El despertar de los Kaiju (un tráiler inesperado)

 

Nunca les conté la historia de cuando fuimos a San Diego, a la Comic-Con. Fue hace tres años. Éramos un grupo de amigos con una misión, transportar una mercancía: un kaiju. Un monstruo japonés. Toda una aventura. Continuar leyendo «El despertar de los Kaiju (un tráiler inesperado)»

Comic-Con en el recuerdo y un poco de Origami

Para los amantes del mundillo hay un impulso innato que obliga a mirar a San Diego en estas fechas: Comic-Con, el mayor y más grande evento friki del mundo. Entrar por sus puertas debe ser parecido a atravesar un agujero de gusano en mitad del espacio y aparecer en un planeta donde todo es puro ‘hype’. Y se lo digo por propia experiencia. No lo del viaje espacial, que todavía no, me refiero a entrar a la Comic-Con. El año pasado estuve allí con un ilustre grupo de héroes y, la verdad, nos lo pasamos de escándalo. Incluso ahora, visto con perspectiva, las colas kilométricas para entrar en el solemne ‘Salón H’ parecen más livianas.

Para que se hagan una idea, el ‘Salón H’ es el escenario sobre el que se hacen las presentaciones más esperadas de películas y series de televisión. Allí vimos a ‘Los Vengadores’ reunidos por primera vez, a los ‘X-Men’, al reparto de ‘Los Juegos del Hambre’, de ‘The Walking Dead’, de ‘Doctor Who’… En fin, una locura.

Si este mundo fuera justo, mis amigos y yo podríamos ir todos los años a la Comic-Con, como Sheldon, Leonard y el resto de protagonistas de ‘The Big Bang Theory’. Pero, efectivamente, eso es una inversión fuera de toda normalidad. El año pasado se anunció allí ‘Batman vs. Superman’ y, probablemente, en esta edición se vea el primer tráiler. Tampoco me extrañaría que hubiera algún metraje exclusivo de ‘Los Vengadores 2: La era de Ultron’, algún guiño de ‘Star Wars’ y novedades que ni siquiera puedo imaginar. Ains.

Debe ser alucinante visitar la Comic-Con como uno de esos directores o escritores que generan tanta expectación. ¿Se imaginan entrar en el enorme escenario del ‘Salón H’ y que un ejército de fans aplaudiera su sola presencia? Eso, como lo de los viajes espaciales, no se lo puedo contar. Todavía.

¿Saben quién SÍ puede contar una experiencia parecida? David Pavón, un artista granadino que ya resultó ganador en el pasado XX Festival de Jóvenes Realizadores de Granada con ‘Origami’, un precioso corto de animación que se podrá ver en una sesión muy especial de la Comic Con de este año.

 Esta es la página de Facebook de David Pavón.

Este es el canal en VIME de David Pavón.

Y este es ‘Origami’, su corto de animación. Disfruten:

Origami from david pavon on Vimeo.

El día que vimos Black Sails en la Comic-Con

Hace seis meses entré en los cines Reading de San Diego como uno de los doscientos y exclusivos invitados a la premiere mundial del episodio piloto de ‘Black Sails’ (estreno 26 de enero), la serie de piratas de Starz (los muchachos que nos trajeron ‘Spartacus’) producida por Michael Bay. Sí, yo. Yo y otros cuatro granadinos (bueno, uno es de Antequera, pero le perdonamos) que nos decidimos a romper la hucha para viajar, orgullosos, a la Comic-Con.

Tras un día de excesos frikis, hamburguesas voluptuosas y refrescos con la cara de Shaquille O’neal, aparecimos en la premiere de ‘Black Sails’, digamos, poco maquillados. Y algo sudados. Y claro, al lado de los actores –muy musculosos ellos– y las actrices –despampanantes ellas–, éramos como una gota de Fairy en una sartén sucia. Solo que al revés. En fin.

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¿Saben ese incómodo momento cuando entras a la sala de cine tarde y está todo el mundo sentado en sus butacas y tu paseas, sin querer, tu culo o tu órgano sexual por delante de la cara del responsable espectador que entró a su hora? Pues eso nos pasó a nosotros. Con la peculiaridad de que esos responsables espectadores eran los protagonistas de la serie. Ahí queda eso.

Vimos el capítulo detrás de ellos y, la verdad, me resultó muy entretenido. Es exactamente lo que cabía esperar de los creadores de ‘Spartacus’: violencia, sexo y acción. Lo que más me gustó, sin embargo, fue que el genial compositor Bear McCreary interpretó en directo el tema central de la serie –sensacional– y que luego nos invitaron a un bar a cenar y tomar unas copas con el equipo de ‘Black Sails’: pizzas, perritos, canapés, ensaladas, cervezas y mojitos. Todo a la cuenta de Michael Bay. Gracias, Michael, nunca lo olvidaremos.

