Quiso Zeus que fuera a ver ‘G.I. Joe: La venganza’ después de echar unas partidas al videojuego ‘God of War’ (que aún no había pasado por mis manos). El caso es que como la película de marras tiene la extraña virtud de invitarte a pensar en otras cosas, no pude evitar imaginar a The Rock interpretando a Kratos, el fantasma de Esparta. No sé si todo esto les suena a chino, por si las moscas, les cuento:
Kratos es el líder de un bestial ejército espartano. Su leyenda es tal, que la sola mención de su nombre asusta a cualquier hijo de vecino. Hasta que un día, un gigantesco bárbaro le vence en combate y, justo cuando va a cercenar su cabeza, Kratos pide a Ares, dios de la guerra, que salve su alma para poder seguir conquistando tierras en su nombre. Ares acepta, pero las consecuencias serán terribles para el espartano…
Luego vienen los titanes, el coloso de Rodas, hydras, cancerberos descomunales, las hermanas del destino, Hércules, Neptuno… y un sinfín de criaturas mitológicas. Efectivamente, se trata de una reinvención de lo que ya hemos visto en innumerables ocasiones. Pero no es menos cierto que la cuidada estética y el impresionante diseño de los personajes aportan un extra de carisma que ya quisieran películas como ‘Los inmortales’ o ‘Furia de Titanes’.
Y les hablo de películas porque ya está anunciada la versión cinematográfica de ‘God of War’. Hasta el momento solo sabemos que sus guionistas son Patrick Melton y Marcus Dunstan, responsables de la saga ‘Saw’. Un principio poco prometedor. Así que mientras veía G.I. Joe, pensaba, ¿por qué tardan tanto en convertir a The Rock en Kratos? Si no, que llamen a Vin Diesel. Incluso Jason Statham, ganando un poco de peso, sería una buena opción. Dicho queda.