Si algo he aprendido en estos últimos seis años, mientras me forzaba a escribir de las historias, es que las historias fuerzan el cambio. En noviembre de 2009, cuando abrimos ‘Salto de Eje’, la palabra crisis era una amenaza que tenía voz de Malamadre. Echando la vista atrás, tengo la sensación de que, desde entonces, nunca he dejado de escribir de la crisis. Textos impregnados de voces que pedían paso, que exigían un cambio, que miraban cómo ellas, las historias, reflejaban el camino que fondeaba en un puerto imposible. Qué bonito, ¿verdad?, descubrir que ‘imposible’ también era una palabra relativa. Como crisis. O final.
Éramos como el Hugo de Scorsese o el Joe de Abrams, niños deseosos de abrir la puerta de las historias para ser parte de ellas. Y sin darnos cuenta el juego se convirtió en aventura y la aventura en un sonoro bofetón en la cara de todos aquellos papanatas que nos dijeron que nunca sería como antes. Por supuesto que no. Será mejor.
Todo este proceso de luchar a sablazos contra la frustración, la pena y el olvido -la crisis- culmina mirando hacia dentro. Imaginando que todos somos parte de una única historia más grande, un organismo vivo que funciona guiado por las emociones que cada uno de nosotros encarna. ‘Del Revés’, lo último de Pixar (estreno 17 de julio), cuenta la vida de las emociones que habitan dentro de cada persona y cómo ellas -Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza- convierten lo invisible en lágrimas, risas, vello erizado y abrazos encontrados.
Imagínense parte de una gran historia. Sean conscientes de que su sola presencia ya provoca un cambio brutal e infinito. Somos tan poderosos que sólo con desear el cambio ya lo estamos produciendo. Amigos, hemos pasado unos años duros. Y los que nos quedan. Pero siéntanse parte de la historia, de todas las historias, porque así forzaremos, juntos, el cambio.
Me marcho con el ‘The End’ en la pantalla.
Si me necesitaran, busquen.
Buen verano.