Y en eso que Fulanito y Menganito se encuentran en la entrada de la oficina. O de clase. O en el ascensor de su casa. No recuerdo bien. El caso es que Fulanito estaba visiblemente emocionado, y así se lo transmitió a Menganito al empezar esta conversación:
-¡Menganito, acabo de ver una película espectacular!
-¿Sí?
-Sí, la estrenaron el viernes. Una pasada. Al entrar, te dan unas gafas negras, como de pasta, muy modernas ellas, con las que ves la película como si estuvieras dentro de ella…
Mengano enarca las cejas y con una lacra absoluta de sutileza, le da la bofetada. Metafóricamente hablando, claro:
-Fulano, esa película no es nueva…
-Sí, ya sé, ya sé. He leído por ahí que dicen que se parece mucho a ‘Pocahontas’ o a ‘Bailando con lobos’, pero no importa. La grandeza está en cómo la cuenta, ¡qué efectos, niño! Además, aunque te veas venir el final, es muy entretenida.
-Que no, tío, que no te enteras. Que no es nueva, que ya estaba estrenada.
-¿Cómo? ¿Es un remake?
-No. Bueno, o tal vez sí… porque ahora los remakes los hacen cada vez más rápido… ¡Vaya, a lo que vamos! Que no hace ni un año desde que se estrenó la película por primera vez.
-Pues yo he visto carteles por la calle, anuncios en la tele, tráilers en el cine, páginas en revistas y prensa, cuñas en la radio…
-Ya. Es que la primera vez recaudó taaaantísimo dinero, que les salía rentable volver a publicitarse como si fuera la primera vez.
-Pero, Mengano, digo yo que algo nuevo tendrá para que vuelva al cine, ¿no?
-Claro. 8 minutos. Y, por ocho minutos, la gente va a volver a pagar la barbaridad que vale la entrada. Con lo que el amigo James Cameron se frota la manos.
-James Cameron… Hmmm… Ahora que lo dices, me suena que este tío va a estrenar otra película este año.
-¿Ah sí?
-Sí. Será en 3D y contará la historia de amor de Jack y Rose, dos tortolitos que se enamoran, atención, ¡en el Titanic!