Super Hype Interruptus

No sirvo para esperar. Qué le vamos a hacer. He desarrollado un enorme potencial para deglutir las películas que consiguen generar una expectación colosal. Y sí, soy débil, y caigo con facilidad en el puñetero márketing de las grandes productoras: me carcome no tener ya mi entrada para ver ‘El hombre de acero’ (Zack Snyder, 2013). Cosas de la vida, qué le vamos a hacer, así somos.

Digo ‘somos’ no porque quiera meterles a todos en el mismo saco. Por suerte para la humanidad, cada uno es hijo de su padre y de su madre. Faltaría. Pero sí percibo que cada vez es mayor el número de aficionados al cine que se toma el estreno de una película como un evento ‘irrepetible’. Eso me gusta. Verán, llevo años haciendo la misma comparación y casi nunca encuentro a alguien que se ponga de mi lado. Yo digo: “es como si echan un partido de fútbol y en vez de verlo cuando lo ve todo el mundo –o tú crees y sientes que lo ve todo el mundo-, te lo grabas y lo ves mañana”. Y me dicen: “no digas tonterías, el fútbol es en directo, una película siempre estará ahí. Puedes esperar años y la película seguirá siendo la misma experiencia”.

Tienen razón, pero no. A ver si consigo explicarlo. Una cosa es la película entendida como ‘objeto artístico’ y, por tanto, imperecedero, y otra, muy distinta, el momento. Ese momento. Qué momento: las ansias, los nervios, las esperanzas puestas en un director, una idea que te ronda la cabeza, una sensación compartida con fieles fanáticos de las historias que quieren saberse parte, jugar su papel, darle relevancia al hecho en sí; y salir de la sala con porte orgulloso: “ya la he visto”, declamas.

Creo que está cambiando. Ir al cine supone un esfuerzo y, por eso, queremos hacer de la experiencia un momento único. Somos más los que decoramos la proyección de dos horas con meses de entusiasmo. Conste que puede que luego el film sea un chasco, que no mereciera nuestra ilusión, pero el momento quedará. Ahí, imperecedero.

Temporada 'Hype 2012'

Se abre la veda, comienza la temporada ‘Hype 2012’. ‘Hype’, ya saben: fenómenos cinematográficos que crean una expectativa tan descomunal que el universo friki los encumbra antes de verlos. Estas películas, además, cumplen la siguiente fórmula: trailers, campañas virales en Internet, imágenes recurrentes en revistas, marquesinas y pegatinas de chicles. Así, las mentes débiles quedan prendadas con un espíritu consumista que les empuja a comprar las entradas para la primera sesión disponible, sin mediar raciocinio (verano, cuatro de la tarde, esas cosas). Dicho lo cual, me muero de hype por:

6 de julio, ‘The Amazing Spiderman’. El retorno de su amigo y vecino Peter Parker bajo la batuta de Marc Webb (‘500 días juntos’) y el buen hacer de Andrew Garfield (‘La Red Social’). Prometen un Hombre Araña más oscuro, más intenso, más ‘Begins’.

13 de julio, ‘El Dictador’. Sí, qué pasa. Sacha Baron Cohen (‘Bruno’, ‘Borat’) tiene una legión de fieles seguidores de su humor basto, cruel e irreverente. Ahí estamos.

20 de julio, ‘El Caballero Oscuro: La leyenda renace’. Christopher Nolan cierra la saga. No hay nada que puedan decir para subir o bajar el Hype. Es hype nivel maestro.

13 de agosto, ‘Prometheus’. Para cuando llegue la fecha del estreno en España, habrá miles de espectadores que se plantearán verla en el cine o descargarla en calidad DVD. No les culpen, consecuencia de estrenar las películas con gancho casi tres meses más tarde.

17 de agosto, ‘El legado de Bourne’. Jeremy Renner (‘Los Vengadores’, ‘Misión Imposible 4’) sustituye a Matt Damon en una de los thrillers modernos más interesantes de la última década. Muy prometedora.

24 de agosto, ‘Los Mercenarios 2’. La pregunta se hace obligatoria: ¿Es una parodia de sí misma o es la mejor película de la historia -estoy exagerando, no se alteren-? Ver a las viejas glorias en el trailer (Schwarzenegger, Stallone, Willis, Van Damme, Norris…) ya emociona.