Guillermo del Toro posee una de esas imaginaciones magnéticas que se identifican con facilidad. Su sello, su marca personal, se filtra en todos sus trabajos hasta convertir todo lo que toca en pura fantasía. El director de ‘Pacific Rim’ ha sido el encargado de diseñar el opening del ‘XXIV Treehouse of Horror‘ de Los Simpsons. Y sí: es una genialidad.
Hay referencias a sus películas (‘El laberinto del Fauno’, ‘Hellboy’, ‘Blade’, entre otras) y a clásicos del cine de terror, desde ‘Los Pájaros’ de Hitchcock hasta Drácula, el Hombre Lobo, Frankestein y todos los clásicos de la Universal.
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Qué se siente a los mandos de un robot: Pacific Rim. El titánico esfuerzo de Guillermo del Toro (‘Hellboy’, ‘El laberinto del fauno’) por conseguir que los monstruos gigantes –los kaijus– vuelvan a la palestra ha dado sus frutos. El colosal espectáculo técnico y visual que derrocha su película solo es comparable al inevitable retorno del espectador a la alfombra de su dormitorio, cuando sostenía entre sus manos dos trozos de plástico con forma de Godzilla o Mazinger.
Todo en ‘Pacific Rim’ está dispuesto para el espectáculo. El preciosismo y la cuidada experiencia, tan cercana al ánime y a los clásicos japoneses, me supo igual que una velada con ‘El Circo del Sol’. Esa sensación del “más difícil todavía”, de los golpes de efecto, de la asombrosa destreza del funambulista, de la habilidad para malear la física hasta convertirla en sueño. Al salir de la carpa nadie recuerda si había o no una historia detrás de las volteretas. La huella se forja en la forma, no en el fondo. Y ése es, también, el éxito y el pecado de Guillermo del Toro: el guión.
La invasión de los kaijus obliga a los humanos a construir jaegers, poderosos robots con los que evitar la destrucción de la especie. La idea recuerda mucho a ‘Evangelion’, pero donde el ánime sentaba las bases en unos personajes carismáticos y un relato que iba más allá de lo evidente –más allá de la forma–, ‘Pacific Rim’ se conforma con un protagonista soso, unos robots ajenos a la aventura y unos monstruos que caen como los masiyas hechizados de los Power Rangers. Del Toro nos encandila con un diseño brutal pero no consigue que nos importen sus héroes. Charlie Hunnam (‘Hijos de la Anarquía’) no es el piloto que necesitaba ‘Gipsy Danger’ –el robot protagonista–, carente de todo misterio, de toda empatía. Sí lo son Rinko Kikuchi (‘Babel’) e Idris Elba (‘Prometheus’), desaprovechados por completo.
Duele ver una película que no aporta más guión que el visto en su trailer. Falta metraje, falta drama y falta conexión entre película y espectador. La misma conexión que exigen los jaegers para ser pilotados. No obstante, el placer estético de ‘Pacific Rim’ mantiene la cinta arriba, alucinando a todos los que ejercieron la imaginación. Entretiene, sin duda. Y sienta las bases para una segunda parte que forje una justa leyenda entre forma y fondo. Lo que Guillermo del Toro ha empezado sólo puede crecer. Y así lo espero.
No sé qué dirá la forma, pero Guillermo, en el fondo, estoy contigo.
Pacific Rim es el gran evento cinematográfico del verano. O, al menos, el que más expectación ha creado a su alrededor. Guillermo del Toro ha revolucionado la Red con sus robots gigantes –que han sabido evocar, sin mencionarlo ni una vez, al anime ‘Evangelion’– y sus monstruos colosales de corte japonés. En fin. No importa lo que digan, hagan o mediten: tenemos ganas de verla. Punto. No hay más. Puro hype, pura expectación. Ansiedad. Queremos nuestra entrada y que nos dejen en paz. Hala. (Pueden pasar de todo el artículo pero, por favor, vean el último vídeo. Gracias).
Pero hoy no les quiero hablar de ‘Pacific Rim’ sino de ‘Atlantic Rim’. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Se trata de una precuela, una secuela, un spin-off? Nada de eso amigos: se trata de una película ‘totalmente’ distinta en la que unos monstruos gigantes brotan de las profundidades del océano para destruir todas las ciudades libres de La Tierra. Los humanos, para sobrevivir, crearán poderosos robots para evitar el fin de la vida… Vale, sí, es la misma historia. La mismitica que ‘Pacific Rim’. Pero en vez de ‘Pacific’ en ‘Atlantic’. Es lo mismo, pero es completamente distinto. Lo ven, ¿no?
Veamos el trailer de ‘Pacific Rim’:
Y ahora el trailer de ‘Atlantic Rim’:
Esta genialidad de la mercadotecnia moderna es fruto de ‘The Asylum’, insigne productora y distribuidora que lleva una década aprovechando el tirón de ciertos proyectos de Hollywood para estrenar versiones mediocres con mucho menos presupuesto y actores de serie B. ¿Que viene ‘Piratas del Caribe’? The Asylum lanza ‘Piratas de la Isla del Tesoro’. ¿‘Transformers’? ‘Transmorphers’. ¿‘Thor’? ? ‘Almighty Thor’. ¿‘Prometheus’? ‘Alien: Origin’. ¿‘Jack Cazagigantes’? ‘Jack Matagigantes’… Y así sucesivamente, hasta casi un centenar de títulos.
