El discurso de Steve Jobs en Standford, en el verano de 2005, es, sin serlo, la mejor precuela de ‘Jobs’ (Joshua Michael Stern). Ocho años más tarde, su ‘Stay Hungry’ sigue emocionando por su terrible actualidad. Y puede que la pieza audiovisual no sea un referente cinematográfico, pero la interpretación, la voz y el compromiso en la voz del padre de Apple conforman una película inolvidable.
«Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón». La frase la pronunció en uno de los discursos más bellos e inesperados que se recuerdan, mezclando su vida, su trabajo y una palabra que siempre ha estado asociada a Steve Jobs: vocación. Los 14 minutos del vídeo siguen siendo imprescindibles. Han pasado seis años y, sin embargo, ningún día tuvo más sentido aquella frase de «sigue hambriento, sigue alocado».
Las tres historias de Steve Jobs hablaban sobre «conectar puntos». Primero, desde su propio nacimiento y el origen de esa chispa que le llevó a crear Apple con 20 años. Después, con «el amor y la pasión» por su trabajo, algo que hizo que se recompusiera ante la adversidad y fundara algo tan mágico como ‘Pixar’, la creadora de la primera película de animación por ordenador, ‘Toy Story’. Y, por último, precisamente, sobre la muerte: «Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante de la vida».
Steve Jobs se repetía: «Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿haría lo que voy a hacer? No hay razón para no seguir… Nadie quiere morir, incluso los que saben que van a ir al cielo. Pero hay que renovar, lo nuevo sustituye a lo viejo y así debe ser».
«A veces la vida te golpea con un ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me ha mantenido en pie ha sido amar lo que hago. Tenéis que encontrar lo que amáis. Vuestro trabajo es una parte muy importante en la vida, y la única forma de queda satisfechos es creer que estáis haciendo algo grande. Amad lo que hacéis».
Steve Jobs, 1955-2011