‘El lado bueno de las cosas’, ‘Flight’ y ‘Bestias del Sur Salvaje’; la locura, la tentación y el ciclo de la vida. Tres películas para tres temas maravillosos. Tres estrenos que llegan bajo la sugerente promesa del Oscar y con el aplauso de la crítica estadounidense. Tres razones sobresalientes para pagar la entrada del cine y reinar sobre una butaca durante más de seis horas. Tres formas de mostrar la importancia de la interpretación, la dirección y la historia. Siempre la historia; el guion.
La pregunta es inexcusable: ¿por dónde empezar? Las instrucciones son sencillas: haga un examen de su estado emocional: ¿está feliz, triste, melancólico, activo, frenético, pasota…? Tranquilo, hay una opción para todos. Digamos que se encuentra en uno de esos días donde el mundo es de color de rosa, las flores huelen más y le da por escribir rimas en asonante sobre los ojos del tipo o la tipa que se sienta a su lado en el autobús. Fácil: ‘El lado bueno de las cosas’. No porque sea ñoña, sino porque le demostrará que se puede hablar del amor sin usar el color rosa.
Cambiemos de registro: en realidad, está en una fase de aceptación de su personalidad, de sus talentos y, sobre todo, de sus pecados. Una de esas épocas en las que uno se siente un lobo solitario contra el mundo entero, un antihéroe incomprendido y, en cierta manera, conforme con su situación. Ya saben, esos días en los que son el chico malo y todo les suena a los Rolling Stones: ‘Flight’. ¿Por qué? Para que descubran que no son tan especiales, que la vida no les va tan mal y que las apariencias engañan, por mucho que le demos la vuelta a las cosas.
Pero no. Usted lo que necesita es una fábula moderna, impactante, con cierto tono oriental de profunda filosofía e imaginería innovadora. No me diga más: ‘Bestias del sur salvaje’. Más que nada, porque nadie esperaba que una película tan pequeña pudiera generar cosas tan grandes.
Bueno, vale. También existe la posibilidad de que le apetezca el cachondeo padre. Se supone que ese papel es para ‘Movie 43’, una suerte de ‘Saturday Night Live’ en versión película pero con dudoso efecto hilarante.
Hala, pues. Su decisión. Yo, mañana, les cuento dónde está el lado bueno de las cosas.