo, será una barrabasada. Este tipo es conocido por un bebé que odia a su madre, un perro vicioso, un padre gordo y borracho, un vecino con debilidad enfermiza por las mujeres y un oso de peluche que sale de farra. Como ven, el clásico ejemplo de nobleza, moralidad y ética yanqui. ¿No les parece morboso?
La colocación de MacFarlane parece un acercamiento a la polémica que ya consiguió Ricky Gervais en los Globos de Oro. ¿Lo recuerdan? Ha sido una de las galas más divertidas de los últimos tiempos. Y de las más inteligentes, sin duda. Así que, puestos a crear un espectáculo entretenido, alejado de los anodinos discursos y los chistes mecanizados, me decanto del lado de la barrabasada.
Además, el hecho de que sea MacFarlane el presentador demuestra que el star system de Hollywood tiene mejor humor del que parecía. Aunque claro, esa afirmación queda en entredicho hasta que haya pasado el evento, el próximo mes de febrero. No todo el mundo acepta que se rían de manera salvaje de uno cuando está esperando el premio a mejor director. Ya verán la que se lía. Tiempo al tiempo.