El verano para M. Night Shyamalan se presenta muy mal. Al menos por su tierra. Resulta que su última película ha levantado tantas ampollas que le acusan de no haber dirigido ninguna de sus anteriores cintas. El film en cuestión es ‘The Last Airbender’. Título que ya empezó con mal pie, en su momento, porque compartía ‘palabro’ modernista con la mastodóntica ‘Avatar’ (‘Avatar: The Last Airbender’, era).
Por lo pronto, el Airbender se ha dado un testarazo importante en la taquilla -¿a quién se le ocurrió estrenarla en la misma semana que la todopoderosa ‘Eclipse’?-. Y sólo hay una cosa peor que no conseguir un buen arranque económico con tu película. Que la crítica se cebe contigo. Eso es precisamente lo que le ha pasado al amigo Shyamalan, al que le deben pitar los oídos una barbaridad: “bazofia”, “indignante”, “insultante”, “racista”, “clasista”, “lamentable”, “sin sentido”… son algunos de los piropos que le lanzan al director de ‘El Sexto Sentido’.
Si se dan un paseo virtual por la web ‘Rotten Tomatoes’ (una de las principales páginas donde se puntúan las películas en Internet) descubrirán un escandaloso 8 sobre 100. Una nota que ni la película de las ‘Spice Girls’ en su momento, oigan. Pero es que en ‘Metacritic’ (otra web) no pasa del 20 sobre 100. Tampoco sale bien parada en Imbd (International Movie Data Base). Un desastre, vamos.
Al parecer, lo que más ha dolido ha sido que el guión, basado en una serie de dibujos animados, es casi inexistente con unos tintes raciales excesivamente radicales. A falta de verla, habrá que esperar a que llegue a nuestro continente, donde las últimas cintas de Shyamalan han caído mejor que en Estados Unidos (‘La Joven del Agua’, ‘El Incidente’).
Yo, por lo pronto, le doy el beneficio de la duda. Alguien que hace ‘El Protegido’ tiene que pasarse muchísimo para perder mi respeto. Tiempo al tiempo.