Paul es un nombre de cine. Hace apenas un año lloramos por no haber sido el Sundace Kid que Butch Cassidy necesitaba para morir con el honor de las dos pistolas. Si Newman fue ‘el Paul’ de 2008, Naschy es, sin duda, el de 2009. El genio creativo del hombre lobo español fue aullando de un arte a otro: diseño, arquitectura, literatura, cómics… Lo hizo hasta llegar a la gran pantalla y convertirse en el icono idolatrado que es hoy.
Mi Naschy es una imagen en blanco y negro. Una película de domingo por la tarde, en casa de la abuela. Es un niño sentado en el suelo, a dos palmos de la pantalla, dispuesto a incumplir la orden de una madre incomodada por el monstruo: “Cambia de canal, niño”. Es una música estridente que subraya la violencia de un lobo cuyo mejor efecto especial era la imaginación. Mi Naschy -el de todos- siempre será una inspiración.
Como suele pasar con los grandes artistas, su trabajo le sobrevive. El próximo 22 de enero se estrena ‘La Herencia de Valdemar’, película dirigida por José Luis Alemán y que adapta uno de los cuentos de la mitología de H. P. Lovecraft. Naschy forma parte del elenco de actores que pululan por una producción que, a juzgar por su trailer, no parece española (tómenlo como un piropo; envenenado, pero piropo). Que Naschy forme parte de un proyecto relacionado con Lovecraft no hace más que acrecentar su leyenda. Ambos son corazones latentes en los amantes de la tristemente ignorada serie B.
La inspiración Naschy llega también el 12 de febrero de 2010 con el ‘The Wolfman’ de Benicio del Toro. A falta de poder catarla en una sala, los videos hasta ahora publicados prometen un trabajo detalloso, cuidado y muy vistoso de su director, Joe Johnston. Algo que no es de extrañar si repasamos su filmografía como director de arte: Star Wars, Indiana Jones, Battlestar Galactica… Larga vida al Hombre Lobo.