Empezar con tanta mediocridad una aventura de proporciones colosales es un despropósito. Y no es que el regusto final de ‘Jack el caza gigantes’ sea malo. De hecho, son un par de horas de sano y ameno entretenimiento. Pero no es menos cierto que, desde el primer minuto, la película rezuma un aroma a descuido, a conformismo, que, sin duda, ha perjudicado al último trabajo de Bryan Singer (‘X-Men 2’, ‘Sospechosos habituales’).
La historia la conocen. Más o menos. Unas judías mágicas que, al mojarlas, nos llevan directos a un reino de criaturas fantásticas. El protagonista del cuento es Jack (Nicholas Hoult, ‘Memorias de un zombie adolescente), granjero con ansias de aventuras que se topa por una de esas casualidades legendarias con la princesa del reino, Isabelle (Eleanor Tomlinson, ‘El Ilusionista’). Tras un incidente ‘inesperado’, la pareja y el habilidoso caballero Elmont (Ewan McGregor, ‘Big Fish’) se verán envueltos en una guerra para defender a la humanidad de los temibles gigantes.
Como les digo, el principio es de lo peor que hemos visto en mucho tiempo. Y por una razón que, en este tipo de películas, extraña más: la técnica. En general, los efectos visuales del film dejan mucho que desear. Pero es que el pequeño corto de animación con el que arranca ‘Jack el caza gigantes’ es cutre. A partir de ahí, el guión no guarda ninguna sorpresa, pero se agradece el esfuerzo del trío protagonista porque nos divirtamos -pese al exceso de pasteleo-.
En cuanto la cinta coge carrerilla, empezamos a ver al Singer intrépido, sobrecogedor y apasionante que tanto nos gusta. Un precio demasiado alto para un género, el fantástico, que debe impresionar desde el primer fotograma. ‘Jack caza gigantes’ no será recordada por todo lo alto. Pero puede, tal vez, que les proporcione un rato distendido.