Por aquello de que no les falten datos, disfruten con la versión ‘Jack Matagigantes’ de ‘The Asylum’:
Y por fin llegamos al título de este artículo, que no es una oda al Bifrutas (antes conocido como Biofrutas; algo que podría ser, a la postre, un perfecto símil entre Hollywood y The Asylum), sino un intento por sumarnos a esta maravillosa oda entre las odas: la versión en tiempo real (concepto acuñado en ‘La loca historia de las galaxias’, ya que estamos con las referencias culturales).
Salto de Eje se congratula en presentar el trailer de ‘Meditarrean Rim’: unos monstruos aparecen bajo el mar, los robots gigantes luchan y, bueno, hay una voz que, quizás, desde su infancia, sigue jugando en tu playa…
La idea del miedo es más poderosa que el miedo en sí mismo. Seguro que conocen a alguien que cuando ve el trailer de ‘Mamá’ en la televisión aparta la mirada o cubre el rostro con la mesa camilla. Eso es generar miedo, generar morbo y, por tanto, engordar la taquilla a base de ‘valientes’ que buscan su dosis de terror. ‘Mamá’ ha hecho los deberes con una campaña de promoción perfecta: una joven promesa detrás de las cámaras (Andrés Muschietti), un productor consagrado cubriéndole las espaldas (Guillermo del Toro), dos intérpretes de moda y unas perturbadoras imágenes de dos niñas correteando como demonios encorvados. La idea del miedo, un éxito. ¿El miedo real, el cinematográfico? Insuficiente.
No soy un gran amante del cine de terror. Es difícil que los sustos y la histeria del grito angustioso me encandilen. Pero es cierto que estoy rodeado de amantes del género que han salido fascinados con la propuesta del recién llegado Muschietti; ahí lo dejo. El caso es que a mí me ha sabido a un chicle estirado, nada comparable al corto en el que se basa. De hecho, ése es su gran problema: el galimatías telenovelesco que rodea al núcleo de la cinta, la inmensa cantidad de excusas para recrearse en los veinte minutos originales.
‘Mamá’ arranca como un cuento de terror, adulto. Una suerte del mito de El Emilio de Rousseau en versión fantasmagórica. Por no destripar mucho, digamos que Lucas (Nikolaj Coster-Waldau) debe hacerse cargo de sus dos sobrinas, abandonadas por su padre en una casa espeluznante. Las niñas, alejadas del recuerdo, se comportan de una manera tétrica y escabrosa, se mueven como arañas y comen como hienas. Annabel (Jessica Chastain, lo mejor de la película), la novia de Lucas, tendrá que hacer de madre de las pequeñas, algo que no le gustará mucho al espíritu que rodea a las pequeñas. En fin.
No me convence mucho en ninguna de sus facetas. Es verdad que hay varios sustos y el ‘bicho’ final es bastante alucinante (y feo como él solo, madre santa; otro éxito del simbionte Javier Botet, actor granadino que siempre logra la excelencia en el arte de la monstruosidad). Pero Muschietti abusa de recursos manidos y un guión retorcido que estropea la pulcritud del corto original. ‘Mamá’ gustará, sin duda, a los amantes del género. A los que no sean tan benevolentes, verán, como poco, visos del prometedor futuro del director, de una idea poderosa.
Con los Oscar en mente, los productores de Hollywood se rebanan los sesos para sacar proyectos llamativos de los que sus protagonistas puedan hablar en la alfombra roja. Para muestra, un botón:
I. Todd Philipps se ha dado el batacazo con ‘Salidos de Cuentas’, pero ya tiene en mente el que será su nuevo taquillazo: ‘Resacón en las Vegas 2’. Por si el morbo de volver a ver a Galifianakis de borrachera no era suficiente, dos incorporaciones llamativas: Paul Giamatti (‘Entre copas’, ‘El Ilusionista’) y, atención, el ex presidente de los Estados Unidos de América Bill ‘galán de becarias’ Clinton.
II. Julie Taynor (‘Across the Universe’) ha publicado las primeras imágenes de ‘Turn Off the Dark’. ¿Lo qué? Pues un musical de Broadway que tiene como protagonista a su amigo y vecino Spiderman. Para que se hagan una idea del envite, se han invertido 60 millones de dólares y Bono y The Edge (U2) han sido los encargado de la componer la música. ¿Quién se apunta?
III. Guillermo del Toro (‘Hellboy’, ‘El Laberinto del Fauno’) sigue mostrando su lado más friki-comiquero. Su próxima apuesta es tomar los mandos de la serie de televisión de ‘El Increíble Hulk’. Y no lo hará solo: David Eick, productor ejecutivo de la excelentísima ‘Battlestar Galactica’ le echará una mano.
IV. La Próxima película de Batman se llamará ‘The Dark Knight Rises’ (el ‘renacer’ o el ‘alzamiento’ de El Caballero Oscuro). Christian Bale y Christopher Nolan mantienen sus puestos. La noticia está en que la productora se plantea seguir el buen tirón de Batman con una serie de televisión que, según se rumorea, protagonizaría Karl Urban (‘El Señor de los Anillos’, ‘Star Trek’).