Lo de acostumbrarse a las malas noticias no es buena señal. En la maraña de crisis, despidos, desempleo y primas de riesgo, la cultura también sufre. Como dijo P. Casaldaliga, “primero sea el pan, después la libertad. La libertad con hambre es una flor encima de un cadáver”. Digan “libertad” o “cultura” o “arte”. En cualquier caso, entiendo que, entre tantas desgracias económicas, hay prioridades. Pero eso no quita que llore el cierre de salas de proyección o el hundimiento de negocios del mundillo del cine que sufren la presión de una cartelera exigente, en 3D, alejada de propuestas más arriesgadas.
Pese a las multisalas, es fácil que se repitan hasta cuatro veces una misma película en distintos horarios, dejando sin techo a producciones más pequeñas, cine independiente o, incluso, español. Y conste que lo entiendo, ¿quién no haría lo mismo?
Por todo esto, por un panorama caníbal que deja poco espacio a la imaginación, no puedo más que quitarme el sombrero y reverenciar el buen hacer de dos salas granadinas que apuestan, como puerta de salida, por enriquecer el cine con el cine. Así, Kinepolis propone una maratón de animación japonesa con joyas como ‘Akira’, ‘Evangelion’, ‘Mi vecino Totoro’ y ‘La princesa Mononoke’, entre otras. Al otro lado, Cinema2000 ha creado un ciclo diario con proyecciones de los clásicos de Hitchcock: ‘Psicosis’, ‘Vértigo’, ‘Con la muerte en los talones’ y ‘Los pájaros’.
Ambos cines, me consta, planean mantener durante todo el año una programación alternativa que, como les decía, enriquece el paladar de los amantes del cine y de todos aquellos que se atreven a descubrir, con el lujo que suponen una gran pantalla y una butaca acondicionada, nuevas viejas historias. Y sin 3D.
¿No les parece fascinante? Bravo.
*Actualizamos: Cinema2000 anuncia ciclo de Billy Wilder a partir de la semana que viene. Lo que les decía, bravo.