Se conoce que en Hollywood dieron un curso de Historia de la Literatura a productores en la que, de paso y a modo de anécdota, apuntaron cómo ciertos periodistas clásicos tenían la costumbre de darse un lingotazo antes de sentarse delante del ordenador, para llamar a las musas. Y claro, sucedió lo único que podía suceder: los productores salieron de ‘botellón artístico’, se pimplaron docenas de botellas de ron, vodka y whisky y terminaron con un lobazo inconmensurable. Cuando se encontraban en el punto álgido –ese en el que los enemigos son amigos y los amigos, hermanos–, sacaron una libreta e hicieron una lista de guiones rompedores: ‘Alicia’, ‘Blancanieves y la Leyenda del Cazador’, ‘Blancanieves: Mirror, Mirror’, ‘Oz’, ‘Caperucita Roja’, ‘Robin Hood (la historia real), ‘Arturo (la historia real)’, ‘Los hermanos Grimm’… Y, ahora, ‘Hansel y Gretel, cazadoras de brujas’ (Tommy Wirkola, ‘Zombis Nazis’).
Por otro lado, y, según fuentes autorizadas, del mismo curso surgió otra generación que lamentaba la facilidad de rehacer películas de sus compañeros borrachuzos y optaron, con la misma pájara que los demás, por escribir un único guion que repetirían una y otra vez cambiando los nombres a los personajes: ‘Crepúsculo’, ‘Soy el número 4’, ‘The Host’… Y, ahora, ‘Hermosas Criaturas’ (Richard LaGravenese, ‘Posdata: Te Quiero’).
Ambas opciones tienes sus pros y sus contras. Los pros se pueden resumir en una misma idea para ambos estilos: engañan con facilidad y crean ansiedad al espectador más desarmado. El gran problema de la primera categoría es que vive de las rentas de una mitología a la que suele faltar al respeto. Pero no es anda comparado con el de la segunda categoría: sus autores se lo creen. Todos creen que han escrito la nueva ‘Romeo y Julieta’ y así te lo hacen saber: «la Romeo y Julieta de los vampiros», «la Romeo y Julieta de los extraterrestres», «la Romeo y Julieta de los monstruos»… Buaj.
Los estrenos de este fin de semana llegan cargados de prejuicios –al menos para mí–. La patraña de Hansel y Gretel suena a insulto a nuestra inteligencia y es prueba viviente de que cada día estamos más cerca de ‘Los Tres Cerditos: la Guerra contra el Lobo (3D)’. Y ‘Hermosas Criaturas’, otra horterada memorable que bombardeará los cerebros adolescentes con hormonas, rostros impolutos y bellezas lánguidas.
No, no motivan.