Total Recall (Desafío Total)

El espectador se sentará en la butaca para abandonar una vida mundana y sumergirse en un universo de fantasías palpables que le obligarán a pellizcar su brazo para descubrir si es sueño o realidad. Qué problema, entonces, cuando el sueño que debiera embellecernos con nuevos recuerdos, con nuevas experiencias, con una historia inolvidable, parece un deja vù cutre.

‘Total Recall (Desafío Total)’ es un fraude sin remedio. Al principio, quedamos asombrados con la espectacularidad de los fondos y las persecuciones futuristas. Después, cuando descubrimos que la película es una repetición continua de la misma escena, entendemos por qué el título original en español está entre paréntesis: para recordar que todo parecido con la original es un guiño sin el más mínimo ápice de carisma.

Lo que no entiendo es, puestos a hacer un remake de ‘Desafío Total’, ¿por qué no respetar el guion original en vez de escribir una pamplina tan desbordante? En esta ocasión, la rebelión pasa sin pena ni gloria, el desenlace es de risa y los personajes son flojísimos. Especial mención para Kate Beckinsale, que presenta candidatura para la peor mala de la historia.

Si el espectáculo de luces les justifica la entrada, puede que se entretengan. Ahora, yo tuve que mirar el reloj en un par de ocasiones y, al terminar, me extrañé al saber que solo había durado dos horas -parecen tres-. Lo que les decía el otro día: aquí hace falta una excursión a los páramos de Marte con cierta panda de productores, a ver si se les salen los ojos y les explotan las cabezas. ¿Qué han conseguido con ‘Total Recall (Desafío Total)’? El efecto contrario, lo que no pretendían: que quiera sacar un recuerdo de la cabeza.