Sigo pensando que hemos perdido todos. Con la decisión del nuevo director de la Academia del Cine, digo. No por Bigas Luna, que de buena nos hemos librado. Aunque, claro está, también tenía su morbo lo de ponerle al frente de la institución… Menuda gala de los Goya nos hubiera preparado con todos los actores en pelotas y alguna que otras escena lésbica en el escenario, a los pies de Buenafuente. En fin.
El ganador es Enrique González Macho, «un amante del cine». Y eso está muy bien, faltaría. El problema que le veo es que es demasiado clásico, fácilmente encasillable en la categoría ‘españolada’. Acabo de leer una entrevista en la que dice: “La gente asegura que no ve cine español porque es un aburrimiento. ¿Cómo lo saben si no lo ven?” Permita una posible respuesta, estimado nuevo director: porque las películas que el cine español se empeña en vender como emblemas culturales e hitos fílmicos son, la mayoría de las veces, una patochada. Me remito, sin mucha distancia, a la ganadora del último Goya, ‘Pan Negro’, valiente estupidez mórbida sobre los temas de siempre con el interés narrativo de un huevo y la épica de una telenovela venezolana. Suponga que yo soy uno de esos ‘anticinespañol’ y decido darle una oportunidad a la que, para juicio de la academia, es la mejor obra del año. Le aseguro que, después, no me iría a ver ‘También la Lluvia’, ‘Balada triste de trompeta’, ‘Buried’, ‘Héroes’, ‘Primos’, etcétera.
Sé que le dolerá oírlo, pero Álex de la Iglesia tenía mucho que ver con la resurrección del cine español. Hemos perdido a uno de los pocos cineastas que estaban dispuestos a escuchar al público, a revolucionar una idea que nunca dio frutos. Es básico que entiendan que si la industria no funciona aquí es porque no hacemos industria, funcionamos como víctimas de nuestras propias historias, artistas dolientes que lloran por las esquinas en busca de una subvención con la que narrar la lenta, sentida y aburrida experiencia de un caracol con inquietudes sexuales.
Yo sólo sé que mientras se anunciaba la llegada de Macho al poder, Álex de la Iglesia escribía en twitter: “¿Has visto al diablo bailar bajo la luz de la luna llena?” (Batman, 1989; Tim Burton) Mientras, sus miles de seguidores, llorábamos: éste sí era nuestro friki.