La ecuación es complicada, pero funciona: sumen el cinismo y la perversión de ‘Breaking Bad’ y el humor basto, retorcido y depravado de ‘Padre de Familia. ¿El resultado? ‘Somos los Miller’, una comedia con tintes de barrabasada que juega a dos bandas: guiño y sarcasmo para la clásica familia americana. Una película que lleva varios meses de promoción a costa del striptease de Jennifer Anniston, pero que guarda mucho más entretenimiento del que cabía esperar. Las risas están aseguradas.
David (Jason Sudeikis, ‘Cómo acabar con tu jefe’) es un camello de poca monta que vende marihuana en pequeñas cantidades. Por culpa de su vecino Kenny (Will Poulter, ‘Son of Rambow’), un torpe chaval de 18 años, y de Casey (Emma Roberts, ‘American Horror Story’), una joven rebelde que huyó de su casa, unos rateros le roban la mercancía, creándole una deuda con un gran capo de la mafia (Ed Helms, ‘The Office’). Su única salida será transportar una ‘pequeña’ cantidad de droga de México a EE UU con una familia improvisada: Kenny, Casey y Rose (Jennifer Aniston, ‘Friends’), una guapa stripper que necesita abandonar el negocio. ¿El medio de transporte? Una feliz autocaravana.
Rawson Marshall Thurber (‘Cuestión de Pelotas’) dirige ‘Somos los Miller’ guiado por el sempiterno espíritu del ‘Saturday Night Live’. La película pertenece a esta nueva generación de comedias que sobrepasan la línea del puritanismo yanqui y utilizan chistes e imágenes transgresoras (atentos a los testículos del chaval) para generar la carcajada. Y la verdad es que funciona. No estamos ante la típica cinta familiar, pese a la moralina que intenta colarse en los últimos minutos.
Confesaré que nunca he sido muy de Sudeikis, siempre pensé que era un actor demasiado simple. Pero, conforme pasan los años, le voy cogiendo cariño. Esa cara de no haber roto un plato funciona muy bien y empieza a hacerme gracia. No es la gran comedia del año, pero ‘Somos los Miller’ es una opción muy disfrutable.