En el bar, por cierto, nos hicieron esta foto:

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PDT 1:El día en que sus actrices protagonistas se hagan famosísimas (atentos a la escena lésbica), comparto las fotos y los vídeos que hice en la premiere.

PDT 2: Starz emitió el primer capítulo una semana antes de su estreno en televisión, en Youtube. En España no tenemos acceso al episodio, pero les dejo el trailer:

Temporada 4: Season Finale

Mi abuelo tenía la costumbre de comprarle a mi madre un tebeo cada cierto tiempo. Pasaban cerca del quiosco con las manos vacías y llegaban a casa con una nueva aventura del Guerrero del Antifaz o de Roberto Alcázar y Pedrín. Como comprenderán, yo nunca viví esa escena y, sin embargo, la guardo como propia. Mi madre procuró que grabara en una memoria ficticia ese paseo veraniego, cogidos de la mano por el centro de Granada. Es el poder de las historias que pasan de unos a otros. De los que hablan a los que escuchan. De los que escriben a los que leen. De los que viven a los que vivirán.

Un año, al terminar el colegio, fui con mi padre a comprar el periódico y le pedí un cómic. Entre la anécdota de mi madre y el amor que mi hermano y mis primos profesaban por Batman y Spiderman, deseaba sentirme parte del juego. Pero yo, que siempre busqué la rareza, no quería ningún tebeo conocido. Arrastré el índice por la vitrina, esperando una señal divina, como si se tratara de una guija fantasmagórica. De repente me paré y dije: «papá, quiero este». Era el número 3 de ‘El Escuadrón Suicida’.

Me siento afortunado por recordar mi iniciación al mundo del cómic –creo que por eso hago las cosas raras, para no olvidar fácilmente–. Mañana me subo a un avión para visitar la capital universal de la viñeta, los héroes y el cliftchanger: ‘San Diego Comic-Con’. Aunque nació como un acto dedicado en exclusiva a los cómics, ahora es uno de los mayores eventos de promoción del mundo del cine y la televisión. Actores, directores y guionistas se dan cita allí para charlar sobre sus proyectos con los aficionados . Y allí que vamos. Si todo va bien, volveré a España con una bonita historia que estaré encantado de escribir.

Lo raro del asunto –ya les dije mis tendencias– es que les he contado todo esto para no olvidar que un día, veinticuatro horas antes de volar a la Comic-Con, sobrepasé las mil columnas publicadas en IDEAL. Gracias. Y, si permiten un consejo, agarren la mano de alguien y llévenlo a buscar una historia. O déjense llevar. Sea como sea, disfruten del paseo.

¡Hasta dentro de un mes!

Paul

¿Saben esa sensación de “voy a echar el rato viendo algo por pasar las horas muertas y no contar los minutos en una aburrida tarde de verano y terminar encantado con una película que no prometía nada pero que sorprendentemente te ha dejado con una sonrisa complaciente y un buen rollo friki como hacía tiempo que no tenías”? Pues eso, ni más ni menos, es ‘Paul’.

La tardanza en llegar a nuestras pantallas y una promoción basada en que Santi Millán pone la voz al bueno de Paul, no han ayudado a promocionar una película que debería sentar sus puntos fuertes en tres nombres propios: Greg Mottola (‘Supersalidos’, ‘Adventureland’), Nick Frost (‘Shawn of the Dead’, ‘Radio Encubierta’) y Simon Pegg (‘Shawn of the Dead’, ‘Star Trek’), tres genios del humor cuyos trabajos, poco a poco, se han hecho un hueco en el género, ganándose el cariño del espectador alternativo y menos comercial.

Clive y Graeme (Frost & Pegg) son dos frikazos británicos que viajan a EE.UU. para asistir a la Comic-Con de San Diego. Su plan, además, es peregrinar en caravana hasta Roswell, el emblemático lugar que ha centrado tantos guiones de ciencia ficción. Tras un pequeño accidente, se encuentran con ‘Paul’, un extraterrestre que vive el ‘Bob Marley way of life’, cuenta chistes verdes, le gustan las barbacoas y, de paso, tiene los secretos de la creación del universo. Los tres forjarán una amistad al tiempo que huyen de una patrulla del FBI que quiere experimentar con el cerebro del alienígena.

Es cierto que los lectores de cómics, los consumidores voraces de películas de culto y sci-fi y, en definitiva, todos los que se hayan sentido alguna vez identificados con ‘The Big Bang Theory’, disfrutarán más de los innumerables guiños de ‘Paul’ (desde Indiana Jones hasta Cocoon, pasando por ‘E.T’, Kill Bill o Star Wars), pero el buen hacer de Mottola y la fina crítica e ironía del guion (escrito por los propios Frost & Pegg, por cierto) harán que esas horas muertas se transformen en un estupendo entretenimiento.